Gatomán se fue a ver a papá y mamá de Chershire volando. Dentro de un autobús con alas, a ver si nos entendemos, que Gatomán tiene capa pero no suele volar con ella que no le gusta llamar la atención... Cuando llegó al aeropuerto y vió la poca gente que había en la puerta de embarque, sospechó lo que pasaba: el avión era pequeño. Pero muy muy pequeño:
Asín como éste pero con publisidad de la comunidá valensiana era el mío. Mi ventanilla estaba rota y la habían sujetao con un cacho de periódico doblao hasiendo cuña.
Una señora se lamentaba cuando llegábamos al avión "Si es que los granaínos somos tontos hasta para ésto, que nos dan un vuelo barato y mira en lo que nos llevan". Gatomán usó sus dotes disuasorias y la tranquilizó:
- Señora, éste avión, a menos que se le parta un ala, es de los más seguros. Porque si le fallan los motores, planeamos.
La señora se quedó un poco parada y Gatomán le aclaró:
- Planeamos no de hacer planes... que flotamos en el aire, señora, no pase pena.
La Perli probablemente hubiera protestado y tal, pero Gatomán, que es valiente y se come los kiwis sin pelar, miró el trasto, se subió por la escala, hizo fotos por si sobrevivían en la tarjeta tras el paso por el agua salada, pensó en la muerte sin pestañear y se puso a leer lo que había en el bolsillo del asiento de delante. Que es algo extraño, si uno lo piensa, que a lo mejor las revistas que le tocan son las que están en el asiento en que se aposenta el propio culo, porque una vez se sentó en primera fila y no había revistas. Osea, que estamos equivocados y siempre robamos la revista al tío de delante, que lo sepáis.
Pues esta vez, como si supieran que era Gatomán el que viajaba, había comics de superherues. Era un poco corto pero no tenía mucho texto, así que creo que era un tebeo interactivo en el que en realidad hay muchas historias. Suficiente para llenar las dos horas de vuelo en que se convertía el trayecto que habitualmente se prolonga una hora y diez minutos...
Había superherues con visión láser. Por ejemplo:
1-Ja! Con mi supervisión de rayo láser estoy abriendo la ventana...
2- Bueno, parece que se resiste, voy a abrirlo con la mano... anda, el montón de correo que tengo en el buzón... seguro que son cartas del banco...
3- Atravesaré con intrepidez la puerta del éxito... si no me da un lumbago antes...
1- Ahá, ahí está mi enemigo esperándome, que lo he visto con mi supervisión de rayos laser... listo, más que listo...
2- Pues ahora abro la compuerta secreta que tengo escaleras y todo...
3-¡¡Eeeeh, que sé que estás ahí, que tengo el puño preparado para arrearte un meco, malvado...!!
1- Yo también tengo visión laser, y mis ojos han detectado a un bellaco que huye por ahí fuera
2- Ja!! se va a enterar este... La superpuerta está de mi lado y la voy a accionar...
3- ¡¡Ya está en mi poder! Y ahora sabrás la verdad...
4- ¡¡...que la puerta es un escudo plasmocibertrónico que me protege de cualquier ataque...!! ¡¡¡Además expulsa meteoritos que vayan a caer en la tierra y destruir a toda la humanidad!!!
5- Y ahora practico mi supersalto del mono, que te crees tú que vas a conseguir darme esquinazo... Uish la fabada... que tiene efectos colaterales ahora...
6- ¡¡No huyas cobarde!!! Mierda, llevo zapatos de vestir y me voy a hacer un esguince al caer...
Contra todo pronóstico, el autobús aterrizó en el aeropuerto de Granada sin incidencias y Gatomán sobrevivió. La cerveza y las morcillas eran lo más peligroso de esta misión, pero también ha sobrevivido a la sobreingesta compulsiva de ambas. Lo suficiente como para celebrar el éxito de la incursión en tierras granainas con la Perli, Mary Chirla y sus respectivos zampándose lo siguiente:
Rabo de buey. Al que quiera arriesgarse en las misiones peligrosas de Gatomán que pase las pruebas de superagentes secretos y demuestre su valía gastrointestinal. Ea.
