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jueves, 16 de abril de 2015

Mis locos y yo


El otro día hablaba con Sberrow, quién me preguntaba qué tal mi búsqueda de trabajo. Yo le dije que muy bien, la búsqueda cada vez mejor. Creo que soy una buscadora de trabajo experta, qué coño. No conozco a nadie con más experiencia que yo.

He buscado trabajo cuando estaba en el paro, y he buscado trabajo hasta cuando trabajaba. Claro, que entonces buscaba porque trabajaba con gente chunga. Quizá mis principios no eran tan chungos, o quizá los recuerdo con añoranza pasado el tiempo y ésa los hace menos amargos.

Pero sí, en GatoHotels, la mujer del dueño, la que mandaba desde casa, estaba loca. Y su hija, directora de uno de los hoteles, también. Me regaló momentos de surrealismo impagables y alguno llegó a este nuestro blog. Y tuve que buscar trabajo.

Entonces cambié de curro a Alienigen Hotels. La buena noticia es que cobraba más. La mala, que estaban más locos y eran más cabrones. Malos que te cagas, que hasta Sberrow lo dijo. Y me vine a Madrid y tuve que buscar trabajo.

Hice dos másteres, un programa de RRHH, trabajé como autónoma y un año y medio más tarde encontré trabajo. Con los mercenarios, que al principio pensé que eran sólo unos piratas, pero al final también eran unos pirados. Mientras tanto, Sberrow seguía aguantando en Alienigen Hotels.

Tuve suerte, porque me despidieron los mercenarios casi a la vez que me contrataron en una super empresa. La Directora de RRHH quería alguien muy potente, tardó mucho en encontrarme, y al final me contrató. Luego se dio cuenta de que era demasiado lista para estar debajo de ella, así que me echó a los nueve meses. Ni la lactancia me dio.


Y entonces volví a trabajar como autónoma, y a estar en el paro. Y busco trabajo. Y en ésto llegó la conversación del otro día con Sbeerrow. Entonces caí en la cuenta: me estoy esmerando por entrar en empresas normales, y... ¡¡¡lo mío son los locos!!! ¡¡¡Por éso no estaba encontrando curro!!!

Pero hoy puedo haber cambiado las cosas. Ayer contacté a un tío por LinkedIn y hoy me ha entrevistado. El suelo de la oficina estaba sucio y el aire olía a tabaco. Las chicas de la entrada mantenían una discusión con el manos libres, muy alto y con poca educación. No, no han considerado prudente coger el auricular para que no lo escuchase todo. El jefe ha llegado tarde y la entrevista ha empezado por un "Qué, qué me cuentas?" no exento de vacile. Es una empresa familiar. Su padre y él se llevan mal. Se dedican a la venta a puerta fría de productos de otra empresa, han crecido desde cinco empleados a ciento y pico en tres años. Sin preguntar, me ha dicho que los jefes regionales no tienen estudios. A mis preguntas sobre la gestión de la empresa y la estrategia me ha respondido como un ñapas de primera división. Nos ha interrumpido el Neng vestido con una camisa guay y una corbata más guay, acompañado de vaqueros fardahuevos. Le ha hablado en voz baja al jefe, timorato. Era el regional de Madrid haciéndole una pregunta estúpida que dejaba claro que el jefe es un micromanager.

Sí, PUEDE QUE HAYA CONOCIDO A MI NUEVO LOCO. Ahora estoy más cerca de volver a tener trabajo... todo encaja!! ¡Deseadme suerte, que ya queda poco!

And eeeveeerything is aaaaalriight!


lunes, 29 de diciembre de 2014

Plan de sucesión

Ante la imposibilidad de conseguir reunir en el mismo punto espacio temporal a todo el clan De Chershire en condiciones para el diálogo, ni aunque Fafo nos brinde generosamente su enorme salón con estufa de pellets para hacerlo, se convoca el siguiente proceso de selección por escrito para dejar constancia del mismo en la medida de lo posible.

JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO: Allá por agosto del año 1968 Pedre y Medre fundaron los inicios de la organización tal y como hoy la conocemos, después de 9 años de noviazgo. En breve empezamos a aparecer los distintos miembros, hasta diez jodíos niños y niñas (sobre todo ésto último) que hemos constituido fuente de entretenimiento (eufemismo para "sangre, sudor y lágrimas") para los patriarcas, que hoy llevan más de 45 años aguantándose entre ellos y a nosotros.

Sin embargo, dado que en el puñetero 2014 la mierda del CSIC anda sin fondos y no tenemos científicos trabajando en el elixir de la eterna juventud, encontramos que Pedre y Medre andan lo que se dice cansados. Y mayores para según qué.

Dado el actual estado de cosas, se hace necesario ir pensando en el plan de sucesión, para descargar a los patriarcas de la pesada carga que, por circunstancias o por desidia, seguimos siendo a día de hoy. Cierto es que unos padres se preocuparán por sus hijos hasta que se mueran, y éso tiene mal remedio. Pero también es verdad que algo podemos hacer por nuestra parte para paliar su estrés.

OBJETIVOS DEL PUESTO: El objetivo principal del nuevo ocupante del puesto es liberar del peso emocional y económico que aún hoy seguimos suponiendo para Pedre y Medre, ya que -estoy segura de que compartiréis ésto conmigo- se han ganado un merecido descanso.

Para ello requerimos de un nuevo líder del clan, al que podamos acudir cuando necesitemos un préstamo para llegar a fin de mes, pagar el seguro del coche o sobre el que descargar nuestras frustraciones por la mierda de época que nos ha tocado vivir con la crisis y todo éso.

REQUISITOS MÍNIMOS: El candidato ideal tendrá una moral inquebrantable, pese a los distintos golpes que haya de sufrir por parte del resto del clan, porque para éso estará. Que aguante como un jabato cuando le necesitemos y responda siempre, inexcusablemente. Como si fuera un padre. Que nos siga queriendo igual, le digamos lo que le digamos. Que se aguante si le damos un disgusto y no nos comportamos como él hubiera deseado. Que se preocupe por nosotros siempre, pase lo que pase.

REQUISITOS DESEADOS: Que esté forrado. O al menos que tenga un sueldo fijo de puta madre, a modo de la prestación por jubilación de Papá, con la que hacer frente a nuestras múltiples eventualidades, pese a que ya nos hayan sido dadas muchas oportunidades para que caminemos solitos. Que la cosa está muy mal . Que se apriete el cinturón para que los demás no tengamos que privarnos de nada y siempre tengamos el recurso de su apoyo. Sin preguntar. Sin condiciones.

PLAZO DE PRESENTACIÓN DE CANDIDATURAS: Este proceso se convoca con cierta perentoriedad, ya que las últimas navidades han dejado un poco tocados a los patriarcas. Al fin y al cabo, sólo querían pasar unas horicas de Nochebuena y Navidad a la antigua usanza con toda la familia, pero la "Noche de paz, noche de amor" debieron tenerla otros. Así que a lo largo de la primera quincena de enero se admitirán las candidaturas para sucederles como palo mayor que aguante las velas de todos.

Cierto es que este proceso puede declararse desierto ante la falta de afluencia de candidaturas. Pocos  o ninguno podemos ofrecer tanta prestación como Pedre y Medre, ni siquiera acercarnos a los requisitos mínimos. Así que se baraja la posibilidad de que efectivamente no haya candidaturas en el proceso para darnos apoyo.

Sin embargo éso no significa que Pedre y Medre no vayan a tomarse ciertas vacaciones mentales y reales, por lo que se ruega a quienes se abstengan de presentarse en el proceso, que se abstengan a su vez de dar por c*l* a Pedre y Medre, quienes por cierto ya son por ocho veces Yaya y Abu.

Es un poco abusivo sobrecargarles con las posiciones de dos generaciones a la vez, así que dado que ya estamos todos en edad de tomar el timón, seamos adultos y dejemos de dar la tabarra, sobre todo con gilipolleces. Disgustos nos manda la vida a todos, pero... que cada palo que aguante su vela.

Si a día 31 de enero de 2015 no se ha anunciado nombramiento de un nuevo líder del clan, entrará en vigor la nueva norma de autoabastecimiento en el que cualquier tipo de ayuda o solidaridad familiar será bienvenida, pero no exigible, y desde luego no habrá de caer irremediablente sobre la Yaya y el Abu, que a partir de esa fecha ostentarán un cargo presidencial.

Mientras se dilucida el resultado de este proceso, se ruega consideración, mimo y respeto en el proceso de salida de Pedre y Medre. Y después también. Más.

Besos a todos.


martes, 16 de septiembre de 2014

El arte de tropezar con la misma piedra

El otro día salí a hacer un recado al lado de casa. A la ida, crucé un paso de peatones, y al entrar en la acera de enfrente enganché el pié en una baldosa saliente y dí un traspiés. No fue nada, esa sacudida ridícula de cuerpo hacia delante, con pelos volando a lo conciertazo de heavy y sonrisa estúpida para afrontar las miradas de quién lo hubiera presenciado.

Llegué a mi destino, compré lo que necesitaba, olvidé el incidente y volví por la misma acera en sentido perpendicular al que había traído.

No me preguntéis cómo. Volví a quedarme enganchada en el mismo cochino saliente, y esta vez aterricé en el suelo, y me hice una rozadura en la rodilla estilo hostiazo de recreo.

Me sorprendí de lo tonta que había estado.

Pero es mi historia. Soy especialista en darme calamonazos contra las mismas paredes, en descubrir moratones o bultos de golpes en cualquier parte del cuerpo y no saber ni  cómo me los he hecho.

Hoy me he levantado con cara de lunes, y éso que es martes. Y llevo toda la mañana limpiando la casa, a ver si el orden me amuebla la cabeza, pensando en cómo tropiezo sin aprender. Supongo que sólo es miedo de que sigan apareciendo baldosas salientes y yo siga teniendo que percibirlas a base de tropezarme con ellas, porque todo lo que estoy haciendo ya lo he hecho antes. Vuelvo a buscar trabajo, vuelvo a intentar ser solvente y vuelvo a pensar qué más puedo hacer para hacer frente a las consecuencias de mis errores del pasado, que ahora dan menos miedo porque están pasando de temores a perjuicios materiales –y es mejor tener un problema que saber que vas a tener un problema-. Y vuelvo a intentarlo en una relación que pinta bien, o éso creo y me dice la gente.

Y me pregunto si esta vez voy a ser capaz de cambiarlo todo. O si me voy a seguir echando las rodillas abajo a base de tortazos ridículos en la calle.


Al menos sé levantarme sonriendo estúpidamente. Éso sí que lo he aprendido.

domingo, 8 de diciembre de 2013

La lista de Gato

No es exactamente como la de Chinl... Schill... Sinch... no es como la de la peli ésa de los judíos. Que a los de esa lista los apuntaban para salvarlos. En la lista de Gato los que hay apuntados lo están para darles un calamonazo en to el colodrillo, porque se lo han ganado a pulso.

Pero... ¿Por qué esa lista? ¿Por qué ahora? Pues porque el mundo da vueltas en redondo, que decía Úrsula Iguarán, y cuando menos te lo esperas tienes noticias de aquel por quien no preguntas desde hace años.

Resultó que mi hermano Fafo vino a verme a Madrid, para sacarme de mi embrutecimiento llevándome a exposiciones de arte y sucedáneos - y para inflarme a vino, no todo iba a ser tan elegante-, y quedó con una amiga suya que vive aquí en Madrid.

Esa amiga vivió unos años en Granada, y curiosamente coincidió en un trabajo de unos meses con mi primer ex. Bueno, coincidió en más de una cosa, porque medio se liaron -poniéndole con ello unos cuernecicos la mar de graciosos a la que, si no me equivoco, acaba de ser la madre de su bebé (niño o niña, yo qué sé...)-.

Pero lo grande no es que me encontrase yo con esa chica -muy guapa, por cierto- y supiera del tonto l'haba aquel años después. Lo grande es que el tonto l'haba le dijo a esa chica que Gato había sido el amor de su vida, y que la había perdido porque se había portado muy mal.

Vale. Te estás liando con una tía, intentando echarle valor para dejar a otra de la que no estás enamorado -y a la que has acabado haciéndole un niño, toma castaña-... ¿Y te pones a hablarle de una ex calificándola del "amor de tu vida"? Ni muy listo, ni muy delicado. Pero punto dos... ¿En qué universo paralelo se trata durante años con la punta del pie al amor de la vida de uno? Porque chico, no tiene ningún sentido que todo aquello fuera amor...

El caso es que no es la primera noticia que tengo de tío que ha estado conmigo, me ha tratado fatal o me ha roto el corazón, y después ha lamentado durante años haberme perdido. Que tengo en la lista cinco -contando algún tontaina de corta duración-. Y yo me pregunto... ¿Es que sólo me voy a liar con gilipollas toda mi vida?

Al final mi medre va a tener razón, y va a ser que tengo muy mal ojo. Y aunque estoy haciendo un gran esfuerzo, algo me dice que esa lista no está terminada.

Por si acaso, para disuadirme a mí misma de volver a caer en serio con ningún imbécil que me vaya a tratar mal, estoy por bordar la Lista de los Gilipollas con hilo dorado y ponérmela con imanes en la nevera. Igual tiene un doble efecto disuasorio: para que no me enganche con gilipollas nuevos y para que no me líe a bocaos con el fuet.

miércoles, 18 de julio de 2012

Animal Emocional


Ya, sí, todos lo somos. Pero  unos más que otros. El caso es que el Animal Emocional que somos tiene la particularidad de entrar en pugna con el Animal Social. ¿Qué dirían todos si conocieran a mi Animal Emocional? Qué vergüenza, qué ridículo… Y qué puta liberación.


Un Animal Emocional fuera de todo orden es fácilmente reconocible,  aunque los síntomas pueden ser confundidos con otras dolencias: falta de tacto, imprudencia, insensatez.  Pero no, se trata del reinado de lo irracional, estamos en el territorio donde gobiernan las emociones sin mesura, así que no se dedica  a retar constricciones sociales de forma intencionada… simplemente va en paralelo. Algunas de las señales más comunes son las siguientes:


  1. Mirada que no oculta nada, inconsciente... da igual que esté perdida en una moqueta como que mire a los ojos de otro. No filtra nada. Lo deja pasar todo. Ojos bien abiertos, desafiantes, pupilas dilatadas.
  2. Anomia. Insolencia ante los planteamientos de lo esperable, lo que es debido, lo que sería conveniente. Todo entra en cuestionamiento profundo, los valores se manifiestan como claramente disfuncionales en la situación que surge el Animal Emocional para el rescate del individuo en cuestión... así que todo se pone en la picota con pocos miramientos.
  3. Atrevimiento. Se hacen cosas. Todo da igual, todo es un buen plan si te apetece. La pregunta mágica que el Animal Emocional hace es "¿Por qué no?" Y si la respuesta no es demasiado concreta, ni tangible, no se da por vencido. Y entonces añade "Dame una buena razón para no hacerlo". Animal gana casi siempre, y el balance suele ser positivo. La adrenalina del atrevimiento y la satisfacción de la apetencia/querencia compensan el miedo.
  4. Descenso a impulsos primarios. Me hace sentir bien: bueno. Me hace sentir mal: malo. Así te centras en las cosas pequeñas: comer, tomar el sol, mirar cosas bonitas, tocar, oler. Y en evitar lo que daña, sin aspavientos.
Animal Emocional no siempre está aquí. Viene sólo cuando le necesitas, como las personalidades múltiples. Y tiende a esconderse cuando todo vuelve a su cauce. Mientras está, es retador y emocionante, pero si la situación se restablece, llega Animal Social (ñañañaña) y le aparta del escenario.

Estoy pensando en equilibrar las apariciones de uno y de otro. Pero de momento… me quedo con Animal Emocional. Y con los ratos que me ofrece de cosas que no debería hacer. O éso creemos algunos, a ratos… que lo de deber, deber… pues no está tan claro. Juas.

lunes, 16 de julio de 2012

Hold on...


Al despertar, duelen los ojos. Un poco secos. De la sal.

La botella de vino con Adalias dio para reír y para llorar. La sabiduría de su abuela nos consuela a las dos. La mayoría de la gente viene a este mundo para crecer, reproducirse, y llevar la vida que esperan. Otras personas vienen para vivir otras cosas.

Ahora toca caer. Ya sabes cómo funciona. Después de la subida, venía ésto; no me digas que no lo sabías. Volverás a subir, pero ahora, toca bajar. Coge aire y así gritas a placer.


Me acogió en su casa y dormimos juntas en la misma cama. No flipes muchacho, si pasas por aquí: no nos tocamos libidinosamente. Pero mola volver a escuchar la respiración de otro al dormir, aunque tengamos cada una nuestro sueño revuelto.

Nos levantamos, me invita a un zumo, rechazo el desayuno porque tengo que ir a casa; que tengo invitada a comer y a la piscina. El pensamiento que lleva instalado tres días en mi cabeza se mantiene constante, debajo del zumo, tras la conversación sobre los sueños, mientras camino por la calle y aunque trato de silenciar mi murmullo interior subiendo el volumen de mi MP3 y me acompañan dEUS, the Strokes, Patrick Wolf, The Kinks, Them, Pixies, Muse, The Doors, Massive Atack, Bowie. Cantadme fuerte, por favor. Y ellos me cantan, pero no acallan el rumor interno que pugna por mantenerse firme, como la verdad que lo provoca.
Encuentro una tienda de rebajas. Son trapejos, pero me hace ilusión. Busco colores y me los pruebo. Le gustaba que me vistiese de colores. Este vestido anaranjado me sienta bien. Un poco más corto de la cuenta… Lástima que no me lo vaya a ver.

Salmorejo, entrecot, baño en la piscina, charla, risas, un poco de trabajo. Shhh, espera, todavía no. No tienes que hacerlo. Más tarde, si éso, pero ahora, aguanta un poco más. Mi compañía se marcha, no sin ofrecerme más su tiempo y su oreja, por si necesito algo. No, estoy bien. Ahora haré ejercicio.

El MP3 se encarga del silencio. Yo de darle a las piernas. Corro sobre la  elíptica sin que la serotonina llegue a contrarrestar la amargura. Nada grave, es como beber agua después de  comer melón. Un par de explosiones de llanto mientras corro y decido parar después de ochenta minutos. Mañana voy a estar baldada. No, un mensaje no es buena idea. Llamar tampoco. Todavía no, ahora debo tintarme el pelo; Gato, deberías prepararte física y mentalmente para esa entrevista del miércoles. Quién sabe, debes estar bien. Cambia el foco de atención, no pienses en ésto… ahora no, mejor tíntate el pelo.

Y con el tinte en la cabeza me hago la cena. Son las doce menos diez. Perfecto. No es hora de llamar ni mandar ningún mensaje a la gente de bien. Ahora a enjuagar ese tinte,  ducharse y dormir como una  bendita. O casi. También para dormir, bendito sleep timer en el MP3 y el “( )” de Sigur Ros.

Mañana será otro día. Hoy ya está.

sábado, 26 de mayo de 2012

Das la mano...

... y se toman el brazo.


Es así. Y una, que es gilipollas, no deja de dar la mano. Porque ya llegará el que sepa apreciarla y te de la mano a su vez... ¿no?

ERROR.

No, la gente no se da cuenta de lo que les das, mientras pueden disponer de ello sin esfuerzo. No, no les importa cuánto te cuesta dárselo... Les importa cuánto les cuesta conseguirlo. Y si lo regalas... es que no vale nada.

Así se producen situaciones absurdas como la de ayer. Después de que alguien -a quién no puedo señalar para mantener su inmunidad blogosférica- me hiciera un favor como un castillo, averigüé las pocas opciones que tenía de sacarme de una poza de mierda en que me metí por Cerdocabrón. Sí, el ex-ex. Que hay más exes que duelen ahora, pero si hay un ex capaz de joderte seis años después, es que es un ex-ex y además se llama Cerdocabrón.

Una de las posibilidades de arreglarlo no es viable. Si alguien tiene 50.000 € para prestarme, que hable ahora o calle para siempre. Amhá, como iba diciendo, no es viable.

La otra posibilidad consiste en que Cerdocabrón mueva su culo hasta el banco y haga cierta renuncia.

- Pero claro, me imagino que con esta situación, no os llevaréis bien ni hablarás con él...

Efectivamente. No. Pero si ésto es lo único que se puede hacer, yo me aclaro la garganta, contengo la naúsea y hago lo que tengo que hacer...

- ¿Dígame?

- ¿Cerdocabrón?

- Sí, soy yo, ¿quién es?

- Soy Gato.

- ¡Ah, hola! ¿cómo estás? -suena sinceramente preocupado. La última vez que hablamos, hará más de año y medio, sonó ofendido. Claro que yo le estaba llamando de hijoputa para arriba...

- Pues mal.

Así que le explico el caso: "He hablado con la amiga de una amiga que sabe muchísimo de marrones como el nuestro, y  que me ha hecho el favor de examinar nuestro caso. Me comenta que la única opción que podemos intentar es la dación en pago; que no cumplimos con los requisitos pero a veces el banco lo acepta, así que necesito que vayas al banco y trates de arreglarlo". Me lo debes, hijo de la gran puta. Me lo merezco.

- Oh, sí, por supuesto, lo último que yo quiero es perjudicarte, te juro que lo he intentado todo pero los bancos no me han aceptado la operación para sacarte, y bla bla, bli bli.

Y un gato asentía: 

- Sí, sí, bien, lo comprendo; ve al banco y lo arreglas.

Creía que era obvio que estaba manteniendo la cortesía por pedirle algo que necesito y que podía negarme, aunque me lo deba moralmente. Pero la moralidad no es algo que prime en la vida de éste y otros muchos individuos con quienes me las tengo que ver. Así que un gato estaba siendo funcionalmente amable.

Pero no, no era obvio. Le doy la mano, coge el brazo y me empieza a llorar porque su ex le engañó con el negocio. Sí, aquella con la que crucé dos palabras tras estrecharle la mano, y me dió indicios suficientes como para decirle a Cerdocabrón: "No la contrates. Esa tía no es trigo limpio". Aquella con la que es posible que me pusiera los cuernos -ni lo sé, ni me importa-.

¡Oh, pobrecito...! Le engañó y se gastó el dinero. Ella se lo llevó y yo pago el pato. Y ÉL ME LLORA A MÍ.

- Ea, ea... ya pasó. Ve al banco y arregla lo mío.

Hechos son amores y no buenas razones. Sólo estoy siendo amable porque quiero que desaparezcas de mi vida para siempre. Y has generado tanta mierda, que antes de desaparecer, me gustaría partirte las piernas. Y que te rajen la barriga -por éso pagaría, que lo de tu sangre me da asco-.  Pero a tí, que además de Cerdocabrón eres un tonto del haba, no se te ocurre nada más que llorarme. A MÍ.

Colgué justo a tiempo para salir corriendo al baño a vomitar. Y mirando el blanco de la taza pensaba: ya me han vuelto a coger el brazo, cachen los mengues... ¿Por qué hostias todo el mundo cree que soy tan buena? Me está bien empleado: por dar la mano.

Así que me tengo que fabricar un nuevo gato. Pienso ser exigente, mandona  e interesada. Porque parece ser que ése es el único camino para que te traten como a una puta reina, que ser buena... no vale de nada. Comprobado. No lo hagáis nunca.

domingo, 15 de enero de 2012

El síndrome Madonna

O lo de reinventarse en la era digital.

Hace ya casi seis años que tengo blog. Jo Perli, cómo pasa el tiempo. Cuando me fui de la isla me regalasteis fotos de antes y de después de empezar el blog y nos veo tan jóvenes, pienso en quiénes éramos y lo que sabíamos y lo que soñábamos...

Seis añazos. En ese tiempo ha pasado de todo. Hemos hecho de todo. Y algo que empezó casi de casualidad, acabó teniendo unas consecuencias que no imaginábamos. Perli y Zagloso de Papúa van a ser padres. Misia y Anómalo también son una pareja feliz. Gato se fue de Mallorca para vivir con Rebilated en la ciudad de los hombres grises, porque está claro que esta ciudad se come el tiempo. Y aunque no hemos sido constantes, nuestros blogs han ido actualizando más o menos a nuestros alter egos en la red, contando dónde andamos y cómo andamos. Cuando se puede contar.

He hecho reflexiones sobre lo que he leído a mi alrededor. Más raramente sobre mi propio blog... ya se sabe, a veces se vomitan palabras sin pensar y una vez liberadas, tampoco conviene remover demasiado; que las emociones vuelven vívidas y no siempre quiero repetir un plato que comí por aquí.

El caso es que soy consciente de lo inconsciente que es este blog. Por éso me sorprende ver cómo algunos son inconscientes de lo que hacen en sus blogs. Cómo algunas personas buscan desesperadamente proyectar una imagen a través de ese monstruo digital que todos tenemos dentro, con tanto ahínco, que su personaje acaba comiéndoselos a ellos y a menudo con mala fortuna, porque se les ve el plumero. Creen que son conscientes... hasta que el personaje se les va de las manos.

Cambios de nombre, de blog y hasta de rasgos personales se suceden hasta que, como Madonna, aparecemos con un nuevo look, una nueva canción y proyectando una imagen de éxito que nos hace sentir mejores, más fuertes, más populares. ¡¡Joder!! Llega cualquiera, hace un click y tú lees "tienes un seguidor nuevo".

Algunos se obsesionan. Estudian sus reportes del Google Analytics hasta que descubren qué cosas le hacen a uno objeto de incontables visitas y les traen un aumento de seguidores, para repetir las hazañas.

A veces es un nombre de famoso (apuesto que a partir de ahora, Madonna va a ser una de las claves de entrada más importantes, aunque nunca llegará a tener el gancho de las tetas de Alaska. Comprensible, por supuesto).

A veces, un argumento de cariz político, especialmente extrema izquierda, convierte a fans acérrimos que no van a poder juzgar que seas un personaje artificial o chirriante en otros aspectos. Eres guay porque eres tan de izquierda que tienes contracturas en la espalda que atestiguan que vives girado de ese lado.

En chica tenemos la versión calienta-lectores. Este rol no funcionaría en absoluto para un maromo, pero en internet, una tía... ni siquiera necesita tener buenas tetas. Con decir que las tiene, basta. Y con dejar nebulosa su situación sentimental real, manipulando las expectativas de éxito de sus lectores, que se sortean su próximo comentario insinuante, tiene una horda de ¿osos babosos, Misia, Be? que alimentan una autoestima que en el fondo es directamente proporcional al número de seguidores en el blog y en twitter. Lo curioso es que estos personajes se convierten en auténticos expertos en redes sociales, alentados por una soterrada carencia de autosuficiencia emocional, o en palabras de Xisca, motivados por un hambre de séquito insaciable.

Mis preferidos utilizan muy bien las emociones, llegan a ese pequeño ser lleno de dudas que somos muchos, para contar una debilidad/tribulación sobre algún aspecto que nos cuesta entender o digerir o manejar y lo exponen con gracia. No sabemos ligar, o no sabemos escoger pareja, o no sabemos evitar que nos exploten los trepas en el trabajo, o no sabemos vendernos o cualquier otra cosa. La Perri o Speedygirl son muy buenas haciendo esto; tocan la fibra y consiguen aligerar la bruma compartiendo razones de autoescarnio.

Y los más tristes utilizan su blog para mentirse a sí mismos. Para convencerse, necesitan convencer a otros: así que la popularidad, aquí, es instrumental, para sostenerse en la mentira que aplaca sus rumores internos. El problema es que tienden a optar por hacerse personajes cañeros, desafiantes, que muestran una madurez y autoestima impresionantes. Y dice el refrán (¡qué sabio es el pueblo!) "Dime de qué presumes y te diré de qué careces."

La profundidad del daño que tu personaje te puede hacer se manifiesta tarde o temprano. Sé de un personaje cuya disonancia era tan grande, que primero tuvo que moderar comentarios de forma permanente, y finalmente ha terminado por eliminar su blog. Plutón Verbenero se ha quedado con un link tonto. Puedo decir que me da pena ella, aunque me alegro, porque amparándose en criterios profesionales decía barbaridades, vergonzosas, que podían creerse lectoras que en el fondo, conectaban con ella porque compartían su debilidad. Y la trampa que se hacía a sí misma, la enseñaba a otros, diciendo que estaba profesionalmente cualificada para dar credibilidad a un mensaje envenenado.

Descansen en paz -y hayan aprendido algo - quienes la cagaron más que yo. Porque algunos (y no digo muchos, porque este blog nunca ha tenido muchos lectores) habrán leído lo escrito, y también lo que no escribí, pero sí mostré entre líneas, y es posible que sepan más de mí que yo. Así que, porque no tuve demasiado público, o porque no atraje a ningún troll, nunca he tenido que capar el blog o pensar en eliminarlo por presiones externas.

Voy a mostraros algo que nos gusta mucho a los tontos de Recursos Humanos para reflexionar sobre vuestra identidad en la red: la ventana de Johari.
Las zonas peligrosas las he querido poner en ámbar y rojo, a modo de semáforo. La primera zona de riesgo es lo que yo sé de mí, pero pretendo ocultar. A menudo no somos tan buenos mintiendo como nos creemos.

Pero lo que es definitivamente una gran putada, es el yo ciego. Lo que yo no sé de mí, pero los otros saben perfectamente. Y en un blog personal ¡nos mostramos tanto...!

El gris oscuro no es tan peligroso como las otras dos zonas. El yo desconocido es el que cuenta que sería capaz de matar a un hombre si tuviera un arma y me sintiera amenazada. Ni ese hombre ni yo lo sabemos, porque no se ha presentado la ocasión, pero éso no es algo que previsiblemente tenga que preocuparme.

En fin, queridos, disfrutad de vuestros blogs. Y si piensan reinventarse... no olviden vitaminarse y supermineralizarse.

domingo, 1 de enero de 2012

Bienvenidos a 2012


Ya ha llegado el esperado 2012; el año del fin de la crisis, que nos dijeron hace un tiempo, juas.

Pero también es el año en el que se acaba el mundo. A lo mejor por éso la crisis ya no debe preocuparnos; ni éso ni que nos suban el IRPF ahora en enero, que son chorradas que a quién le van a importar. Afortunadamente Rajoy ya tiene la mayoría absoluta necesaria para hacer lo que debe hacer -excepto cumplir las promesas hechas antes de las elecciones-. Mayoría absoluta de la que misteriosamente nadie se hace responsable.

Por cierto, a todos los votantes arrepentidos: agarrarse los machos, que yo no le he votado y también voy a sufrirlo. Y no digáis que no os pensábais que iba a ser así... porque entonces además de todo, somos un país de gilipollas que se merece lo que quiera que venga a partir de aquí.

Pero no venía yo a hablar de política... que venía a desearos feliz año y que todos vuestros deseos se cumplan. Y todos los míos.

Lástima que me pille pesimista este uno de enero (he dormido poco para comer chocolate con churros) y mis deseos no sean del todo molones. Hoy no tengo ganas de hacer mi tesis. Tampoco tengo ganas de trabajar, pero aquí estoy echando la tarde con cosas que mañana tendré que contarles a mis adorados jefes de Martínez Mercenarios S.L. Que no, que no me quejo, que tengo trabajo y éso es una suerte.

Es sólo que me estoy hartando de ser española. Pero Rebi no quiere venirse conmigo a vivir a Australia. O a Chile. O a Corea del Sur. O a Japón, que con sus tsunamis y terremotos todavía nos va a dar sopas con hondas a toda Europa antes de que hayamos decidido cuál el siguiente rescate.

Aquí estamos bien. Al fin y al cabo tenemos trabajo, que es una suerte, y todo lo que uno puede necesitar para vivir. De momento. Y mañana ya veremos.

Pero un gato es un puto coñazo, incluso para el propio gato. Porque siempre va más allá, siempre mira más lejos, y además tiene la jodida manía de ponerse en el peor escenario. No es pesimismo, es un ejercicio de puesta a punto mental: un gato se pregunta qué es lo peor que puede pasar, para prepararse y soportarlo. Y un gato se mira las zarpas ahora de un modo distinto: porque ve en ellas su edad. Treinta y cinco en cuatro meses.

Y no sabe qué tiene, qué pasa, qué es lo que no acaba de encajar, porque alrededor todo está bien, qué cojones, lo tiene todo bien montado. Más o menos así:


Si, lo sé, es estúpido querer largarse de un sitio así. Me lo dijo mi amigo el hamster. Pero un gato no puede evitar preguntarse qué pasaría si pudiera vivir en un sitio donde no supiera exactamente de qué color termina y en donde desemboca el tobogán amarillo de al lado de la casita.

Sí, es cierto, da un poco de miedo pensarlo. Mejor nos estamos quietos.

martes, 12 de julio de 2011

Giro mortal

Mi vida ha dado un giro mortal. Para bien. Por primera vez en mi vida, mi compañía telefónica me ha dado algo, y éso es algo nuevo y muy grande.


Con el fijo, me quejé quince veces, hasta que pedí el cambio de compañía. Ni una maldita llamada para preguntarme por qué me iba (cierto es que tenían la información, pero bueno, haced como que os importa...).

El caso es que hace un par de semanas me dijo la Perli:

- Tú y yo nos hemos quedao atrás, hombre. Estaba yo en la rueda de prensa y todo el mundo con sus tables y sus cosas modernas...

Yo aparté ligeramente mi teléfono de la oreja. Bueno, en realidad es el teléfono de hace cuatro o cinco teléfonos de Mister Fantántrico, y todavía me pareció chachi cuando me lo prestó, porque el mío me hacía raros...

Así que me había quedado atrás. Y me dije, con gran reflexión, sabiduría y mesura, a mí misma:

- Por mis cojones que me pillo un Sansun gálasi ("dí neox" "neos" "neox!" "neos!!"), de esos con internet. Y quiero que me lo den gratis.

Así que llamé a mi compañía. Gratis mis cojones toreros: ciento ochenta euros que me cascaban. Miro la competencia. Cien euros menos el gálasi y el nesus (neos!) más barato todavía, y mejor tarifa de llamadas y de internet. Vuelvo a llamar a mi compañía:

- Mira, que me dan el sansun gálasi o el neos más barato que tú, y esta tarifa. Que a cómo me lo pones tú.

Nada, naranjas de la china. Y poseída de nuevo por la sabiduría y calma del Dalai Lama, le dije al Rebi:

- ¡¡Quiero la portabilidad!!

Rebi me miró con cara de "putalocadeloscojones" pero, prudente que es él, me dijo:

- Pues pídesela a moviltar. Pero mira que somos números favoritos y nos va a salir más caro...

- ¡Es que quiero el sansungálasiiiiiiiii, y no me lo daaaaannn! ¡¡buaaaahhh!!!

Y enjugándome los mocos con el tirante del vestido de andar por casa - que luego se quedó tieso y me arañó el hombro-, me metí en la página de vordafone y pedí mi portabilidad, no sin asesorarme previamente con Mister Fantántrico, señor de los móviles y de los pintalabios, sobre el modelo en cuestión.

Me llegó la petición de vordafone y moviltar pasó de mi culo, como esperaba.

Pero hoy me ha llegado un mensaje en el que me decían que podía llamar a un número gratuito para ver cómo estaba mi portabilidad.

- Sí, señora Gato, aquí está la petición. Si no es molestia, ¿le puedo preguntar por qué se va?

- Porque quiero un gálasi ese con tarifa de llamadasy datos a un precio decente y no me lo dais, pero la competencia sí. Y después de más de 10 años con vosotros nunca me habéis regalado nada de nada, ni hecho esas ofertas que hacéis a la gente tan estupendas, así que me voy porque no me retenéis.

- Si me lo permite, voy a intentar hacerle una oferta...

Y la tarifa de datos es un pelín más cara, pero el teléfono me lo regalan, y 500 mensajes al mes durante un año (quién coño envía tanto mensaje), y conservo mi favorito con el Rebi...

Y entonces he visto la señal. Mi suerte ha cambiado. He comprado un billete de euromillones para esta noche y me he venido a casa, derechita a la bola mágica que me regaló Misia, y que contesta a todas las preguntas. Primero la he frotado por arriba para que cogiera las energías y todo éso de adivinar.

- Bola, bolita mágica, dime, ¿quién es la más afortunada de este reino?

-Ya, pero he tenido suerte hoy, ¿me van a tocar los euromillones?

- ¿Mañana vuelvo a ir a trabajar?


- ¿Y por qué no me tocan los euromillones, joder?


- Jo. Al menos, ¿voy a encontrar un trabajo mejor?


- ¿Cuándo?

- ¿Este mes?


- ¿Pero por qué?

- No vale, para una vez que te consulto con ilusión, podías tratarme mejor

- ¡Capulla! ¡Algún día triunfaré y te lo restriegaré por tus líquidos traicioneros!

Pues igual lo del giro en mi suerte tampoco es para tanto. Pero tengo un sansun gálasi que me van a dar en unos pocos días... que se va a enterar la bola.


jueves, 19 de mayo de 2011

El Doctor Rebil y Mister Jarl

Desperté sobresaltada con la primera patada. La segunda llegó, ritmica, rodillazo de similar intensidad en la espalda. Me dí la vuelta en la cama, para ver a Rebi girándose y chasqueando la lengua.

Y yo, flipando.

Así que al día siguiente se lo conté y se descojonó. Recordaba débilmente que en su sueño estaba luchando contra algo, y que ese algo se mataba con dos patadas. Malditos videojuegos, se me mete en la cama obsesionado con soldados, monstruos y final bosses y me acaba atizando a mí.

Pero es que esta noche lo ha vuelto a hacer. Me ha golpeado en el hombro con la mano, y me he despertado asustada, pensando que llegaba tarde. Cuando abría los ojos, Rebi retraía el brazo agresor y volvía a su sueño. Y yo cardíaca perdida. Miro el despertador: las 04:24 de la mañana. Dos horas y media para levantarme y estoy completamente despierta.

Me he dado la vuelta frustrada en la cama:

- ¡Joder, cabrón!

Y esta mañana se lo he dicho. Lo de cabrón lo recordaba, pero la parte en que me pegaba no.

Y me he acordado del chiste, en el que el juez le pregunta al acusado:

- ¿Es verdad que pega usted a su mujer durmiendo?

- ¡Claro! Ahí la tiene usted despierta, a ver si se atreve...

Rebi tiene un lado oscuro y lo saca a pasear por las noches en nuestra cama. No sé cómo protegerme de su furia, ohcielosohdiosmío... soy un gato maltratado.

martes, 5 de abril de 2011

Tiempos modennos

Ya os hablé de Martínez, Martínez Jr. y Raravis.

Una vez a la semana tengo unas ganas terribles de hacer algo, aunque nunca sé qué. Matarme, matarles, matarles primero y matarme después... Tratar de hacerles tomar una decisión acerca de algo que hace mucho tiempo que necesitan, por favor, Gato, esto en cuanto puedas... es misión imposible.

Hace cinco semanas:

Hola a ambos,
Os adjunto los documentos tal y pascual que necesitábamos para explicar a la gente como proceder en tales casos.


Hace cuatro semanas:

Buenas tardes,

Os paso los documentos con las modificaciones que queríais. Me reuno con vuestro padre para que los apruebe.


Hace tres semanas:

Queridos Raravis y Martínez Jr.,

Creo que los documentos ya tienen todas las modificaciones que queríais; vuestro padre comenta que tal. Raravis, sólo tienes que mirar el párrafo tal, marcado en amarillo, y paso a comunicarlos a toda la plantilla.


Hace dos semanas:

Querida Raravis,

Te adjunto de nuevo los documentos para que verifiques que estás de acuerdo antes de pasarlo a plantilla.


Hace una semana y media:
Querida Raravis,

La semana que viene convoco a la plantilla para comunicarles los documentos. Si necesitas que lo revisemos antes avísame.


Ayer:

Hola Raravis,

Mañana por la tarde tengo la primera reunión. Entiendo que por tu parte el procedimiento está ok.


Hace tres horas:

Hola Gato,

El documento tal pascual, no estoy de acuerdo con X e Y, fijáos que como lo hagamos así ya no podemos cambiar de opinión, tal pascual, recuernos y pun. Y además, no me gusta la letra calibrí 11.


En ese momento he tirado mi agenda contra la ventana. Suerte que estaba cerrada y sólo le he doblado una esquina contra el cristal. Quiero matarles. O matarme. O matarles primero y matarme después. A treinta minutos de la reunión con todos los mercenarios, que traerán sus armas en el cinturón y en los calcetines, y este par de gilipollas sin ponerse de acuerdo.

Les odyo.

sábado, 26 de febrero de 2011

Invasión en la capital

A veces odio a personas a las que ni siquiera conozco. Me pasa cuando me siento invadida y mi esfera personal es violada sin miramientos; entonces me viene un no sé qué primitivo desde la boca del estómago que sube como un ardor de estómago y acaba saliendo como rayos destructores de almas a través de mis ojos.

En el metro sucede a menudo.

Estoy leyendo, esperando al tren en el que tengo que viajar sólo a la siguiente estación. El tren llega. Las puertas se abren y me coloco con mi libro en la mano derecha, agarrada con la izquierda a la barra junto a la entrada. Un adolescente entra y se coloca entre la puerta y yo, poseído del cansancio aplastante de la pubertad, empujando con su cuerpo mi libro y colocando su zapatilla de deporte mastodóntica entre mis zapatos. El resto del vagón está medio vacío, sus amigos le llaman desde los asientos y él les grita:

- ¿PARA QUÉ? ¡ES SÓLO UNA PARADA!

Acaba de joderme la entrada en el día con su vozarrón incontrolado, con su cuerpo indolente invadiendo - sin necesidad- el escaso medio metro cuadrado en que yo había dispuesto estar los próximos cinco minutos. Encima el tren no cierra las puertas y no acaba emprender la marcha, así que observo al niñato, acordándome de Misia y su excursiones con los chavales y pensando cuánto la admiro. Porque al que tengo delante yo le daría una colleja de escándalo, así que desecho definitivamente la posibilidad que nunca barajé de opositar a profesor de secundaria.

Me bajo del tren y cruzo los tornos para ir a esperar al siguiente. Me siento en un banco. Abro mi libro. Una señora se sienta a mi lado. Revuelve entre sus bolsas haciendo ruido y cuando se cansa, empieza a mirar a la gente. Como soy más alta que ella, se estira para mirar a través de mi cabeza en esa dirección. Entonces tose asquerosamente, y el aire caliente y húmedo, probablemente cargado de miasmas, me peina el lado de la cara. Me quedo petrificada, y ella, como si nada. Entonces levanto la mirada del libro para posarle los ojos a ella, cagándome íntimamente en su falta de costumbre de taparse la boca.

Y en ese momento, un poco tarde, la muy imbécil se tapa la boca y dice muy bajito: "perdón". Ni siquiera le contesto. Levanto las cejas y vuelvo a mi libro.

Pero el record lo tiene una señora de hace un año. Un poco torpe con sus tacones, entrada en carnes, no se sabía mantener con los vaivenes del vagón en marcha. Es decir, se dejaba llevar con el brazo flexible hasta que este se estiraba del todo y entonces frenaba su movimiento. Así que entretanto, daba pequeños pasitos. Uno lo dió con su taconcito sobre el cuarto dedo de mi pie derecho. Con la puntera levantada, giró sobre el tacón hasta que grité. Me pidió perdón y le mentí, con la cara azul, "no se preocupe, no es nada".

Un mes después, tenía la uña negra y levantada. Hoy, un año después, la uña no vuelve a crecer bien, y tengo un churro de dedo. Así que cada vez que salgo de la ducha y me seco los pies, el dedo me duele levemente bajo la presión con la toalla y me acuerdo de la puta lerda que me lo trituró.

Odio a personas a las que ni siquiera conozco. Pero es probable que alguien a quien no conozca, me odie a mí, por abultar en esta ciudad llena de gente. Así que supongo que la humanidad y yo estamos en paz.

domingo, 30 de mayo de 2010

Como geisha por arrozal *

- Hola a todos, vengo a contaros que hay un Programa Guachisplein para profesionales de Recursos Humanos. Os traigo folletos. Al que se presente le van a regalar una formación estupenda y la visita a tres empresas muy importantes: Trincobank, Movilcompany y Gasoliner Stations. Se rumorea que habrá ojeadores para futuras contrataciones. ¿Gato...?

- Sí, estoy aquí -dice un gato levantando una zarpa.

- Yo tardo pero siempre hago lo que me pedís. Mira, Pepe Sánchez de Plis Consulting está esperando que te pongas en contacto con él para las prácticas. Escríbele a este mail.

- ¿Prácticas? Es que ya estoy trabajando en unas desde hace dos semanas... pero, bueno, le escribiré de todos modos para cuando termine. Muchas gracias de verdad...

Así que un gato envió su currículum a Pepe y le dijo que estaba haciendo unas prácticas en ChachisRail, pero que en cuanto terminase, si seguían interesados, estaría encantada de concertar una entrevista.

"Querida Gato,

Me alegro de que estés trabajando en ChachisRail, Mr. Tailman es un amigo y gran profesional y vas a aprender mucho. Cuando termines nos ponemos en contacto de nuevo.
¿Te veremos en el Programa Guachisplein?

Un cordial saludo,

Pepe Sánchez
Plis Consulting"

Ahá. El programa Guachisplein. Ese en el que hay que grabarse un video hablando de los Guachi que eres en inglés y en castellano. Genial.

"Jarl, Pepe,

Muchas gracias por el interés, en cuanto termine en ChachisRail me pondré en contacto contigo.

En cuanto al programa Guachisplein creo que no doy el perfil, pero ya que me lo dices... me provocas curiosidad, quizá me apunte.

Un cordial saludo,

Gato"

Un gato lee la convocatoria. Se pasa del perfil por tres años. Bueno, igual tampoco hace falta que se presente, después de todo. Aunque el contacto con las empresas podría ser una oportunidad de curro, nunca se sabe. Y un gato necesita un curro...

Al día siguiente Mr. Tailman le pide que vayan a tomar un café.

- He estado pensando si contártelo, y al final... Verás, es que me han hablado de tí desde Plis Consulting. Les ha hablado de tí tu profesor, que eres la mejor del master y la mejor que ha visto en mucho tiempo y parece que están interesados en hablar contigo. Me preguntaron y yo les dije que bueno, que no me gustaría que me dejases el proyecto a medias...

- Hombre, no, yo tengo un compromiso previo contigo, de eso puedes estar tranquilo... la flexibilidad viene por ambas partes, no te preocupes y acordamos que el proyecto lo dejaríamos terminado.

Osea que igual me tiran los trastos laborales... Mierdamierdamierda, tengo que grabar un vídeo, ¡¡pero si odio las cámaras cuando toman imágenes estáticas, ¿cómo voy a hacer un video?

Respuesta: con dificultad. Y sudores. Un gato acabó colocando una pila de libros, sobre ellos la pantalla del ordenador con un powerpoint para hacerme de teleprompter y sobre ella, en tenguerengue, la cámara. La cosa era pulsar el obturador, correr a colocarme y empezar mis cinco minutos de ignominia, que diga, de Guachitud.

"Hello, I'm gato and ..."

Podría haber sido más horrible. Podría haber tenido que grabarlo sosteniéndome sobre los dedos gordos de los pies como las bailarinas, o desnuda, y entonces hubiera sido peor... ¡¡Pero Be, cómo lo haces!!

Mi concepto de "hacer las cosas bien" se quedó aparcado. Si no hago suspensión del juicio no envío nada, así que terminé en plan Ed Wood (¡¡A positivar, a positivar!!) y lo llevé a Plis Consulting. Una señora muy simpática tomó el sobre, comprobó el contenido (un CD maldito y un formulario) y me despidió.

En el descansillo el ascensor no venía, y a través de la puerta escuché:

- Gato de Chershire. Sí. Mil novecientos setenta y siete. Morena, muy guapa. ¡¡Jajajaja!!

¿¿Pero éstos no buscaban talento guachisplein?? ¿¿Esto qué es?? Ay dior mío, lo saben todo, ¡¡tienen el vídeo!!!

La consecuencia es que estoy liada de lunes a sábado, con prácticas y clases, y las noches y fines de semana (a partir del sábado por la tarde) haciendo trabajitos y mierdas varias para terminar el master. Porque todas las oportunidades de curro están relacionadas en este momento, así que tengo que estar perfecta en el master, perfecta en las prácticas y perfecta en el programa Guachisplein. Lo peor es que constato que estoy siendo atentamente observada en los tres ámbitos.

Esta tarde me ha llamado Misia para ver como estoy (qué encanto, y ella con sus oposiciones...). Y se lo he dicho:

- Pues... ¡es que vivo en un escaparate! ¿Sabes? Estoy... ya sé, ¡Soy como una p*t* de Amsterdam, vivo en un escaparate! ¡Ahora sé lo que sienten!

En fin. Espero que me compren. Un baile al menos. Pero que tengan muy clarito que nada de besos...


*Versión manga de "como p*t* por rastrojo"

martes, 12 de enero de 2010

Ice ice baby!

Este post va de hielo. Sin fuego.

[Inciso: Querido George R. R. Martin, que acabo de terminarme el tomo cuatro y al final del librote dices has escrito mogollón, y que a ver si el año que viene sacas el siguiente tomo, y bla bla... quería recordarte que la edición en castellano salió en 2005 y estamos en 2010. Que ya te vale. Como tengas el mal gusto de diñarla sin sacar el libro y dejes que algún vástago se haga cargo del tema, me cago en tus muelas. Que ese libro es más ansiado que la muerte del Doctor Andrade en Topacio.]

Pues éso, hielo. Que me he acordado de la canción, y de que ésto lo bailabamos en la disco de verano Canadians de Alpujarrete de arriba, sí señor, con los pasos arrastrados para atrás. Qué horror, qué tiempos. Y me he acordado de que además del hielo de Vanilla Ice tuve un encontronazo estúpido con otro tipo de hielo. Hacía un calor espantoso y mi hermana me pidió otro hielo para su cocacola. Fuí a la barra, bien mandada, y le dije al camarero:

- Que si me puedes echar un hielo.

Entonces, se descojonó con su amigo.

- ¿Quieres un hielo... o un cubito de hielo?

- Dos, quiero dos cubitos de hielo, por favor.

Puto catedrático de la lengua, con camisa de rayas remangada a lo Tom Cruise en Cocktail, tú...

En fin, puedo seguir relacionando estupideces con hielo, pero mejor me atengo a los hechos. Hoy vivo en Madrid, y aquí hace frío. Leoncio lleva dos días enterrado en nieve y cuando paso a su lado, me huele y gruñe. No le advertí que salir de la isla podía significar ésto...

Si no llueve, nieva. El cesto de la ropa estaba a reventar, y yo, cual maruja atribulada, ya no sabía qué hacer con mi vida.

Entonces, un buen día (como en los cuentos) el cielo apareció sólo medio gris (no gris entero). Y dije, hete aquí que voy a poner una lavadora. El carácter frío de mi casero le impidió poner una lavadora nueva cuando vinimos -y teniendo en cuenta que la nevera que sí compró hace hielo ¡más hielo! desde el segundo día, aún no nos hemos decidido a pedirle un cambio-. No centrifuga demasiado bien y la ropa tarda en secarse mucho. Máxime cuando hace tanto frío.

Porque cuando hace tanto frío como ahora, la ropa no se seca; se congela, y una camisa del curro puede quedarse así...

Una camiseta blanca está colgada para los restos...

Y la ducha se convierte en la cámara de descongelación.


Finalmente optamos por tender dentro de casa, con el riesgo de resfriado consecuente. Pero entonces descubrimos que a Moira no le gusta que tendamos la ropa dentro de casa.

Qué duro es ser madre y maruja en invierno...

jueves, 17 de diciembre de 2009

Atrapada en las redes

Un gato, como todo kiski, tiene invitaciones miles para participar en redes sociales del intenné. Despues de varios ataques acabó por hacerse un perfil en el feisbuc. Tiene un perfil inactivo en hi5 y al tuenti ya se negó por completo. Y presumía de no tener contactos indeseados entre sus amigos, porque no añadía a los compañeros de trabajo ni futuras incomodidades.

Hace tiempo tuvo invitación para entrar en otra, el linkedin, que es como más seria y más profesional, dónde va a parar. Se resistía, porque cada vez que entraba, detectaba a través del mail a gente como la mercenaria, de la categoría de trabajadores "farándula empresarial".

[Farándula empresarial es el término que acuñó un gato para describir a ese tipo de gente que trabaja menos que el sastre de Tarzán pero se vende muy bien, y se caracterizan por ganar mucha pasta, autodenominarse líderes de proyectos sin hacer ni el huevo en ellos (ni empujar, ni organizar, ni nada), convocar reuniones estúpidas en las que usan el powerpoint hasta para toser y repiten decálogos estúpidos de gestión empresarial de última generación aprendidos en escuelas de negocios muy caras. En mi tierra, a un miembro de la farándula empresarial se le denomina habitualmente con la palabra "farfollas"]

Pero al final ha entrado en linkedin por recomendación de Anómalo. Y se ha encontrado allí con que tiene la friolera de 7 contactos, pero ya tiene localizados a otros 5 a los que no quiere ver ni en pintura. En la vida real uno camina rápido, mirando al infinito como si no hubiera visto, o entra repentinamente en una carpintería que tiene al lado, o se suena la nariz, tapándose con el kleenex hasta los ojos. Pero, ¿Cómo se hace uno el longui en internet?

No ha sido en linkedin, sino en feisbuc, donde he tenido un percance. Una amiga -por decir algo- de una de mis múltiples hermanas, me añadió hace unos días.

[Recuerdo que mi hermana me pidió hace un par de años que les llevara a algún sitio, porque iban a estar una semana en Mallorca. Así que les hice un poco de guía turística a Pepi, su marido, su hermano y su novia aquellos días. Recuerdo que eran taaan chonis que yo pasaba vergüenza. Porque si pesas 82 kilos y mides metro y medio, un top de tul trasparentoso que no te tapa ni las tetas ni la barriga no es lo mejor que te puedes poner. La cuñada era como un elefante con tutú, que además, en cualquier sitio iba preguntando dónde podía comprar porros hasta que consiguió que les dieran chocolate para tres petardos. No se terminó ahí la cosa, porque entonces se lanzó a pedir cigarros y papel. Por otra parte Pepi y su marido se disculparon por el comportamiento de los cuñados al día siguiente y me cambiaron la petición de porros con la narración de su noviazgo, conversión de él en ilegal para quedarse y estar con ella, la muerte de su abuelita -llanto incluido-, retenciones policiales en el aeropuerto, consecución de boda y nacionalidad y finalmente, crisis matrimonial. En fin, sus vacaciones terminaron, con espanto de lo cara que era Mallorca y mi descanso empezó justo después.]

Al final Pepi se separó. Bueno, su marido se ha largado a Sudamérica y no le concede el divorcio. Hacha, desde Sevilla, me lo advirtió tarde:

- Va a venir a Sevilla y yo creo que se nos planta en casa. ¿Te ha añadido en el feisbuc?

Pues sí. Y la acepté. Y esa es la historia por la que tengo a una choni de fotos ahumadas y labios perfilados en marrón en el feisbuc.

Mister Fantántrico me dijo hace un par de meses "ése es más falso que un amigo del feisbuc" y me descojoné. Ahora veo que no es cosa de risa. Dependiendo del número de amigos que el interfecto tenga, se le puede eliminar como contacto esperando que no se percate. A mí me consta que alguno me ha borrado de su feisbuc y lo entiendo. Nos puede pasar a todos... ¿Que no? Repasa, repasa en tu red, y cuéntame a quién tienes que no te atreves a borrar: exnovio/a, compañero de trabajo indeseado, absoluto desconocido que un día se coló, la de la foto con cara de golfa enseñando las tetas desde arriba, la que parece un perrito pachón...

Y si no encuentras a nadie, espera y verás.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Fenómeno pescadilla

Para ser una denominación de un hecho complejo y abstracto corroborado por las experiencias vitales de un gato, no tiene mal nombre. El fenómeno pescadilla no es algo nuevo. Un gato, ni lo ha inventado, ni lo ha descubierto. Sólo lo ha experimentado.

Mis zapatillas ex-blancas.


Se manifiesta en situaciones como la siguiente... Un gato tenía una gata, que parió en este blog, se mudó a la Gata Perlada, a la que Zagloso y Perli adoptaron para rescatarla del caos vital de un gato y que se quedó con ellos allí en Mallorca. Una que tiene un trocico del corazón de un gato. Y ahora un gato vive en Madrid. Misia y Anómalo se fueron de vacaciones, así que dejaron a su gatina en la Gata Rebilada. Rebi estaba encantado con nuestra huesped. Y entonces vinieron la Perli y el Zagloso a Papúa, donde nos vimos y comimos y paseamos por las preciosas tierras del Zagloso, pero sin Akira, que se niega a montarse en el avión. Y con un giro magistral, mientras el Rebi le rascaba la cabeza a una gatina leoparda en la Gata Rebilada, la cabeza de Akira era rascada a su vez por Misia y Anómalo en la Gata Perlada. El fenómeno pescadilla.

Aquí otro ejemplo: hubo un día en que Misia y Be vinieron, hace ¡¡tres años ya!! a la isla en la que ya no estoy y nos conocimos y lo pasamos pipa. Por cierto que Be vive con el Hombre Malo. El Hombre Malo es un hombre malo y pese a que no debería tener amigos por ello resulta que sí que los tiene, y aún más os digo, que el Rebi es uno de ellos. Y yo me lié con el Rebi y ahora compartimos lavadora. De suerte que el Hombre Malo le regaló una camiseta roja al Rebi que fué a parar a la misma lavadora que mis zapatillas, que ahora son rositas... ¡¡¡COMO LA CHAQUETINA ROSITA DE MISIA!!!

¿ACASO NO VÉIS LA CONEXIÓN?

Exacto. El fenómeno pescadilla. Si ya lo decía Úrsula de Buendía... que el tiempo da vueltas en redondo.