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martes, 20 de abril de 2010

Memoria de gato

Los elefantes lo recuerdan todo. Los peces no recuerdan un cagao. Y los gatos... los gatos a veces se acuerdan de las cosas, y a veces no.

Este fin de semana Perli y Zagloso nos ha acogido en su casa. Bueno, Zagloso menos, que no estaba hasta el lunes por la mañana, pero a cambio me prestó sus zapatillas de andar por casa sin querer y se quedó sin ellas cuando llegó después de casi 24 horas a lo Ulises... Pero esta es una historia que tiene que contar otro (a ver si se tira el moco y postea).

El caso es que cuando llegamos el sábado, Akira salió de debajo de la cama cuando un gato llegó a la Gata Perlada. La Perli dijo que no suele salir con nadie, pero que un gato la hace salir.

Pero hace ya tiempo que un gato se fue de la isla, y bastante más desde que un gato dejó la Gata Perlada, así que Akira sale al ver a un gato, pero no recuerda muy bien por qué...

El lunes por la mañana, Zagloso se ha ido a trabajar, con una ducha -y un rato de andar por casa sin zapatillas de andar por casa-, por todo descanso. Perli se ha ido a una rueda de prensa que se suspende por culpa de la nube del mosqueodegaia que hace que los motores de los aviones queden corruptos al sobrevolarla. Un gato se queda haciendo el desayuno para Rebi -para variar, siempre me lo hace él- y Akira le acompaña, sentada de espaldas.

Entonces un gato la mira, mientras unta la tostada, y le dice:

- Misha...

Akira gira su cabeza de diosa egipcia, mirando fíjamente a un gato, y maúlla, maúlla más y corre a restregarse en sus piernas. A la mierda las tostadas, ven aquí, gatina mía. Akira fue Miiiisha o Mishita o Mishiiina cuando estaba en los brazos de un gato, cuando le acariciaba las almoadillas de las zarpas, cuando estaba enferma de la tripa, cuando tenía sus gatines mamando, cuando le masajeaba con hielo su mama obstruída para aliviar la mastitis... Y su nombre de mimos le despertó el recuerdo y me dejó acariciarla como entonces.

Así de especial es la memoria de los gatos...

Aprovecho para agradecer su pelaje a sus padres adoptivos (yo siempre seré la medre biológica que venga a dar por culo de cuando en cuando...)

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Fenómeno pescadilla

Para ser una denominación de un hecho complejo y abstracto corroborado por las experiencias vitales de un gato, no tiene mal nombre. El fenómeno pescadilla no es algo nuevo. Un gato, ni lo ha inventado, ni lo ha descubierto. Sólo lo ha experimentado.

Mis zapatillas ex-blancas.


Se manifiesta en situaciones como la siguiente... Un gato tenía una gata, que parió en este blog, se mudó a la Gata Perlada, a la que Zagloso y Perli adoptaron para rescatarla del caos vital de un gato y que se quedó con ellos allí en Mallorca. Una que tiene un trocico del corazón de un gato. Y ahora un gato vive en Madrid. Misia y Anómalo se fueron de vacaciones, así que dejaron a su gatina en la Gata Rebilada. Rebi estaba encantado con nuestra huesped. Y entonces vinieron la Perli y el Zagloso a Papúa, donde nos vimos y comimos y paseamos por las preciosas tierras del Zagloso, pero sin Akira, que se niega a montarse en el avión. Y con un giro magistral, mientras el Rebi le rascaba la cabeza a una gatina leoparda en la Gata Rebilada, la cabeza de Akira era rascada a su vez por Misia y Anómalo en la Gata Perlada. El fenómeno pescadilla.

Aquí otro ejemplo: hubo un día en que Misia y Be vinieron, hace ¡¡tres años ya!! a la isla en la que ya no estoy y nos conocimos y lo pasamos pipa. Por cierto que Be vive con el Hombre Malo. El Hombre Malo es un hombre malo y pese a que no debería tener amigos por ello resulta que sí que los tiene, y aún más os digo, que el Rebi es uno de ellos. Y yo me lié con el Rebi y ahora compartimos lavadora. De suerte que el Hombre Malo le regaló una camiseta roja al Rebi que fué a parar a la misma lavadora que mis zapatillas, que ahora son rositas... ¡¡¡COMO LA CHAQUETINA ROSITA DE MISIA!!!

¿ACASO NO VÉIS LA CONEXIÓN?

Exacto. El fenómeno pescadilla. Si ya lo decía Úrsula de Buendía... que el tiempo da vueltas en redondo.

sábado, 16 de agosto de 2008

El retonno a la Gata Perlada

Querida Perlita:

Como llevas tres semanas conjugando el verbo vegetar, y desde hace una allende los mares, un gato ha tenido que hacerse cargo de Akira y la Gata Perlada.

Akira está bien. En cuanto entré, vino corriendo a buscarme y me dijo un "miau" que me llegó al alma. A tí nunca te ha dicho "miau" así, como me dice "miau" a mí, de éso estoy segura. Y no dejó de ronronear en media hora. Sí, he constatado que sigue cagando fuera, en la terraza; ya me encargaré de éso.

Como me dijiste que rebuscara en la nevera y armarios anoche creé un plato nuevo: tosta de pan de hamburguesa, con base de tomate natural picado con anchoa, y huevo frito encima. Puedo constatar que alimentar, alimenta, por las proteínas del huevo y las anchoas y éso. Pero hoy, por si acaso he ido al corte británico y he comprado una lata de mejillones y otra de almejas al natural para hacer una fideuá de las mías. Y ahora voy a comerme un plato de fideos descoloridos. Pero, ¿¿Se puede saber cómo es posible que no tengas paellero "Carmencita"?? Desde que no vivo aquí, esta casa es un desastre, ¡¡¡un desastre!!!

Así que he decidido que Akira me quiere, yo la quiero a ella, y vosotros os váis a aguantar: ME QUEDO UNA TEMPORADA.

Es que... jo... me lo estoy pasando muy bien. Me he probado tus sujetadores, y los calzoncillos del Zagloso, y he maullado en la terraza con Akira, y estoy haciendo mezclas en la cocina... Además, me he traido cuatro bragas de repuesto, a diez días por cada una, puedo quedarme más de un mes.

A ver qué me traéis de Papúa, que quiero cecina, lengua y morcillas.

lunes, 8 de octubre de 2007

El poder de las estrellas.

Bueeeeeno. Pues el viernes empezó con multa, pero acabó mejor. En pinchazo. Porque resulta que el temporal ha dejado tanta mierda en las carreteras que una rueda de Leoncio decidió intimar con un tornillo, bastante vulgar por otra parte. El coche se iba un poco hacia la derecha, pero no me dí cuenta hasta que no oí el sonido al pasar sobre las vías del tren de Sóller. Cachen los mengues. Xau vino a ayudarme a poner la rueda de repuesto pero no lo pudimos hacer, la herramienta que venía no nos servía para los tornillos de la llanta… Y tuve que llamar a una grúa. Y a diez minutos de cerrar, en el taller se negaron a atenderme. Y el gruísta tuvo pena y buscó la manera de ponerme la rueda de repuesto. Y yo pensaba “de puta madre, me tengo que mudar y pincho una rueda. Espero que mañana, sábado, abra algún taller…” Claro que me perdería mi clase de ergonomía del sábado.

Y sí, abrió un taller. Y me cascó 130 € por la rueda. Y el operario se cargó la llanta. Claro, que éso yo no lo vi hasta que había aparcado y miré mi rueda nueva después de darle la pasta al aparcachoches. Llamé por teléfono para decirles que me habían arañado (hendiduras de medio centímetro) la llanta y la chica me dijo “vuelve antes de que cerremos, que lo vean y reclamas lo que tengas que reclamar”.

Vuelta al polígono. Y yo con mi mudanza por hacer.

Y se tienen que quedar esta semana con la rueda, cuatro o cinco días para pulirla y pintarla de nuevo. “Oye, que yo vivo fuera, no me puedo quedar sin coche”. Y se ofrecen a ponerme la de repuesto. “Oye, que éso es de juguete. No lleva ni un día puesta, no he pasado de 40 y ya estaba desinflada. Me buscáis otra rueda”. Y me dijo que vale . Claro que no me lo creí mucho.

Y volví para aparcar. Y tuve que aparcar lejos, pero bueno, haría cajas y por la tarde y acercaría a Leoncio.

Pero cuando llegué al piso, sábado a medio día, el ascensor estaba roto. Sábado. A medio día. Sus muertos tos.

Llegué a la gata perlada. Lloré. La Perli me consoló. Y le dije que vale. Claro que no me lo creí mucho.

El Zagloso y la Perli se ofrecieron a adoptar a Akira. Saben que ahora me mudo, y que en un año me habré vuelto a mudar. Y Akira no va a aguantar tanto cambio, además de que no creo que me la pueda llevar tan lejos. Y no se me ocurre nadie mejor para que la cuide. Pero la miro y me da penita, y pienso si pensará que no me importa. Si los otros gatos piensan así como yo… Y la miro y le digo que se porte bien, que el Zagloso y la Perli son muy buenos…

Y el sábado por la noche me hacen una cena de despedida divina, las costillas con salsa guarracoa de la Perli con dos botellas de ánima negra para cuatro (aunque principalmente nos las ventilamos entre el Zagloso y yo). Y descubro al irme a dormir que mis cajas preparadas me arrebatan la comodidad: que ya no puedo seguir en la gata perlada porque mis cosas han hecho su maleta y que los paquetes sólo pueden ser abiertos en la casa nueva.

Y sigo tirando cosas. Y pienso que tengo demasiadas. Y no son nada, comparadas con las pertenencias de otro. Pero es que he contado, con ésta, 13 mudanzas en 16 años. De repente decubro que llevo ocho mudanzas con algo que ya no quiero llevar más conmigo. Que poseer pesa. Que tener frena. Qué cosas. Y he acabado satisfecha, porque sé que me puedo mudar con un viaje de Leoncio. Y siguen siendo demasiadas cosas, pero un solo viaje es una buena marca para una consumista como yo.

Y esta mañana me despierto en un pueblo muy bonito con el ruido de una máquina de obras. Soñolienta y cansada porque acabé a las 3 de la madrugada, pero hace buen día.

Hoy tenía que llevar a Leoncio al taller para arreglarle el golpe del camión de fruta, pero también me han puesto pegas. Demasiada chapa y pintura tras la tormenta, así que he rechazado la cita que esperaba desde hace mes y medio.

Mi outlook no funciona y Travi me ha dicho que tiene un problema y tendrá que reinstalar todo en mi ordenador.

Mis mails no llegan a Potemkin. Su servidor me rechaza use el mail de gatohotels, hotmeil o gmeil.

Me entero de que el día que me voy llega el capítulo en el que Dean se beneficia – alabado sea el señor- a Rory, y Lorelay se morrea con Luke. Y me lo he perdido, leches.

Y no os lo váis a creer. ¡¡Que me he partido una uña!!

Qué cruz, qué cruz…

jueves, 4 de octubre de 2007

Y todo por las mierdas de Akira... cómo se pone...

Estaba yo tan tranquila pensando en mi dulce anonimato, en mi silenciosa existencia, en la discrección de mi persona, en la cero imagen pública de mi callada vida –porque yo pienso en ese tipo de cosas casi cada día, especialmente por la mañana- cuando he recibido una misteriosa llamada.

- Hola buenos días, me llamo Maria Antonia y trabajo en el Diario Nacional. Nos ponemos en contacto por la pregunta que usted quería hacer a Antich...
- Aaaaa… AAAAH, CLARO. –jodía Perli, anda que me avisó de que me incluía en el lote de preguntados- Bueno, pues sí, sí… lo que pasa es que ahora no me acuerdo de la pregunta – mi verdadera pregunta, por mi carácter de desinformada crónica es quién coño es Antich y qué se me ocurriría a mí preguntarle.
- Bueno, pues nos poníamos en contacto para pedirle a ver si nos podía mandar una foto.
- ¿Una foto?
- Sí, basta algo de medio cuerpo, o algo así. Me la puede mandar y si no, quedamos y le hacemos una.
- Una foto… - al gato le gusta posar en las fotos. Una barbaridad. Por eso tiene mogollón de fotos sola y más fotos todavía en las que sale sin algún gesto digno de protagonizar una peli de miedo. – Bueno, puedo buscar algo por ahí a ver qué encuentro.

La idea de posar me mata. La de mandar una foto mía para preguntarle algo a un mallorquín famoso o algo así y que lo publiquen, me mola más todavía. Y no saber que quería preguntarle algo a Antich y enterarme porque me llama una tal Maria Antonia, éso ha sido chachi.

Así que acabo de tener una fantasía en la cola de la caja del supermercado.

- Hola, soy gato, tienes pinta de simpática y me mola lo que llevas en la cesta. ¿Quieres que seamos amigas?
- ¡Vale! Pero porque veo que llevas donetes... Me llamo Mari Puri y soy periodista. ¿Nos damos dos besos?
- Dos besos, dos besos… ¡¡anda y que te den, so tergiversadora!!

Ah, que sepáis que le he hecho una pregunta a Antich bastante chunga. Que me lo ha dicho la Perli. Que estoy hecha una intelectual, yo…

lunes, 11 de junio de 2007

Akira vuelve a los brazos de un gato

Ayer fuí a recoger a Akira a mi ex-casa. Después de varios tiras y aflojas, se viene a vivir conmigo. Pobrecita, es como un niño de padres divorciados.

Pasó el viaje asustadísima; iba en el maletero, toda amplia, pero claro, a oscuras. Me parece peligroso llevarla delante. No paraba de maullar mientras yo le hablaba para tranquilizarla, y me dejó el maletero de Leoncio hecho un cristo, con partes del forro arrancados a arañazos. Qué le vamos a hacer, un mal rato lo tiene cualquiera. Cuando llegamos a Palma, flipaba. Claro, es una gata de pueblo, y miraba a la calle, el ruido de los coches y la gente con cara de sorpresa. Al final se asustó justo antes de llegar al portal de la Gata Perlada, y trató de encaramarse a mi hombro, arañándome en un dedo que comenzó a sangrar más de lo que correspondía al tamaño de la herida, y en el escote. En el ascensor se tranquilizó y a pesar de que está rarilla, la vemos bastante bien.

Venía sucísima, muy muy descuidada. Con el pelo aborregado, con bolas de pelo rodeando a espiguillas y suciedad, con caspa, con el pelo mate y un poco descolorido...Así que llevo desde ayer cepillándola y limpiándola con una toalla mojada en agua calentita y está algo más decente... pero hará falta tiempo para que se restablezca. Ya me ocuparé yo de que esté feliz y guapa. Que a los gatos nos hace falta que nos quieran para ponernos guapos. Es lo que tenemos...

Y al final ha venido conmigo -que era más lógico desde el principio... pero hay que ver cómo se resisten a suceder algunas cosas-. Y está tan cariñosa que estoy encantada. Espero que no le de mucha lata a la Perli. Pero creo que depende de dos cuestiones: que yo sepa mantener sus pelos a raya, y que ella no empiece con la rebelión de la mierda torta...

miércoles, 11 de octubre de 2006

La rebelión de la mierda-torta

(Epílogo)

La mierda trae buena suerte. Así que ya me podéis estar dando todos los putos duendes que os hayáis encontrado. Que me pertenecen.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Hola, soy el señor lobo, soluciono problemas

O de cómo Tizón ha pasado a mejor vida partiendo de la Revolución de la Mierda-torta.

[Se recomienda leer esta entrada escuchando la música que hay aquí]

Para ser fidedignos, hay que decir que eran más bien como ensaimadas. Las mierdas de Akira. Estaba enfadada con sus hijos, rechazándolos. Se tumbaba en la ventana y cuando ellos iban a saltar le hacía un maullido grave y enemistoso que les dejaba paralizados. Ahora sí había decidido ella que ya no mamaban más, y se ha vuelto muy arisca… Así que, como es su costumbre cada vez que no le va bien algo, nos empezó a lanzar mensajes a su manera.

De éste modo, tras un día largo de trabajo, al girar la llave y abrir la puerta de casa, se percibía el hedor y buscaba con la nariz –maldita la gracia de los juegos de intriga- el origen. No discrimina. Lo mismo cuarto de estar, que dormitorio, que cocina: Akira no hace pancartas ni eslóganes de protesta pero se caga por cualquier sitio. Y entonces viene el momento de análisis: a ver qué coño le pasa. Entre las mierdas y los gruñidos contra Luna y Tizón hacemos la deducción: va a ser que no quiere a los otros gatitos aquí.

Habrá que quitarlos de en medio.

Miércoles, 13:05 PM

¿Y ahora cómo se hace para buscar un refugio? Llamo al ayuntamiento. El ayuntamiento me manda para la policía municipal. La policía municipal de mi pueblo me manda para la de Inca. La de Inca me manda para el refugio de animales de Inca. En el refugio me dicen que no admiten animales si no son de Inca y que llame a mi ayuntamiento. Le digo que a partir de ahí he llegado a su persona, pero él me dice que la vida es dura y que no recoge animales que no sean de Inca, que le llame quien quiera que él se lo explica. Que cree que mi ayuntamiento tiene un convenio con la empresa X.

Bueno, tengo un dato: empresa X. Llamo al Excelentísimo Ayuntamiento. Les cuento lo que pasa con Inca y me dicen que lo sienten. Yo les digo que no lo sientan, que me han dicho que colaboran con X . Al final me pide mi teléfono, prometiendo hacer averiguaciones. Al cabo de un rato me telefonea: “Llama a Tomeu, su teléfono móvil es 600 000 000, y te dará instrucciones”. Críptico. Pero hay que probar suerte.

- Er, estoo… ¿Tomeu?
- Sí, soy yo.
- Hola, me llamo gato. Verás, es que me han dado tu teléfono en el Ayuntamiento de Gatovila…
- Ah, sí, ¿eres la de los gatitos?
- Sí. ¿Qué tengo que hacer?
- Bueno, verás, te comento: trabajo para la empresa X que está subvencionada por el govern para hacer recogidas de animales, pero éstas tienen unas tasas. ¿Cuántos gatitos tienes?
- Dos.
- Pues verás, es que piden 60 € por cada animal, por llevarlo a Son Reus, pagar el sacrificio – escucho horrorizada pensando que no es lo que yo busco- , pero…-uff, menos mal que hay un pero- resulta que también trabajo para la Consellería de Labricultura y tenemos un convenio con los cotos de caza… Entonces, puedo pasarlos por ahí, y podría recogértelos sin coste.
- Pero… ¿Es para sacrificarlos?
- ¡Nooo! No, lo que pasa es que ellos te lo cobran de antemano, por si es un animal violento o algo…
- Ah. ¡Ffffhhh!
- ¿Tú vas a estar en casa ahora?
- Sí. Bueno, he de bajar a Palma, pero más tarde.
- Y, los gatitos, ¿son violentos?
- ¿Violentos?
- Quiero decir, si puedo llevarlos en un transportín. Si son malos, o arañan o algo…
- No, claro que los puedes meter en un transportín.
- Bueno, pues si acaso, yo salgo a las tres de trabajar, y vivo en el pueblito de al lado, así que me paso y los recojo, ¿te parece?
- Pues, perfecto. Muchas gracias…
- ¿Me puedes decir tu calle?

[…]


Miércoles, 16:30 PM

Estoy fregando un poco en la casa y abro la puerta de fuera, dejando cerrado el batiport, para cuando llegue Tomeu. Como no tenemos timbre, toca en el cristal del batiport y me asomo a la entrada.

- Hola, ¿Tomeu?
- Sí, ¿qué tal?- me estrecha la mano con firmeza-
- Bien, muchas gracias por venir. Pasa, por favor.

Paso delante y atravieso la casa hasta el patio, donde Luna y Tizón dormitan al sol, separados de Akira. Le explico que el problema es por el comportamiento de Akira. Él los va cogiendo y los examina, acariciándolos, mirándoles el pelo, los ojos… Es grandote y recio, raza mallorquina 100%. De hecho, se parece al marido de Tretze (aunque tu marido, Tretze, es mil veces más atractivo, dónde va a parar), con pelo rizado a medio crecer y ojos grandes marrones. Y es un charlatán empedernido. Me habla de gatos y de otros animales, de su trabajo recogiendo bichos de cualquier tipo, de cómo surgió su empresa y cómo funciona. Así me entero que en el ranking de los animales exóticos que excéntricos y caprichosos sueltan por la isla, lo que más tiene que ir a buscar son leones. “Lo típico, un fotógrafo que se lo trae siendo pequeño, y cuando se hace grande y no se puede ocupar de él…”. Sí, claro, lo habitual. Si eres fotógrafo tienes que viajar a África y traerte un león. Que lo más sonado son cocodrilos en la Albufera de Alcudia, y los más malos han sido monos y un gato que recogió en Gatovila. Cuando le llamaron para recoger a éste último, llegó a la puerta y le abrió una mujer sudamericana llorando. Le dijo, señalando al fondo del pasillo “Está allí” y se encerró a sí misma en el cuarto que tenía al lado, mientras él lo capturaba. Que era el gato más malo que había conocido nunca. Que fuese a ver Alatriste que estaba chula. Que qué rara es la gente hoy en el trabajo, que pasan de todo, que qué curioso que mi trabajo sean las entrevistas, que… ¿He dicho ya que era hablador?

Pensé que podíamos probar con que se llevase sólo a Tizón, que es el que más choca de carácter con Akira, para ver qué tal. Luego me disculpé por el descuido y le ofrecí café. Al final se me sentó en la cocina para apuntarme las pastillas de desparasitar a los gatos, y en el mismo papel me apuntó su teléfono. Se llevó a Tizón y antes de salir me volvió a preguntar mi nombre. Me dijo que si Akira seguía problemática, le avisase, y volvería a por Luna.


Viernes, 19:37 PM

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“Hola. Soy Tomeu, te quería decir que Tizón al final se lo quedó la consellera. Espero que se porte bien. Un saludo”

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“Glups, yo también espero que se porte bien. Pero te advierto que le gusta columpiarse en los árboles. De nuevo muchas gracias. Un saludo”

Martes, 15:40 PM

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“Hola. Me dicen que Tizón es super malo. Pero que muy malo. Le tendríamos que haber hecho perfil sicológico, jeje”

Joder. A ver… caib.es… Consellería de Labricultura y Yesca… Coño. Efectivamente es consellera y no conseller… Joder, joder.

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“Lo siento mucho, de verdad. Pero, ¿de verdad se lo ha quedado la Consellera M***r?”

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“Sí, se lo quedó Antonia. La verdad que es travieso, pero así mejor… un día hablamos, tomamos un café y te cuento. Oks”

Err, eeeeeerrr… Creo que a este mensaje no le voy a contestar.

martes, 4 de julio de 2006

Hijos de ...!!

Lo prometí, y por eso la cámara que he comprado para auditar PRL y Sanidad se ha estrenado con ellos... Os presento a mis cuatro cagones.
Pista: la más grande es Akira. La gatita tiene nombre: Luna. Y los otros son el blanquito y el negrito mientras sus dueños eligen nombre.
El destete ha sido un fracaso (la que más lloraba era la más grande) así que les damos de comer a todos y ya se apañarán. Los chiquitines comen y maman, no pierden comba, me están destrozando las cintas en el jardín, se cagan por cualquier sitio y gustan de dormir la siesta en el recogedor de la escoba. Qué le vamos a hacer si son tonticos, los pobres. Y como Luna con su madre es una gato-pegatina, nos la quedaremos.




lunes, 15 de mayo de 2006

El que no llora no mama

Lamento haberos tenido desinformados estos dos días, pero es que el gato no está informatizado en casa y esta mañana estaba en un curso de APPCC ( mu bonito, mu interesante; ya os hablaré de la contaminación fecal-oral en otro momento). Así que ahora mismito he podido comprobar la expectación generada por Akira; le presentaré vuestros respetos.

Akira ha sido madre de cuatro gatitos. Como a cualquier preñada, la precipitó al parto la luna llena que venía el sábado. Tuvimos suerte, porque mi hermana la enfermera estaba pasando esos días aquí y a las dos de la tarde del viernes llegó a la casa y se preocupó al no encontrarla. Como suelen hacer las gatas parturientas, se escondió donde mejor le pareció (detrás de unas bateas de trastos y ropa que hay bajo la litera alta de la hija de Jota) y mi hermana Tele la encontró después de un buen rato porque uno de los cachorrillos lloró. Había cuatro, dos blancos y dos negros, pero uno de los blancos estaba muerto, en su bolsita: estaba frío, así que Akira, inexperta, no debía haber sabido cómo sacarlo de su bolsita y murió al nacer. Tele la metió en su cesta, junto a los cachorritos, y la palpó para ver si le quedaba alguno por parir. Tenía dos bultos enormes como los gatitos en el abdomen, así que esperó. Pero pasó más de una hora y no parió ninguno. Entonces me llamó para contármelo y fué cuando decidí que a las 5 me escaqueaba del trabajo y ya resolvería lo pendiente en sábado. Me acordé de Luna, una gatita de carácter parecido al de Akira, a la que nos envenenaron (pero como dice Ende, esta es otra historia y debe ser contada en otra ocasión) y no me dió la gana de dejar morir a Akira por cumplir con mi trabajo precisamente esa tarde. Con Luna lloré un mes entero cada vez que llegaba a casa, y con Akira hubiera sido peor todavía por el sentimiento de culpa...

Cuando llegué a casa la ví con sus dos ratoncillos negros y el blanco -ajedrez de pelo- y con su carita de placidez me tranquilizó un poco; pero le palpé la barriga y pensé que tenía dos cachorritos muertos que le tendríamos que sacar o moriría. Nos fuimos a Inca en el coche para buscar al veterinario, y cuando por fin la miraron me dijeron que no tenía más cachorritos; lo que tenía era una mastitis de caballo.
Imagináos: tenía las dos tetas inferiores como dos cachorros, a cuarenta grados, doliéndole. Me indicó que le diera calcio y le pusiera hielo para deshincharlas, y que los gatitos se las descargarían. ¡¡Pobrecilla!! Al día siguiente hablé con mi hermana Oña y me dijo que la mastitis duele que te cagas, porque ella la sufrió en sus carnes y lo pasó muy mal.

El sábado, pese al hielo, las tetas no bajaban y los bebés no las tocaban... Tiene los pezones más duros y pequeños. Al final decidí que había que ayudarla. Primero probé con una botella de ciclista, para sacarle leche. No funcionó. Después opté por una pieza de bolígrafo, succionando yo. Me estaba poniendo los labios morados y no conseguía nada, mientras Jota me miraba como si estuviese sonada. Al final opté por el método vaca: la ordeñé. Apretando suavemente logré sacar las primeras gotas y poco a poco fuí consiguiendo descargarla un poco. Akira me miraba entornando los ojos mientras apretaba: ¡cómo tenía que dolerle, y cómo aguantaba la tía...!. La leche olía fuerte (tantas horas, y tan caliente, le debía de haber fermentado) así que por eso los gatitos pasaban de comer. A lo largo del sábado y el domingo la he estado ordeñando más, y poniéndole hielo después... y ha mejorado bastante.

Mientras tanto, también me preocupaba la gatita. Jota quiere que se llame Luna y que nos la quedemos, pero yo no sé si le traerá mala suerte el nombre.

La hembra nació más chiquita, duerme mucho y come poco. Mientras los machos, blanco y negro, se gritan y pelean por una teta - son muy cómicos, tan torpes, dándose zarpazos a ciegas con gemidos de fastidio-, a ésta le daban media manotada y caía para atrás, despanzurrada, sin hacer ni "míu". Pero es que la ponías en una teta y se dormía. "Pero nena, ¿que no sabes que el que no llora no mama? ¡Espabila, coño!". Al final la tuve que hacer mamar, despertándola todo el rato, echando a los dos hermanos "tú fuera que estás más gordo", durante dos tomas. Jota me decía que no me preocupase, que algunos niños duermen más y comen menos. Pero yo creo que dormía porque andaba demasiado débil para pelear por un pezón. Después de esas dos tomas en las que me cercioré de que se ponía puja, ha empezado a maullar, tiene fuerza para engancharse a las tetas e incluso se ha peleado con un hermano. Ni que decir tiene que ha perdido en la pelea, pero al menos ya protesta.

Al macho negro aún lo tengo que catalogar. Y del macho blanco afirmo desde ahora, que va a ser un pedazo de capullo. Jota le llama "El listo".

Ni estoy informatizada ni tengo cámara digital (ya sé que soy rara), pero me las apañaré para enseñaros a Akira y sus tres melindres en cuanto pueda...

viernes, 12 de mayo de 2006

Akira está de parto

Última hora:
Me largo pitando que mi Akira tiene problemas para parir y me la llevo de urgencias veterinarias. Ya os contaré
...

martes, 2 de mayo de 2006

Akira vacaburra

Jueves 22:43 PM

"¡¡J,Hay que poner a dieta a la gata!! ¡Que va a reventá como un triquitraque de gorda que se está poniendo!"

Akira -ya sé que es nombre de hombre...- es una gata muy especial. Tiene necesidades psicológicas que no tiene cualquier gato. Escarba y se caga en el jardín. Pero sólo si hay fresias o cesped plantado. Si vé que no hay nada que destrozar, no se molesta. A veces se caga fuera de su caja justo cuando yo llego. Para llamarme la atención. Y padece de ansiedad. Es una osa. Después de vagabundear por las casas del vecindario, viene muerta de ganas de merendar y come con tanta ansia que luego vomita de hartura.

Pero ha pasado el tiempo y ya ha aprendido a controlarse un poco, así que ha empezado a comer un poco cuarenta veces al día. Así engorda y no vomita. Mi gata tiene sobreingesta compulsiva. Siempre se deja las piezas verdes de su comida, las que llevan fibra. Así que de especial K ni hablamos.

Viernes, 22:43 PM

"Joder Akira, si es que te estás poniendo tremenda... Ya, ni saltas a los otros patios, so perra. Mira, mira qué barriga, dura como una pel....- palpo su barriga, y trato de desenterrar de pelos un poco para ver que se le han puesto las tetillas rosas- ¡¡J!! ¡¡que vamos a ser abuelos, que esta vez no es de comer, ésta está preñada!! " Será su primera camada.

Akira es negra, de pelo largo, suave y preciosa. Se admiten candidatos a la adopción de sus hijos.