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domingo, 8 de diciembre de 2013

La lista de Gato

No es exactamente como la de Chinl... Schill... Sinch... no es como la de la peli ésa de los judíos. Que a los de esa lista los apuntaban para salvarlos. En la lista de Gato los que hay apuntados lo están para darles un calamonazo en to el colodrillo, porque se lo han ganado a pulso.

Pero... ¿Por qué esa lista? ¿Por qué ahora? Pues porque el mundo da vueltas en redondo, que decía Úrsula Iguarán, y cuando menos te lo esperas tienes noticias de aquel por quien no preguntas desde hace años.

Resultó que mi hermano Fafo vino a verme a Madrid, para sacarme de mi embrutecimiento llevándome a exposiciones de arte y sucedáneos - y para inflarme a vino, no todo iba a ser tan elegante-, y quedó con una amiga suya que vive aquí en Madrid.

Esa amiga vivió unos años en Granada, y curiosamente coincidió en un trabajo de unos meses con mi primer ex. Bueno, coincidió en más de una cosa, porque medio se liaron -poniéndole con ello unos cuernecicos la mar de graciosos a la que, si no me equivoco, acaba de ser la madre de su bebé (niño o niña, yo qué sé...)-.

Pero lo grande no es que me encontrase yo con esa chica -muy guapa, por cierto- y supiera del tonto l'haba aquel años después. Lo grande es que el tonto l'haba le dijo a esa chica que Gato había sido el amor de su vida, y que la había perdido porque se había portado muy mal.

Vale. Te estás liando con una tía, intentando echarle valor para dejar a otra de la que no estás enamorado -y a la que has acabado haciéndole un niño, toma castaña-... ¿Y te pones a hablarle de una ex calificándola del "amor de tu vida"? Ni muy listo, ni muy delicado. Pero punto dos... ¿En qué universo paralelo se trata durante años con la punta del pie al amor de la vida de uno? Porque chico, no tiene ningún sentido que todo aquello fuera amor...

El caso es que no es la primera noticia que tengo de tío que ha estado conmigo, me ha tratado fatal o me ha roto el corazón, y después ha lamentado durante años haberme perdido. Que tengo en la lista cinco -contando algún tontaina de corta duración-. Y yo me pregunto... ¿Es que sólo me voy a liar con gilipollas toda mi vida?

Al final mi medre va a tener razón, y va a ser que tengo muy mal ojo. Y aunque estoy haciendo un gran esfuerzo, algo me dice que esa lista no está terminada.

Por si acaso, para disuadirme a mí misma de volver a caer en serio con ningún imbécil que me vaya a tratar mal, estoy por bordar la Lista de los Gilipollas con hilo dorado y ponérmela con imanes en la nevera. Igual tiene un doble efecto disuasorio: para que no me enganche con gilipollas nuevos y para que no me líe a bocaos con el fuet.

lunes, 16 de julio de 2012

Hold on...


Al despertar, duelen los ojos. Un poco secos. De la sal.

La botella de vino con Adalias dio para reír y para llorar. La sabiduría de su abuela nos consuela a las dos. La mayoría de la gente viene a este mundo para crecer, reproducirse, y llevar la vida que esperan. Otras personas vienen para vivir otras cosas.

Ahora toca caer. Ya sabes cómo funciona. Después de la subida, venía ésto; no me digas que no lo sabías. Volverás a subir, pero ahora, toca bajar. Coge aire y así gritas a placer.


Me acogió en su casa y dormimos juntas en la misma cama. No flipes muchacho, si pasas por aquí: no nos tocamos libidinosamente. Pero mola volver a escuchar la respiración de otro al dormir, aunque tengamos cada una nuestro sueño revuelto.

Nos levantamos, me invita a un zumo, rechazo el desayuno porque tengo que ir a casa; que tengo invitada a comer y a la piscina. El pensamiento que lleva instalado tres días en mi cabeza se mantiene constante, debajo del zumo, tras la conversación sobre los sueños, mientras camino por la calle y aunque trato de silenciar mi murmullo interior subiendo el volumen de mi MP3 y me acompañan dEUS, the Strokes, Patrick Wolf, The Kinks, Them, Pixies, Muse, The Doors, Massive Atack, Bowie. Cantadme fuerte, por favor. Y ellos me cantan, pero no acallan el rumor interno que pugna por mantenerse firme, como la verdad que lo provoca.
Encuentro una tienda de rebajas. Son trapejos, pero me hace ilusión. Busco colores y me los pruebo. Le gustaba que me vistiese de colores. Este vestido anaranjado me sienta bien. Un poco más corto de la cuenta… Lástima que no me lo vaya a ver.

Salmorejo, entrecot, baño en la piscina, charla, risas, un poco de trabajo. Shhh, espera, todavía no. No tienes que hacerlo. Más tarde, si éso, pero ahora, aguanta un poco más. Mi compañía se marcha, no sin ofrecerme más su tiempo y su oreja, por si necesito algo. No, estoy bien. Ahora haré ejercicio.

El MP3 se encarga del silencio. Yo de darle a las piernas. Corro sobre la  elíptica sin que la serotonina llegue a contrarrestar la amargura. Nada grave, es como beber agua después de  comer melón. Un par de explosiones de llanto mientras corro y decido parar después de ochenta minutos. Mañana voy a estar baldada. No, un mensaje no es buena idea. Llamar tampoco. Todavía no, ahora debo tintarme el pelo; Gato, deberías prepararte física y mentalmente para esa entrevista del miércoles. Quién sabe, debes estar bien. Cambia el foco de atención, no pienses en ésto… ahora no, mejor tíntate el pelo.

Y con el tinte en la cabeza me hago la cena. Son las doce menos diez. Perfecto. No es hora de llamar ni mandar ningún mensaje a la gente de bien. Ahora a enjuagar ese tinte,  ducharse y dormir como una  bendita. O casi. También para dormir, bendito sleep timer en el MP3 y el “( )” de Sigur Ros.

Mañana será otro día. Hoy ya está.

jueves, 14 de junio de 2012

Sobremesa de tupperwares

Tengo un compañero que es un guasón. Siempre anda haciendo bromas, pero lo mismo te suelta un chascarrillo que te dice sin pudor ninguno que se ha separado.

Quería tirarse a otra, y se dio cuenta de que ese no era modo de tratar a la madre de su hijo... así que se lo dijo y negociaron el divorcio. Hace un par de meses.

Hoy estábamos después de comer en la cocina de la ofi, y las de administración le daban caña:

- Pero ¿cómo es éso de que te bebes un Brugal cada día? No es bueno beber tanto alcohol

- ¿Cómo que no es bueno? ¿Es mejor salir en fin de semana y tomarse diez, pero a diario no? Yo llego a casa, me salgo a la terraza, me pongo a fumar un piti con mi Brugal... y en la gloria. ¿Qué tiene de malo?

En ésto entra uno de los jefes, Raravis. Pero las chicas no se cortan.

- Amos tío, un brugal al día... no es normal, no me digas...

El muchacho se corta con la presencia de un superior.

- Bueno, no siempre me bebo uno...

- ¡A veces me bebo dos! - le remedo, y él se descojona.

Yo creía que era porque le había hecho gracia. Pero no, era porque le acababa de dar excusa y me la iba a devolver.

Raravis interviene, mirando el café en vaso que se ha puesto el artista:

- ¿Y cafés, cuántos te bebes?

- Cuatro, o cinco al día. Antes, cuando estaba casado, mi ex y yo nos bebíamos una Coca-Cola de dos litros en cada cena. Las compras del Mercadona eran: un carro de Coca-Colas y alguna bandeja de pechuga, un filete...

- ¿Y bebes estimulantes antes de dormir? -le pregunto yo.

- Sí, claro que sí. Hubo un tiempo en que me tomaba un café antes de irme a dormir. Y dormía igual. Yo es que soy así, me tomo un café y duermo... duermo como tú. Vamos, que duermo solo.- y diciendo ésto me da un manotazo de machos en la espalda al que contesto cortésmente con un "Joputa!", descojonada.

Toma ya. Ésto por hacerle bromas a un chistoso.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Mi psicopatita y yo

Después de sufrirlo durante meses, como las hemorroides, en silencio, voy a escribir sobre ello. Este es un post de "it's my party and I cry if I want to", o más bien,"es mi blog y me lo follo cuando quiero". Así que corazones sensibles necesitados de rosa y de historias en las que todo sale bien, debéis dejar de leer desde aquí.


Martínez, fundador de MM (Martínez Mercenarios S.L.) es lo que viene siendo conocido como un puto loco de los cojones. Hoy dice A, mañana dice B, y pasado H. Todo el mundo está en su contra. Todo el mundo es, parafraseo, un "pigmeo intelectual" que no sabe ni atarse los cordones de los zapatos. Puede decirte ahora mismo que te agradece mucho que le escuches e intentes solucionar el problema que se acaba de inventar, y exactamente tres minutos después, decirle a Carol, su secretaria, que no le escucho ni hago nada por él porque no me da la gana.


Y va in crescendo. Como ni familia ni amigos le soportan desde hace tiempo, su círculo se cierra. Así que ha de llenar sus fines de semana con otras compañías. Por éso se dedica a llamar a todo cristo (de la empresa) en fines de semana y festivos, para que vengan a trabajar con él. Como es el jefe, la gente se acojona y le coge el teléfono, claro. Y así tengo yo a una horda de mercenarios y secretarias hartos, quejándose, pero cediendo a los chantajes de este cabrón cada vez que los reclama.


Un gato quiere matar. O al menos, ver morir. Martínez Junior y Raravis se niegan a hablar con su padre. Las excusas son variadas, desde "yo no tengo ascendencia ninguna con mi padre, no va a servir de nada" hasta "no me sale de los cojones".


Pero todo lo que se ve que está fatal y parece insostenible tiene una tendencia inevitable a empeorar, para demostrarme lo equivocada que estaba. Así que, como tres jefes eran poca cosa, esta semana recibo una llamada:


- ¿Gato?

- Sí, soy yo, dime, Luci Mari.

- Te llamo porque, no sé que te habrán dicho mis hijos, pero tienes que ponerle una secretaria a mi marido YA. Porque yo no pienso soportarle un fin de semana más así.

- Discúlpame, Luci Mari... estamos buscando a gente, pero no es posible tenerla tan rápido. La empresa de trabajo temporal nos ha mandado un perfil de una mujer de 47 años, que a Martínez no le ha parecido adecuado. - el hijo de la gran puta las quiere jóvenes, para que además de aguantarle sin cuestionar nada por la falta de experiencia, estén buenas- y sigo buscando. Además de que saldría como a 200 € por fin de semana y tus hijos no están dispuestos a pagarlo, aunque éso sería una solución a corto plazo -mientras encontramos a una pringada, que pringado tampoco le va bien, que necesite aceptar un curro mal pagado para trabajar hasta las 10 de la noche y los fines de semana, aguantando a un ególatra esquizoide-, ya que buscamos a una secretaria a media jornada que cubra cuando Carol termina la jornada: noches, viernes por la tarde y sábados.

- No me digas que con la crisis que hay no vas a encontrar a nadie, será porque no quieras.


Un gato se muerde la lengua. Mucho.


- Estamos haciendo lo que se puede, Luci Mari, tenemos mucho trabajo además de esto. Voy a hacer lo que pueda, pero no te garantizo que hayamos encontrado a alguien antes de este fin de semana.

- Mira, Gato, soy la accionista mayoritaria de Martínez Mercenarios S. L. y tienes que hacerme caso a mí. Me da igual lo que te digan mis hijos, así que consigue a alguien ya. Que se acerca el fin de semana y me lo mandáis a mi.


WTF???

¿Que YO, currante de vuestra jodida empresa, TE MANDO a casa a TU puto marido en el fin de semana? ¿¿Pero es que aquí nos hemos vuelto todos locos??


Mientras tanto, el otro me cuenta que piensa en cuchillos, en matar a su mujer y a sus hijos. Y me entero, por el financiero, de que cierto intento de agresión ya ha sido cometido. Pero como nos gusta demasiado el dinero, negociamos con el loco, tapamos y maquillamos, y seguimos adelante. Que la pasta está por encima de la dignidad, la ética y otras mamarrachadas por el estilo. Éso sí, que las consecuencias de ese pacto perverso las apañe otro. Asalariado a ser posible, que no pueda negarse.


Un gato recomendando psicólogos desde mayo. Mi mayor triunfo ha sido conseguir que el cabrón de Martínez pida cita. Seis meses después. Ahora sólo falta que vaya. Y que le sirva de algo. Casi nada. Aunque mi diagnóstico definitivo es que no padece ningún trastorno de personalidad: se trata de un malvado frustrado porque no cuenta con el poder de antaño para joder al prójimo, y esa frustración creciente le hace pegar las dentelladas y justificarse con mentiras increíbles que sólo él se cree ("tengo un cáncer, me voy a morir y esta empresa se hundirá conmigo", "si hubiera tenido un cuchillo en aquel ascensor, hubiera matado a mi hijo", "tengo demasiado trabajo y necesito una secretaria el fin de semana", "puedo morir matando" y un laaaargo etcétera).


Y yo que pensaba que había vivido mucho y que estaba preparada para situaciones surrealistas en empresa. Chúpate ésta, gato imbécil.

martes, 12 de julio de 2011

Giro mortal

Mi vida ha dado un giro mortal. Para bien. Por primera vez en mi vida, mi compañía telefónica me ha dado algo, y éso es algo nuevo y muy grande.


Con el fijo, me quejé quince veces, hasta que pedí el cambio de compañía. Ni una maldita llamada para preguntarme por qué me iba (cierto es que tenían la información, pero bueno, haced como que os importa...).

El caso es que hace un par de semanas me dijo la Perli:

- Tú y yo nos hemos quedao atrás, hombre. Estaba yo en la rueda de prensa y todo el mundo con sus tables y sus cosas modernas...

Yo aparté ligeramente mi teléfono de la oreja. Bueno, en realidad es el teléfono de hace cuatro o cinco teléfonos de Mister Fantántrico, y todavía me pareció chachi cuando me lo prestó, porque el mío me hacía raros...

Así que me había quedado atrás. Y me dije, con gran reflexión, sabiduría y mesura, a mí misma:

- Por mis cojones que me pillo un Sansun gálasi ("dí neox" "neos" "neox!" "neos!!"), de esos con internet. Y quiero que me lo den gratis.

Así que llamé a mi compañía. Gratis mis cojones toreros: ciento ochenta euros que me cascaban. Miro la competencia. Cien euros menos el gálasi y el nesus (neos!) más barato todavía, y mejor tarifa de llamadas y de internet. Vuelvo a llamar a mi compañía:

- Mira, que me dan el sansun gálasi o el neos más barato que tú, y esta tarifa. Que a cómo me lo pones tú.

Nada, naranjas de la china. Y poseída de nuevo por la sabiduría y calma del Dalai Lama, le dije al Rebi:

- ¡¡Quiero la portabilidad!!

Rebi me miró con cara de "putalocadeloscojones" pero, prudente que es él, me dijo:

- Pues pídesela a moviltar. Pero mira que somos números favoritos y nos va a salir más caro...

- ¡Es que quiero el sansungálasiiiiiiiii, y no me lo daaaaannn! ¡¡buaaaahhh!!!

Y enjugándome los mocos con el tirante del vestido de andar por casa - que luego se quedó tieso y me arañó el hombro-, me metí en la página de vordafone y pedí mi portabilidad, no sin asesorarme previamente con Mister Fantántrico, señor de los móviles y de los pintalabios, sobre el modelo en cuestión.

Me llegó la petición de vordafone y moviltar pasó de mi culo, como esperaba.

Pero hoy me ha llegado un mensaje en el que me decían que podía llamar a un número gratuito para ver cómo estaba mi portabilidad.

- Sí, señora Gato, aquí está la petición. Si no es molestia, ¿le puedo preguntar por qué se va?

- Porque quiero un gálasi ese con tarifa de llamadasy datos a un precio decente y no me lo dais, pero la competencia sí. Y después de más de 10 años con vosotros nunca me habéis regalado nada de nada, ni hecho esas ofertas que hacéis a la gente tan estupendas, así que me voy porque no me retenéis.

- Si me lo permite, voy a intentar hacerle una oferta...

Y la tarifa de datos es un pelín más cara, pero el teléfono me lo regalan, y 500 mensajes al mes durante un año (quién coño envía tanto mensaje), y conservo mi favorito con el Rebi...

Y entonces he visto la señal. Mi suerte ha cambiado. He comprado un billete de euromillones para esta noche y me he venido a casa, derechita a la bola mágica que me regaló Misia, y que contesta a todas las preguntas. Primero la he frotado por arriba para que cogiera las energías y todo éso de adivinar.

- Bola, bolita mágica, dime, ¿quién es la más afortunada de este reino?

-Ya, pero he tenido suerte hoy, ¿me van a tocar los euromillones?

- ¿Mañana vuelvo a ir a trabajar?


- ¿Y por qué no me tocan los euromillones, joder?


- Jo. Al menos, ¿voy a encontrar un trabajo mejor?


- ¿Cuándo?

- ¿Este mes?


- ¿Pero por qué?

- No vale, para una vez que te consulto con ilusión, podías tratarme mejor

- ¡Capulla! ¡Algún día triunfaré y te lo restriegaré por tus líquidos traicioneros!

Pues igual lo del giro en mi suerte tampoco es para tanto. Pero tengo un sansun gálasi que me van a dar en unos pocos días... que se va a enterar la bola.


domingo, 26 de junio de 2011

El cuento del elefantito y las bragas

No debería tardar tanto en postear. Porque al final siempre acabo contando lo peor de mi, y de verdad que no soy así todo el tiempo.

Dedico este post a mi elefantito nuevo, por ser una monada:


¿Verdad que es bonito, haciéndole su homenaje a Dumbo con la pluma en la trompita levantada?


Hale, y ya que he presumido de elefante, os cuento lo que me pasó el día en que lo estrené.


Llegué a mi despacho, el de cristal, con el que todo el open space de los güevos pudo apreciar mis bragorcias de color rosa fuxia. En previsión de futuros accidentes para mi reputación y de riesgos laborales para mis ojos (en trabajo de escritorio, la luz natural debe entrar siempre por el lateral), me rebelé contra la tonta de la decoradora del despacho y me dispuse a girar mi mesa.


El mueble no estaba diseñado para esa otra posición, los enchufes y conexiones de teléfono e internet iban a desmano... pero un gato giró su mesa y se dispuso a arreglar todo el cableado del puesto lo mejor que pudiera. A partir de ahora, nadie me vería las bragas -excepto Rebi, Moira, el médico, mi depiladora, cualquier amiga que viniese a casa...- ¡NADIE!


Y así anduve afanada en cuclillas, improvisando presillas con trozos de celofán para evitar que se me enredasen en las ruedas de la silla. Cuando hube terminado, nos levantamos satisfechas. Las dos. Mi falda ligera y vaporosa, enganchada en la puta trompa del elefantito que colgaba de mi cuello, y yo.


Casi rompo la tela al tirar de ella para devolverla a su sitio.


Sí, me ha dado por enseñar las bragas. Otros juegan al warhammer 40.000.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Como los salmones

Como siempre, vaya. ¿Que hay que hacerlo? Pues tú con el agua de contra.

Así que este fin de semana nos enfrentamos a mi mudanza nº N, de cuando n tiende a infinito (ya sabéis, el ocho tumbao), despues de haber hecho una limpieza peor que la de la mierda de la Toñi -sí, verídico- y después del fin de semana tengo mi lectura del trabajo de fin de máster.

Para animarme recibo ayer un mail en que cierta figura de poder (que no de autoridad) en el master, me dice que no sabe ni como me han dejado presentarme, que mi trabajo es deficiente y un borrador. Y entre los componentes del tribunal me ha colocado a la versión hijoputa de Rainman, a un señor teletrasportado desde los años sesenta que se empeñó en enseñarnos la técnica del brainstorming (y en la lluvia de ideas gritaba ""NO, ÉSA NO VALE!!"), y a una profe cuya asignatura me quedé con ganas de cursar, pero vamos, que no sabe de mí nada... de nada.

Un desastre. Y yo que les tengo que hablar de la teoría del caos en las ciencias sociales. Mierrrrda.

jueves, 15 de octubre de 2009

Hasta el infinito, y más allá!

Si embarcamos, claro.

Este puente nos habían preparado la cama en la Gata Perlada, y un cochino en el horno también, así que Rebi y yo llegamos a la T4 más contentos que unas castañuelas. Bueno, contentos despues de habernos bajado por error en la T2 y tener que pillar otro billete de metro para la T4...

- ¿Dónde está nuestro mostrador de facturación?

- A ver, en la pantalla.

- Dice "Autochecking".

- ¿Autochecking? Joder con el ahorro en las compañías aéreas...

Un poco más tarde encontramos el mamotreto rojo de Iberia para hacer el autochecking. Facturamos la maleta y sacamos un asiento para un gato.

- ¡¡Qué bien, pero, jo, no has elegido y me ha puesto última fila!! Ahora tú.

[ Rebilated Verbeneer, su petición de tarjeta no puede ser procesada. Diríjase a mostrador.]

- ¿Cómorrll?

Empleado de Iberia 1: Está en lista de espera. Vaya a la puerta del avión a ver si tiene suerte.

Empleado de Iberia 2: Lo sé, es una vergüenza, uf... (teclea) la verdad... (teclea, pone cara de circunstancias) es que lo tienes mal para entrar. Pero bueno, a veces...

- Mira, es que si él no entra, yo no entro en el avión. Volamos juntos.

- Pues decidlo en la puerta, y si la lista le llega a él, pues bien, si no, alguien entrará en tu lugar y os meterán en el siguiente vuelo, dos horas más tarde. Si os da tiempo, poned la reclamación para que os den la indemnización.

Y ahí estábamos en la sala de embarque, haciendo un año juntos y recitando lo que se convirtieron en nuestros votos:

- Volamos juntos, si tú no montas, yo no monto.

Empleado de Iberia 3: Vale, al final del embarque se esperan, que llamaremos por nombres.

Empleado de Iberia 4: Ésto es un desastre.

Empleado de Iberia 5: Holaquetal.

Empleado de Iberia 3: ¡¡Menos mal que vienes!!

Empleado de Iberia 5: ¿Qué tenemos aquí?

Empleado de Iberia 4 girando la pantalla: Pues mira.

Empleado de Iberia 5: Nomelopuedocreer mecagoensusputosmuertos estoesunavergüenza... bueno bien vamos allá... ¡anda que vengo de otro... que tela!

Empezó a teclear con furia, luego se puso a revisar la entrada y cuando llegó el momento del overbooking se sentó y empezó a contar tarjetas de embarque y folios impresos. Contó varias veces, pero alguna gilipollas le llamaba para preguntarle tontadas y acabó mordiendo los folios, los excedentes de pasajero le hacían preguntas y tenía que volver a empezar. Tenía más documentos que asientos.

- Perdona, por si os hace lío, que yo soy la que no embarca porque mi novio no tiene asiento, que si el no monta, yo no monto en el avión...

- Ya, ya, lo sé.

Y volvía a contar el pobre. Al final le llamaron. Un asiento libre. Rebi era el segundo de la lista. Pero no llamó al primero. Nos miró y nos dijo:

- ¿Apellidos?

- ¡¡Verbeneer Plutónic!!

Y corrimos hasta el avión y el Rebi viajó en la primera fila y un gato en la última.

Y luego llegamos a la Gata Perlada y fuimos felices y comimos perdic... comimos pa amb oli de lengua y cecina, y calamares plancha con picadita de ajo y perejil y ralla frita, y gochín confitado y torrada de panceta y lomo y butifarrones en casa de Tretze y crema de calabaza y alitas y butifarrón en casa de Nayuana y Nánür, y ensaimada de nata y tarta tatín de plátano y dios mío qué gordos somos. Y felices.

P.D. Para la vuelta la Perli y el Zagloso nos dejaron hacer el checkin onlain.

martes, 19 de mayo de 2009

Be duele la gadganda

He cogido frío. Así, voluntariamente, he ido cogiendo frío y poniéndomelo sobre el cuerpo, a cachos, y he conseguido un bonito picor y dolor de garganta y oídos.

Es que se me ha roto el calentador de agua.

Primero he practicado la ducha en porciones, como los quesitos: primero el pelo y luego el cuerpo.

Cuando me empecé a sentir mal, he empezado a usar el baño polaco: culo, güevo y sobaco.

Y ya estoy harta. Porque me duele la garganta, y la espalda, y el agua fría moja más que el agua caliente, la piel de las manos y los dedos se arruga el triple y he entrado, como todos los niños y todos los viejos, en esa legendaria temporada de secano.

No me quiero lavar.

Me he acordado de un amigo que entraba en la ducha, le daba al grifo un rato, se mojaba un poco el pelo y salía con la toalla puesta como si se hubiera duchado.

A otro lo pilló su madre con el chubasquero puesto dentro de la ducha, para no mojarse.

Tanta pereza me da mojarme ahora mismo, que no sé si meterme en la cama porque estoy enfermita de resfriado o pedir permiso a la Perli y el Zagloso para lavarme con agua caliente en la Gata Perlada. Que tengo los pelos a lo Kurt Cobain ya, desde el domingo sin lavar. Jo.

viernes, 13 de marzo de 2009

Podría haber sido peor

Un gato y un cerdifante mancillado se fueron a la polisía. Y al llegar se dieron cuenta de que quizá no era tan fácil como confesar toda la verdad… había un dispensador de turnos y cogieron el suyo: el 7.

En la pantalla rezaba 99.

“Bueno…! No será mucho!”

Alrededor había una rumana maltratada (no es que la chica fuera contándolo, es que luego salió un poli (pa darle con la LOPD y el tomo nº 1 de una enciclopedia de psicología en los morros) gritando:

- ¡¡POR FAVOR, LA CHICA MALTRATADA!! ¡¡LA RUMANA!! –mirándome- ¿Es usted?

La chica fumaba fuera.

Mientras tanto una pareja de señores mayores preguntaban sus números a todo el mundo, una dos amigas con el nº 99 hacían gestos de aspaviento porque hacía media hora que les tocaba, la niña de la rumana jugaba con un paisaje-pompa de purpurina, un argentino me miraba de soslayo las piernas y un cordobés de Cabra contaba que era la segunda vez que venía, pero que si no fuera por que le habían robado el pasaporte y tenía miedo de que le cambiaran la foto, pasaría de denunciar. Tras la mampara un policía explicaba a una chica que si había un segundo matrimonio en República Dominicana podía ser, pero que en España era ilegal casarse dos veces, que en España él no podía tener dos esposas.

- Yo tengo el siete… Esto lo hacen para que baje el índice de delincuencia.

- Huy! ¿Tú de dónde eres?

- De Graná.

- Por el acento!

- Bueno, en realidad apátrida.

- Yo soy de Villena!

- ¡Otro de Córdoba!

- Llevo ya cuarenta años aquí.

- Entonces eres mallorquín ya, hombre...

- Pero el acento no lo he perdío…

Y llegó el 00.

Dos horas y media más tarde, un gato y un cerdifante pasaron a una mesa con un agente. El agente escribiendo de lado y el gato dándole consignas de prevención de riesgos.

- La pantalla está muy baja y tienes que torcer el cuello para mirarla, y tienes el teclado a un lado. FATAL.

- No, si ya la tenemos aquí puestas… -y me levantaba las cejas con gesto de “me vas a tocar las narices cuando yo te diga”.

Le narré toda la historieta, mi cerdo, el jamón y los pendientes estaban, no me lo creía, llamé al casero, Rebi me dijo que pusiera un calcetín.

No consintió en ver la prueba del delito, mi pobre cerdifante, porque lo tenían que ver los del CSI. Imprimió la denuncia para hacérmela comprobar:

“ que tras lo ocurrido, el casero de la dicente le dijo que pusiera un calcetín tras la puerta de entrada al inmueble cada vez que abandonase el mismo y si lo encontraba fuera de su lugar, se podía cerciorar si alguien había entrado en el mismo”.

- ¡¡No fue mi casero, ése fue mi novio!!

- Pues no le vamos a quitar el mérito a su novio. Ahora lo cambio y lo imprimo de nuevo.

Y corrigió: “que tras lo ocurrido, la pareja sentimental de la dicente le dijo que pusiera un calcetín tras la puerta de entrada al…”

Al día siguiente vino el CSI a casa. Llegaron al quinto jadeando.

- ¿Ven? Por eso digo yo que tiene que ser alguien de aquí, que un ladrón se cansa antes de llegar…

- ¿Cuándo cambió la cerradura?

- Hará unas tres semanas.

- ¿Ha entrado más gente aquí desde entonces?

- Pues mi novio… y hace poco hicimos una despedida de soltera… vinieron muchas amigas… eso lo dificulta bastante ¿verdad?

- Pues… no merece la pena que tomemos huellas.

- ¿Y mi cerdo? ¡¡Tienen que haberlo manoseado mucho!! –y les mostré el único billete de 5 que habían dejado, estropeado por el cuchillo.

- Es que… aunque esté pintado… es una superficie rugosa.

Me encogí de hombros.

Y así se acaba la historia.

Me refugio en la justicia poética, y en que un día será al contrario y me vendrán regalos… y en que lo de la rumana siempre será peor. Tener que fumar en la calle para poder entrar luego y contarle a un señor con la inteligencia emocional de un zapato algo muy complejo y desagradable en una lengua que no es la tuya. Cerdifante está de acuerdo.

domingo, 8 de marzo de 2009

Podría ser peor

- Mmmmhhh, es extraño. Juraría que había dejado el sobre con el dinero y las facturas aquí.

Y Gato Holmes revolvió la casa entera buscando el sobre. Bueno, revolver su casa entera es cuestión de media hora, así que por precaución, la revolvió tres veces.

- Mmmmmhhh, ¿Habrá venido el casero, y como le dije que dejaría el sobre, lo ha cogido?

Y cogió su teléfono y llamó al casero sindicalista (sí, estoy rodeada).

- ¡Hola casero! Soy gato. Mira, ¿has venido tú a casa y has cogido el sobre que te preparé con el dinero de la luz y el gas?

- No, yo no he ido a tu casa…

- ¿No? Mmmmmhh… bueno, seguiré buscándolo. Es que lo tenía aquí encima y hace dos días que no lo veo y no lo encuentro… Bueno, ya aparecerá.

- Me estás asustando…!

- ¿Asustando? ¿Por qué?

- Pues porque yo nunca he cambiado la cerradura de la casa.

- ¿Qué? ¿Estás diciendo que puede haber entrado alguien?

Así que Gato Holmes empezó a mirar sus cosas. Las joyas (juas, los pendientes de plata de la abuela y el anillo de jelou kitty) estaban. La tele de plasma que nunca me he comprado no se la habían llevado. El DVD que no tengo, tampoco. Ni la Pleiesteishon que jamás tendré. Es lo bueno de ser pobre, que no pueden robarte demasiado. Claro que el jamón seguía colgado en la cocina. Y Cerdinstein estaba en su sitio. ¿De verdad han entrado a robar? ¿O soy una alcornoque y he tirado el sobre a la basura?

Entonces Gato Holmes observó la casa: estaba desordenada. Exactamente igual que siempre. Se rascó la barbilla…

- Mmmmhhhhhh…

Decidió llamar a Watson.

- ¡¡¡Jooooo!!! ¡¡¡Creo que me han entrado a robar y se han llevado el sobre con 78 euros que tenía para el caseroooo!!! ¡¡¡¡BUUAHAHAHAAAH!!!!

- Cariño, ¿Tienes botellas de cristal vacías?

- Sí.

- Pues ponlas delante de la puerta, así si entra alguien, se caerán y te enteras.

- ¡¡¡BUAAAHAHAHAHH!!!

- No llores cariño, mañana cojo un avión y voy para allá. Tranquila.

Al día siguiente Gato Holmes y su rebilo amigo Watson inspeccionaban la casa.

- Podrían entrar por la terraza.

- Cierro siempre con llave.

- Pues sólo pueden entrar por la puerta.

- Elemental, Rebilo Watson. Sí, tienen llaves.

- ¿Has hablado con el casero?

- Sí, dice que ha pasado gente muy rara por aquí.

- Cómo mola.

- Sí, cómo mola. Pero los de abajo vivieron aquí. Pueden conservar llaves. ¿Quién lo puede tener más fácil? El casero dice que no, que son muy buena gente, pero yo creo que tienen que ser ellos.

- Pues vamos a comprobar que entren.

- Sí, yo he pensado en poner un montoncito de harina detrás de la puerta y cuando entren, la moverán –vale, era una idea estúpida pero fue la primera que se me ocurrió. Luego mejoré y pensé incluso en el artilugio que les tira un cubo de pintura en la cabeza, a lo “Solo en casa”.

- ¡¡Halaaa!! Pero niña, pon una media o un calcetín, que no se note…

Y Watson acompañó a Holmes el fin de semana para consolarla y después se volvió a Plutón.

Holmes, cada mañana ponía el calcetín tras la puerta, y cada tarde comprobaba que seguía en su lugar antes de abrirla del todo. Y pasaron unos cuantos días. Hasta que un buen día (bueno, en realidad fue un mal día, venía del trabajo después de esta bronca) asomó la cabeza y vió el calcetín deslizado todo el arco: HABÍAN ENTRADO.

Volvió a comprobar, joyas, jamón, Cerdinstein. Todo en orden.

No lo entendió. Aunque se quedó más tranquila de saber que no estaba loca, no había tirado a la basura un sobre con 78 euros.

Tomó medidas de la cerradura y se fue a comprar una nueva a Ferretería Mateo que tienen de tot y mes y mola mil. Y volvió a casa con su supercerradura nueva y un par de destornilladores y unos alicates que no pudo evitar comprar. Toda mujer debe tener de fondo de armario cinco camisas negras, una falda de puta, dos pares de tacones de vértigo, un destornillador normal y otro de estrella, alicates y martillo. Y con eso está preparada para la vida moderna.

Cambió la cerradura, cogió su llave nueva… y dio el caso por cerrado.

Hasta ayer.

Porque ayer tuvo un despertar revuelto porque antes de ayer estuvo haciendo cuentas. Alquiler + préstamo de Leoncio+ seguro de Leoncio+ impuesto circulación+comer+gasolina+viaje a Papúa= -300. Y eso tirando de tarjeta.

La última ver que Cerdifante se suicidó me sobró para pagar los 500 euros de la fianza de este piso.

Esta vez Cerdinstein tenía una sorpresa… Mis ladrones lo habían mancillado. Habían dejado un puto billete de cinco euros rajado por varios sitios de intentar sacarlo con el cuchillo… y en total había menos de 20 euros.

Quizá creéis que tengo mucha imaginación… Pero desgraciadamente no tengo tanta. Quiero calzarme mis zapatitos de Dorothy.

lunes, 12 de enero de 2009

Desafío Beta 09

El año pasado me hice una serie de propósitos de año nuevo (Tres. Triple Desafío Beta que me hice... ahí... por vacilar...)

El caso es que he obtenido un 33% de éxito. He dejado de fumar (de cuando en cuando cae algún pitillo, pero son cosas sin importancia). Me propuse perder tres kilos y he empezado este año, no con tres: con cinco kilos de más. Y me propuse levantarme temprano y estar todos los días a las 08:00 A.M. como un clavo, en el trabajo. Ya no llego a las 10:00, ni a las 10:45... pero a las 08:00 tampoco. Voy llegando a éso de las nuevecilla... y a veces media hora después.

Así que voy a revisar mis principios y voy a intentar poner algo más de cordura. Hay que tener en cuenta las circunstancias, hay que sopesar los agentes externos, hay que contar con las debilidades propias de un gato... En este momento, un gato tiene que enfrentarse a despidos masivos, teniendo en cuenta además que una de las posibles nominaciones es la suya propia (los alienígenas me aman, cada vez más, y existen pruebas de ello).

Así que...

Desafío Beta 2009:

- No volver a fumar éste año. Creo que es algo razonable...

- Ser más realista. Asumir que mi peso ya no son 62 kilos es lo más inteligente que puedo hacer.

- He contratado a Sberrow, que sí que llega a las 08:00 como un clavo (o éso creo. Nunca estoy para comprobarlo). Así que en cierto modo he conseguido mi objetivo.

Y por último, y el más importante de todos. Me perdonaré el año que viene si sólamente llego a conseguir este desafío:

Dejar de hundir empresas.

Sberrow, tú también eres el quinto elemento versión chunga. Únete al desafío Beta y cambia el curso de la historia económica de las Balears. Tírate el moco, tía.

sábado, 20 de diciembre de 2008

El caos que viene

Este diciembre no me conviene pensar mis propósitos de año nuevo. Lo que acontecerá después del 31 será otra cosa. Estoy por, después de las campanadas, escupiendo pellejos y huesos de uva, ir repartiendo besos diciendo "feliz caos nuevo".

¿¿¿ POR QUÉ, POR QUÉ A MÍ???

Perdón Sberrow.

¿¿¿POR QUÉ, POR QUÉ A NOSOTRAS???

Estoy de vacaciones y sin embargo despierto en la mitad de la noche, bañada en sudor, y no por el motivo que me gustaría.

Mi último día de trabajo del año fué terrible, pidiendo consejo (en realidad excusándome) a Garrapata Girl porque no iba a entregar algo a fecha de 30 de diciembre. Que me lo pidieran con un día de margen antes de mis vacaciones, con mil cosas más para finalizar antes de irme, y sin saber cómo hacerlo... eran mis argumentos. Garrapatina no me contestó al mail. Ni me devolvió la llamada. Esperaba ansiosa el momento de programar mi "out of office" esperando que la respuesta, dilatada, finalmente no llegase.

Mientras, un recibimos un mail, destino "all users". Del teniente general alienígena. "Pajarraco se marcha hoy de la empresa. Le deseamos suerte en su futura trayectoria profesional".

Tres minutos más tarde, otro de Pajarraco "Hasta siempre". "Blabla blaaaa, suerte en este 2009 lleno de retos bla bliblaaa... yo voy a encontrar nuevos retos profesionales... blablaaa... grandes profesionales de los recursos humanos que sois... blabla..."

Puto cagado de mierda. Ni siquiera ha tenido la decencia de despedirse personalmente con el porculo que ha dao. Claro que si lo tengo enfrente igual le escupo...

Resultado... Los alienígenas y alienigenizados nos odian cada vez más... Churrascomán prepara nueva ofensiva y el caos se acerca... El Gato busca trabajo locamente allende los mares...

Lo dicho, querida Sberrow: actualiza tu currículum y feliz caos nuevo. Y próspera cesta de navidad. Que por cierto, que si sobra la cesta del despacho, te la llevas a casa sin que te vean. Que algo bueno tiene que tener trabajar para recursos humanos en esta puta empresa.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Año de chinas, año de pollos

Fafo de Chershire volvió de pasar unos meses trabajando en Portugal, cargado de regalos. Al gato le dijo en la navidad de 2006:


- Anduve por Oporto, cargado de oporto, busca que te busca y por fin encontré el regalo perfecto para tí.

Y le extendió la mano con una caja alargada. Un gato abrió la caja y allí encontró algo que la acompañaría de manera persistente durante el año venidero:



Las chinas. El calendario legendario de las chinas. El 2006 se cerró con un portazo de mala hostia y el 2007 empezó con el pitido de oídos de una noche de bafles. La resaca duró meses, en los que un gato llegaba de trabajar a la cocina de La gata perlada, abría una lata de cerveza, se liaba pitillos que fumaba con parsimonia y miraba a las chinas. Y las chinas la miraban desde su puentecito falso y cuchicheaban:

TSUNEKO: Mírala, otra vez está ahí, fuma que te fuma. ¿No te parece que va a volverse loca?
XIU-XIU: Sí, un poco sí que parece... pero bueno, nunca habla, igual sólo necesita pensar
TSUNEKO: ¿Pensar? No hace más que mirarnos siempre... en lugar de mirarnos tanto ya podría salir a comprar algún vestido bonito, con algo de color... que siempre está de luto el gato éste.
XIU-XIU: Algo de color no le vendría mal, no... Por cierto, ¿te he dicho ya que el rojo te sienta divinamente? Pareces una geisha...

Lo cierto es que un gato creyó que necesitaba resetear... pero aquellos meses lo que tuvo que hacer fue formatear el disco duro. Pues menudo cristo tenía liado... y luego reiniciar... y buscar puertos... Tuvo que contratar a un técnico y todo, el cañero, que la dió un par de collejas para que arrancase de nuevo. El método tradicional de hostia al CPU, que tan a menudo funciona.

2007 fue otro año duro, después de 2006. Mirando a las chinas mientras los frentes se multiplicaban.

En 2008 un gato ha cambiado de estrategia. Se ha vuelto más borde, más expeditiva. Un golpe de suerte a principios de año pareció cambiar el signo de cosas, aunque luego llegaron los tiempos de las verdades y los ecos de ocarina.

Y entonces otra vez tuvo que dar un taconazo en el suelo. ¿Shut down? No, Restart. Y a tirar millas.

Y justo después pasa algo tan bueno que no se lo puede creer. Bueno, pues a sonreir.

Y justo entonces, otra zancadilla. Y vuelta al espíritu de caza.

Y ahí vamos, con una de cal y otra de arena...

Anoche Perlita de Huelga, Corresponsal en Palma y un gato se fueron a cenar a un restaurante chino. A la salida les regalaron unas cajitas alargadas de sospechoso contenido. Al abrirlas encontraron ésto:


2009 es el año de los pollos. Y un gato está nerviosa e irritable; ya lo notan Perlita, y Xau y algún blogger más que la tiene que soportar. Pero no puede evitarlo: porque vuelve a tocarle continuar, aguantando velas... como siempre; arrecie lo que arrecie el viento.

Ya podrían darme una puñetera galletita de la suerte.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Cuando suena la ocarina II

Lunes 24, 15:30, Reunión del pajarraco, Caracartón, Churrascomán y un gato.

Se sientan Caracartón y el gato. Frente al gato, se sienta el pájaro. Churrascomán llega más tarde y se sienta frente a Caracartón.

CHURRASCOMÁN: Gato, ¿Te has cambiado el look? Llevas el pelo distinto.

GATO: Sí, es que hoy me he lavado.

(Se ríen. Gato mira al pajarraco, que le sonríe. Gato se pone seria para él y no le devuelve la sonrisa. Pajarraco contra-ataca)

PAJARRACO: Bueno, jeje, estamos aquí reunidos para contraer sagrado matrimonio... jejeje.

(Churrascomán y Gato le miran estupefactos. Caracartón se esfuerza)

CARACARTÓN: Bueno, éso yo ya hisse hase mucho tíempo...

(Pajarraco se ríe la gracia a sí mismo. Es absolutamente patético)

[…]

PAJARRACO: Bueno, el coste de estas liquidaciones es de aproximadamente 300.000 estrellauros. ¿Esta operación está aprobada desde la nave nodriza?

CARACARTÓN: Pues … aún esperramos respuesta del Comandante en Jefe Alienígena.

PAJARRACO: Jeje, pues primero veamos que tenemos esta pasta, jejeje, ¿eh? Primero, ¿eh? show me the money ¿eh? jejej, y después ya miramos el siguiente paso. (Churrascomán y un gato miran al pajarraco con incomprensión. Cómo se puede ser tan cenutrio)

CARACARTÓN: Falemm, y cuando esté aprrobado, ¿Qué he de hasser? ¿Los llamó a mi despacho y les explicarría que…?

CHURRASCOMÁN: Tú NO. Tú no explicas nada

CARACARTÓN:

CHURRASCOMÁN: Ya nos ocupamos recursos humanos, pero tú… mejor no digas nada.

Al término de la reunión, Churrascomán llama al gato a su despacho.

- Firma el nuevo contrato. Confía en mí.

- …

- Dame un voto de confianza y fírmalo. Ya te contaré y me entenderás… ¡Mamir!

(Mamir entra en su despacho)

- Prepara el finiquito de Gato.

- ¡…!

- Dala de alta hoy en Alienosa S.L.

Mamir mira a Gato consternada. Churrascomán repite: “confía en mí”.

Martes, 25, 14:30, en la cantina. Sberrow y un gato están comiendo.

Llega Pozo de Sabiduría y Experiencia, con los bracitos cruzados encima de su barriga, y con una expresión de gravedad extrema en el rostro.

- ¿Os habéis enterado de la noticia?

- No. ¿Qué pasa?

- El Comandante en Jefe ha amanecido liofilizado en la nave nodriza… Solamente tenía cuarenta y siete vueltas a Casiopea, su liofilización no estaba prevista por lo menos hasta dentro de 15 años... las tropas alienígenas están paralizadas. Figuraos. Ha sido totalmente repentino e inesperado.

Alien Hotels está conmocionado. Sberrow y un Gato actualizan sus currículums y sufren ataques de risa nerviosos. Miran a su alrededor y la incertidumbre es más grande que nunca. Por momentos parece que los edificios que han sido su lugar de trabajo se vuelven translúcidos y van a esfumarse con un golpe de viento. Como si el comandante en jefe nos hubiera inventado en sus sueños, y su imaginación fuera capaz de crear ilusiones magnéticas de luz y color que nos hicieran creer que estábamos en algún sitio.

Mientras tanto los terrícolas sufren por una crisis profunda en su sistema económico, que se declara frágil y arbitrario en su funcionamiento. La posibilidad de reubicación en una empresa terrícola se presenta nebulosa.

Sberrow tiene la facultad de atraer a la mala suerte en las empresas en que trabaja. Un gato también llega siempre en las vacas flacas, y está empezando a sospechar que puede que sea ella quién las provoque. La explicación solo puede ser una. Las estrellas son unas putas y están por joder a los terrícolas. Además, un gato y su Sberrow son como el quinto elemento, pero en chungo. Si se unen con los cuatro elementos estelares adecuados… son capaces de provocar la quiebra de un emporio.


Seguiremos informando…

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cuando suena la ocarina

Ya os conté que en Alienigen Hotels nos habían traído otro jefe: GEB, o la gran esperanza blanca. Pues hace tiempo que lo sé, pero no era la gran esperanza blanca.

Un gato ha estado pensando mucho, sobre todo desde que pudo despegar los ojos de su intrigante cara, llena de gestos ambiguos; una cara de la que no se puede sacar absolutamente nada. Cuando desvió los ojos de la cara y pudo mirar sus manos, descubrió unas falanges atrofiadas, finas, como débiles garras. Volvió a su semblante y se encontró con aquellos ojos separados, y se dio cuenta de que no poseía la visión binocular. Entonces empezó a elaborar la teoría de que en la nave nodriza habían pensado en abducir a un terrícola, colarle un microchip en el cerebro, alienigenizarlo, y traerlo al corporativo para hacernos de jefe.

Estando inmersos en el diseño del HR Corporative Alienigen Project, lo que pasó es que un pajarraco se le coló en un agujero de desecho de la nave. Los científicos alienígenas pensaron que podían hacer una prueba con el bicharraco, así que le implantaron un microchip, le trataron genéticamente hasta que perdió la pluma y desarrolló chicha (se pasaron un poco, tiene tripa ascendente), y le hicieron visionar la televisión pública durante 600 horas seguidas, con lo que consiguieron que aprendiera el lenguaje humano y que dijera memeces una detrás de la otra. El tema de las garritas y los ojos dispersos no les quedó demasiado bien, pero hay que pensar el criterio alienígena sobre la estética humana deja mucho que desear... Y ellos se quedaron conformes. Además, su capacidad de diarrea verbal inconsistente le haría pasar inadvertidamente por alto mando directivo de Alienigen Hotels.

Entonces nos lo enviaron. Cuando llegó, no nos transmitía claramente ninguna emoción propia de humanos: claro, porque no era humano. Era un pájaro alienigenizado.

Mientras tanto, Churrascomán está mosqueadísimo, pero se defiende con el sarcasmo. Una tarde, un gato fué a trabajar en previsiones de costes. Churrascomán llegó muerto de risa a su despacho. Le enseñó cómo jugar una partida de dominó en su iPhone. Le enseñó el edificio del corporativo en google earth. Un gato le propuso salir a saludar a la ventana y verse. Le tocó el piano, y también la ocarina. Y le dijo con aires de loco "y esta canción... se la dedico a Gato, para... que pase... una feliz navidad..." y soplaba en su iPhone mientras tocaba la pantalla, emitiendo notas caóticas de ocarina...

Viernes 21, 13:55 de la tarde (final de jornada laboral de HR)

(Ring-riiiing…!)

PAJARRACO: Hola Gato, necesito hablar contigo.

GATO: Me pillas en el coche, iba a comer y después tengo cosas que hacer en el hotel… ¿es urgente?

PAJARRACO: Sí, es urgente.

GATO: ¿Qué ha pasado? ¿Me puedes decir qué necesitas?

PAJARRACO: Hablar contigo.

A tomar por culo. Nada de comer; el gato pega un volantazo y va al corporativo. Allí se lo encuentra con su expresión de aguilucho “mamá, dame a mí ese gusano¡¡a mí, a mí!!!” y le suelta:

- Verás, es que el lunes acaba tu contrato, y te tocaba hacerte indefinida, pero yo llevo aquí dos meses, y no te conozco lo suficiente, así que tenemos que cambiarte de empresa y hacerte un contrato de seis meses para que yo pueda evaluar si eres la persona adecuada o no, que yo creo que sí, pero no lo sé.

- ¿¡Qué?!

- …

- Mi contrato estaba preparado como indefinida, y vence el lunes, ¿Y me lo dices AHORA?

- Pues… sí.

- ¿Sí? Pues tú has entrado hace dos meses pero yo entré aquí hace nueve, con unas condiciones. Y éste no era mi trato. ¿Urgente? Ésto NO es urgente. Lo has hecho urgente tú ahora, porque hace tiempo que lo sabías.

- Lo siento, es lo mejor que puedo ofrecer.

- ¿¿Que es lo mejor que me puedes ofrecer??

- …

- Pues dame el fin de semana para pensar; pero no me voy nada conforme. Nos vemos el lunes.

Y dando un palmetazo en la mesa, se levantó con furia, taconeó hasta la puerta, cruzó la siguiente estancia y cerró la segunda puerta de un hostiazo.

Lunes 24, 09:00 horas, (día de vencimiento de contrato)


Un gato llega al trabajo y le mientras conecta su portátil, le cuenta la historia Sberrow, que flipa. “No me lo puedo creer. Actualiza tu currículum”. La verdad es que el gato ya se había hecho foto para el currículum el viernes por la tarde, y se había dado de alta en varias páginas, y mentalmente se había preparado para quedarse en paro y empaquetar sus cosas para ir a casa de papá y mamá de Chershire en donde no le faltarían las lentejas. Hasta se planteo que se cerraba el ciclo de la isla, 7 años, cambio de estrellas, hostiazo y vuelta a empezar.

La contraseña de su Outlook no funciona. Pregunta a IT y le dicen que piden una nueva. Tarda mucho. Sberrow y ella especulan: va a ser que ahora me llaman de central y voy a por mi talón. Sberrow se ríe. Pero creo que en el fondo se lo piensa. Qué marrano, qué cerdo es el pajarraco. Al final llega la contraseña y entra en su mail. Sin novedad en el frente...



Continuará...