Mucho lío. Han sido unos días de mucho lío y aún estoy aterrizando.
Después de que en Palma me hicieran hipar con una fiesta pseudo sorpresa, un Cerdi de Cheshire llenito de monedas, y un montón de fotos y dedicatorias especiales para hacer llorar, Rebi me ayudó a cargar los trastos que me quedaban en Leoncio y nos fuimos a un barco.
Y el miércoles por la noche llegábamos a Madrid. Con mis bártulos y con Cerdi de Chershire, a casa de Misia y Anómalo, que nos acogieron:
Hola, soy Cerdi de Chershire y valgo mi peso en monedas
El jueves, Rebi y yo visitamos pisos. No nos gustaron, así que al día siguiente quedé yo para ver dos y después recogerle del trabajo para salir a Granada para la boda de Pan antes del embotellamiento de salida de los viernes.
El plan parecía sencillo, pero estamos hablando de Gato Martínez Soria en la capital, y llevar a Leoncio dos días después de alunizar en Madrid para hacer esos trayectos no dejaba de ser demasiado ambicioso.
Misión: llegar a la calle Sarriá desde Chonilandia a las 12:00 horas (no importa qué dirección cojas de la M40: es exactamente igual de lejos por ambos lados), visitar un piso allí, otro por la misma zona, coger a Leoncio de nuevo y ir a buscar a Rebi en la primera salida de la carretera de Burgos ("no tiene pérdida desde la Ilustración") a las 13:30.
Je. Jejejejj. A las 11:30 estoy tratando de dilucidar qué gallumbos de Rebi son para llevar a Granada, qué ropa le meto en la maleta, dónde está el regalo de Pan, coger los trajes, cepillos de dientes, mi maquillaje (otra maleta, es lo que tiene la edad)... Así que llamo al de la agencia.
- Hola Antonio, perdona, ¿podríamos aplazar la visita media hora? Es que estoy viendo que no voy a llegar...
- Vale, sin problema. Ya estoy aquí tomando un café, pero bueno, me tomaré otro.
- Ay, lo siento. Bueno, a las 12:30 estaré por allí. Muchas gracias.
A las 12:30 estaba por allí. Aproximadamente alrededor de la calle Sarriá, pero sin terminar de rodar con Leoncio sobre ella. Así que después de dar una vuelta maravillosa para encontrarla veo un coche de policía en un semáforo, a mi lado. Ni corta ni perezosa bajo la ventanilla y pregunto:
- Por favor, ¿la calle Sarriá?
- Apártese a la derecha y se lo explicamos.
Un Gato se aparta como le indican y baja del coche. El poli copiloto se ha bajado y le explica:
- Ahora entre por esta calle a la derecha, es Betanzos.
- Betanzos, sí.
- Después gire arriba y entrará...
- ¡En Chantada!! - dios bendiga a Google Maps- ¡¡Muchas gracias, ya sé dónde estoy!!
Supe dónde estaba. Por un breve lapso de tiempo, porque al final dí otra vuelta y aparqué donde pude para buscarlo andando. Antonio me esperaba pacientemente y me enseñó los dos pisos. Yo le iba contando mi vida, y se conoce que le caí bién, porque entonces me ofreció enseñarme otro piso. De su madre, que se había muerto y lo estaba reformando... Así que me entretuve un poco más, conocí a los albañiles - Sergei y su cuadrilla de Europa del Este) y ví el piso que podría convertirse en la posada para isleños y otra familia: La Gata Rebilada. Me despedí cordialmente de Antonio, que me indicó como llegar al trabajo de Rebi, y me monté en Leoncio.
La carretera de Burgos, la primera salida a la derecha. El hecho de que uno haya visto 40 carteles de "BURGOS" antes de entrar en la carretera no significa nada. Tú entras en la carretera de Burgos cuando entras, y el trabajo de Rebi no tiene pérdida. Llamo a Rebi, con el blutuz de Leoncio y le voy contando.
- Voy por aquí, estoy viendo Vodafone, y tal, y cual y pascual...
- Pero, ¿Por dónde vas?
- Por la carretera de Burgos.
- No sé donde estás.
- ¡Pues en la carretera de Burgos! A ver, ahora estoy viendo [tri tri!] tengo poca batería, ahora estoy viendo ésto y aquello, y ahora viene una salida de tal.
- A ver, carretera de Burgos, vía de servicio, primera salida. ¡¡No tiene pérdida!!.
- Bueno, vale, cuelgo que se me acaba la batería y te llamo allí.
Sigo rodando y aquello no tiene buena pinta. Salgo a una gasolinera y pregunto. Estoy a punto de entrar en reserva pero no tengo dinero, y la tarjeta de crédito se me jodió el martes en el Mescabrona, así que... necesito llegar a Rebi. La chica no sabe dónde está, le pregunta al segurata. El segurata no sabe, me saca para hablar con su compañero del camión de seguridad.
- Uyyy... Bueno, vé por ahí, que verás un sitio donde dar la vuelta y te vuelves y cuando llegues a una rotonda grande grande te sales y coges Sanchinarro, que si no vas a dar mucha vuelta.
Un gato sale. No hay donde dar la vuelta. Todavía no. Todavía no. Todavía no. Cago en la leche, voy a llamar al Rebi.
- Rebi, lo siento, que me he pasado, que tengo que ir para dar la vuelta y voy para allá.
- Pero niña, a ver, ¿dónde estás?
- ¡¡Pues yo qué sé, yo iba por la carretera de Burgos pero [tri tri trí!] A TOMAR POR CULO ME HE QUEDADO SIN BATERÍA!!
Entonces veo algo parecido a un cambio de sentido. Hay un coche de policía ¡¡Chachi!! Me paro, bajo la ventanilla, y cuando el uniforme se va acercando le digo:
- Disculpe, es que tengo que ir a Manoteras, y estoy perdida.
Y el policía se acerca con unas gafas de sol que me suenan bastante y me dice:
- ¡Es la segunda vez que te pierdes hoy!
Y le miro y le reconozco, y poniendome la mano en la boca grito, en un arranque de inteligencia:
- ¡¡¡ERES EL MISMO POLICÍA!!! ¡¡NO ME LO PUEDO CREER!!
El poli se partía de la risa, y yo también, y al final me dijo que cogiese la carretera de vuelta a Madrid y saliera por Sanchinarro.
Vale. Lo hice. Pero salir por ahí implicaba cruzar Tablas. Y que nadie de Tablas tuviese ni puta idea de dónde estaba Manoteras, así que feedback positivo = 0. Tres cuartos de hora más tarde llego a una rotonda. Dos payoponys están esperando algo en una furgoneta y ¡¡oh maravilla!! me señalan un punto en el horizonte y me dicen "Aquel edificio grande azul de espejos es Manoteras".
Por poco no lloro. Pero la cosa no acabó ahí. Porque llegué al edificio azul, recorrí toda la calle, y el banco en el que trabaja Rebi no tenía nada identificable. Aparco arriba del todo y empiezo a preguntar a todo el que me encuentro. Nadie ha oído hablar de ese banco. Menos un ángel que me dice "¿Ves aquél cartel verde? Pregunta por allí que creo que hay un centro de planificación plutónica". Cuando llegué pregunté a los de seguridad.
- Rebilated Verbenero ha salido a las 14:22. Hace casi una hora.
- Oh, mierda.
- Si quieres llamarle desde aquí...
- ¡¡Es que no me sé el teléfono de memoria y me he quedado sin batería!!
Salí frustrada. A todo ésto, Rebilated estaba a 20 metros de donde estaba aparcado Leoncio, desintegrándose al sol con su corbata. Y entonces se me ocurre una idea y vuelvo al trabajo de Rebi.
- Perdón, ¿Puedo llamar a su casa a ver si están sus padres y me dan su teléfono?
Los seguratas están descojonados. Pero marcan el número, yo hablo con Rebilmadre y le digo que llame a Rebi y le diga que le espero en su curro. Cuelgo y espero. Los seguratas me preguntan, les cuento que vamos de boda, se ríen, no será Rebi el que se casa, no, pero yo hoy me conformo con que no me mate, jajaj, jiji. Al final uno encuentra un móvil de Rebi en un registro de trabajadores y le llama. Ahora él esperaba 10 metros de mí, yo con los seguratas y él en el cabo de la calle.
No me mató. Pero me lo merecía. Por éso sé que es un buen novio.