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martes, 14 de octubre de 2014

Perli, Zagloso y sus descendientes. Y un gato.

Pues sí, años después hemos tenido un reencuentro convivencial en Las Perlas con Púas, la nueva residencia de la Perli y el Zagloso. Me han acogido durante ocho días en los que me han sometido a duras pruebas. Comer cosas ricas, visitar el parque, comprar en el Mercadona, ver Masterchef y tratar de ponerme al día con la naturaleza de Honorato... Un sinvivir.

Las becerras son lo más. Son como Elizabeth de V: crecen el doble de lo normal y dan mucho miedo cuando comen. Inés habla alienígeno cerrado, y sólo sus padres entienden (¡a veces!) lo que quiere decir. A un gato la despertaba por la mañana gritando "AAAATOOO!!". Y a un gato se le hacía el culo pepsicola.

A propósito de culos pepsicola, hay que decir que el momento de crueldad máxima mostrada por los viejos compañeros de piso vino cuando hicieron "Pollo a la Kiev" ( o un primo suyo, no sé, con perejil, mantequilla, ajo y no sé qué más). Pues nada, van y lo hacen cuando cojo el punto álgido de un virus de gastroenteritis made in guardería infantil y en lugar de comer, me dedico a vomitar hasta la primera papilla. Sí, señores, yo era como Ted Mosby, que no vomitaba desde el 93, o algo así. Hasta que besuqueé a las cachorras de la Perli y el Zagloso y aquello fue la fiesta del váter en todas sus versiones. Una juerga.

Así que de esta guisa miraba el pollo y no me atrevía a intentarlo. Ensañamiento, fue ensañamiento.

También podemos mencionar la experiencia del día de llegada. La adorable becerra menor, que sólo algunos conocen en toda su dimensión, se despertó terminando nuestra cena y empezó a llorar cual marrano en el matadero. Se retorcía, gritaba, nos echaba los brazos y nos rechazaba y manoteaba, todo al mismo tiempo. Vamos, que uno no podía decidirse entre suponer una enfermedad grave o una posesión demoníaca.

Como resultado, Zagloso se quedó custodiando el sueño -increíble, no se despertó- de Inés, y la Perli y yo tiramos para el hospital. En el camino, una servidora iba haciendo masajitos en la barriga de Clara, y parecía que andaba algo mejor. La Perli y yo tuvimos que perjurar en la ventanilla de admisión de urgencias infantiles que hacía 10 minutos aquel bebé relativamente sereno era la niña del exorcista y que llevaba cuarenta minutos berreando como si la estuviéramos despellejando viva.

Y en la sala de espera de urgencias se obró el milagro. El dulce querubín de ojos grises empezó a peerse como una mula vieja y a eructar, así que habíamos asistido a una crisis de meteorismo grave. Para nuestro alivio, la niña la lió parda durante los reconocimientos -al menos no quedábamos tan mal-, pero puedo decir que asistí a las carcajadas de la muy jodía mientras su madre bostezaba abriendo tanto la boca que se le veían hasta las uñas de los pies, en el camino de vuelta.

En resumen, días de comer bien,  de dormir menos de lo habitual (master en maternidad by la Perli), y de disfrutar de las enanas y de sus padres. Lloriqueé al despedirme, no os digo más...

I miss you, Perli.

martes, 5 de junio de 2012

Difícil

A veces la cosa se pone difícil. Tan difícil que uno pierde la esperanza de que pueda salir bien, de que el sol salga por Antequera, y éso que siempre sale (o éso dice la sabiduría popular).


Así que un gato agarra su mochila, la de siempre, aunque esta vez con unos cuantos kilos de grava más -para qué llevar grava en una mochila, si pesa y es complicado que vayas a poder hacer algo con ella-; pero agarra sus kilos nuevos de grava y se pone a caminar otra vez, como si no hubiera un mañana. 

Pero claro, es que mira atrás y es como cuando el perro escoba de Alicia en el País de las Maravillas pasa barriendo el camino pasado, la adelanta, y borra el camino de delante... Y sabe que quedarse quieta es peor, pero ¿hacia dónde ir?


Y entonces se enrabieta, abre la mochila, agarra los puñados de grava y empieza a arrojarlos lejos con furia. No te necesito, grava estúpida. Pero no se puede deshacer de toda su piedra machacada. Así que apretándola en las manos hasta que le hace daño y se le saltan las lágrimas -estúpida grava, haciéndome llorar otra vez-, vuelve a meterla en la mochila.

Ya la tiraré mañana.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Será maravilloso...

... viajar hasta Mallorca.

No, aún hay que venir en avión o en barco. Pero no importa. Merece la pena.

Cuando la gente me pregunta de dónde soy, suelo contestar que soy apátrida. Me he movido mucho, y decir que soy jienense o granadina se queda pequeño.

Pero después de mis años en Mallorca, en los que me pasaron tantas cosas -qué gran verdad me dijo Xau: "Gato, es que tú vives en un año lo que otras personas viven en diez"-, esta tierra tiene una parte de mi corazón muy grande.

Es por éso que llego aquí con un coche de alquiler y me muevo como pez en el agua y me siento en casa. Y pasar los días en compañía de Perlita y Zagloso, Tretze y Jeroni, Sberrow y otros menos conocidos en este blog... me hace llegar a casa. Lo mismo que cuando me siento a comer en casa de mi madre  y me pone un plato de albondigón, o su mayonesa inimitable. Ellos son familia, y puedo venir, y contarles cualquier cosa y llorar si hace falta, porque con ellos todo vale.

Ayer por la mañana me desperté. Los pajaritos de Jeroni amenizaban la mañana orgiásticos, pía que te pía. El sol se intuía desde fuera, así que abriendo los postigos dejé entrar el aire de fuera.


Ésto no lo cura todo, pero ayuda mucho. Gracias por hacerme tanto bien.

Ahora me arreglaré para salir con Perlita e Inés a hacer recados por Palma. Sí, ya la he conocido y mola mil... es una Zaglosilla Perlada. Moríos de envidia, que ayer le cambié el pañal.

martes, 8 de marzo de 2011

Nueva


- ¡¡Todos al salón!!

Debía de ser algo importante... a lo mejor grave. Mi pedre nos requería a todos de cuerpo presente cuando algo no aparecía, o cuando algo había aparecido roto; silbaba en el hueco de la escalera y allí aparecíamos todos como bichos salidos de sus escondrijos.

Pero esta vez nos citó en el salón grande, en la mesa buena de las sillas tapizadas, que ya solo usaban cuando venían amigos a cenar. El tamaño de la familia nos había condenado a hacer las cenas de navidad en el comedor de diario, juntándolo con la salita de estar, cuando el salón se nos quedó pequeño.

Hacía poco había llegado la nueva; otra hermana pequeña que era muy pequeña, muy poco para jugar. Y Pedre y Medre decidieron que esta vez sería democrático:


- ¿Cómo queréis que se llame la hermana? Vamos a votar el nombre entre todos.

Creo que todos nos sentimos importantes. Y creo que me sentí orgullosa cuando salió el nombre que me gustaba. La nueva hermana se llamaría Hacha.

Han pasado algunos años, y mi hermana Pam se había puesto gorda como una pelota. La culpa la tiene el Rebi, que le pide crepes y ella luego se los tiene que comer... Total, gorda para reventar. Y reventó. El uno de marzo.

Mi medre sostiene la mano de su nieta.

Da tan poca guerra que deberían darle el Nobel de la Paz, se lo merece mucho más que el presidente de los Estados Unidos.


Es preciosa. Y se llama Hacha.

sábado, 28 de marzo de 2009

La boa (constríctor)

Perlita se casó el sábado pasado. Lo siento, he estado muy estresada para hacer una crónica, colgar las fotos en el feisbuc y todas esas cosas.

La historia es como sigue:

Perli había hablado a Gato de una cosa que se llaman blogs y un día, un gato quemado en el trabajo hace una búsqueda de algo estúpido en google, tipo "mi trabajo es una puta mierda jare nare" y aterriza en La Perri. Le divierte lo que lee... así que se lo lee todo y empieza a visitar otros blogs, como el Anómalo y Quédate a Dormir, commentando por todos lados. Gato y Perli se abren un blog. Un agosto conocen a Misia y Be en una cita a ciegas de lo más emocionante; es Madrid en Palma. Entonces ellas les invitan a Madrid. Mientras tanto Perli y Zagloso se persiguen sospechosamente de blog en blog, en los comments. Y en noviembre, Palma va a Madrid, a un maravilloso colchón confort-rest cortesía de Lorzagirl en el salón de la ex-casa de Be. Allí aparece el Zagloso. A Perlita se le escurre el vestido sentada en el sofá mostrando sus piernas interminables mientras al Zagloso se le ponen los ojos de bolilla tres asientos más allá, hecho que no pasa inadvertido para Gato.

Perlita y Gato vuelven a Palma... pero algo ha sucedido (recordad: ojos de bolilla). Y Perlita seguía sin dejarse tocar una teta. No pasarán diez meses cuando Zagloso abandonará Papúa para instalarse en la Gata Perlada, conseguir el cariño de Akira y de la Perli de modo incondicional (tienes la ventaja de ser macho, no lo olvides) y convertirse en El Zagloso Mediterraneo. Hace 11 meses que no postea. Lo que demuestra que se abrió el blog para ligar y como ya tiene chorvi pasa de todo.

Perdón, chorvi no, ¡¡Señora esposa del monotrema!!

Y un día 21 de marzo... Perlita salió tarde de la peluquería. Gato la había llamado cinco minutos antes (era más tarde de lo previsto pero no quería ponerla nerviosa) y Perlita la citó en la puerta de la catedral. Y ahí estaba, con un moñazo impresionante y en vaqueros: la novia más guapa de Papúa.

- Tengo que comprar un rimmel.

- ¿Hay tiendas de camino a tu hotel?

- Sí.

- Pues vamos.

¿Creéis que es facil encontrar un rimmel waterproof en una perfumería de 120 metros cuadrados? Debiera, ¿no? Pues no. Y ahí estaba Perli con la tarjeta en ristre pidiendo un rímel con la lágrima detrás de la oreja.

-No te preocupes, vísteme despacio que tengo prisa.

Llegamos al hotel. La luz del espejo del baño no funcionaba. Había tenido goteras la noche anterior. El flamante vestido colgaba del soporte del televisor y empezó a maquillarse en el espejo de la puerta del armario.

- Gato, ponte tú los rulos mientras.

Un gato se puso rulos (marujas al poder) y descubrió que no había secador en el baño. Entre éso y el poco tiempo que iba a tenerlos puestos no iban a servir de nada, pero se los puso.

- ¿Te ayudo?

- No, ya voy bien... ¿Qué color era ahora, el dos o el tres...?

- A ver, tienes un corte con el claro y el oscuro, utiliza el medio aquí... a ver...

- Joder qué mierda, el fotógrafo viene ahora.

- Pues que espere, Perli, ¿O tiene que pillarte en bragas, hombre?

- Hija, tu padre no quiere ponerse los zapatos...

- ¿Y qué quieres que yo le haga? Pues que vaya como quiera, joder mamá. Vete y vístete.

Terminó de pintarse y empezamos a vestirla. Primero el cancán.

- Joder, el cancán iba después!!

- ¿Seguro?

- ¡¡Sí, quítamelo!!

- Bueno, pues el vestido.

Le pusimos el vestido. Estirando las capas. Cuatro capas, de la inferior a la superior, todas estiraditas. Vaaale. Ahora el can-can.

TOC-TOC

- ¡¡El fotógrafo!!

- Tranquila - un gato abre la puerta- aún no está, ¿puede esperar un ratito?

- Sí, claro, claro.

- Hale, ya está.

El cancán. Los tacones que se enganchan, que esta costura no es así, que sí, que no, que mira esto es el revés, y esta pinza tiene que ir atrás sí o sí, vale, pues espera, que subo... y un gato se incorporó del suelo mientras Perlita alisaba su vestido con tan mala fortuna que uno de los rulos... ¡¡¡ENGANCHÓ EL FLEQUILLO DEL MOÑO DE LA NOVIA Y LO SACÓ DE SU SITIO!!!

¡¡¡¡EL HORROR!!!!
¡¡¡PERLITA, ESA FAN DE LOS SOPRANO, QUERÍA ASESINARME EN ESE MISMO INSTANTE UTILIZANDO LAS ORQUILLAS DEL MOÑO PARA CLAVÁRMELAS EN EL CEREBELO!!!!
- ¡¡¡TE LO ARREGLO, TRANQUILÍZATE QUE TE LO ARREGLO, POR FAVOR!!!

Perlita contuvo su odio infinito sin mediar palabra mientras un gato trataba de reproducir la onda peluquera... y mal que bien, ahí quedó.

Entonces el fotógrafo empezó su trabajo y un gato se puso a quitarse los rulos. A diez minutos de la hora D, la cuñada hacía fotos, el coche de la novia esperaba abajo, y un gato corría por las calles de Papúa en un día de calor y cielo azul cateto.

A la hora D, un gato llegaba a la puerta de su hotel. Rebi esperaba nervioso (qué paciencia que me tiene), Mary Chirla esperaba en su cuarto (pobre paciente también) y yo planchaba la falda del vestido y me metía en la ducha a ritmo marcial. Pedimos un taxi que nos llevó por Papúa de un modo laberíntico - lo siento, Zagloso, Papúa es una ciudad maligna donde el que quiere entrar no entra y el que quiere salir no tiene manera de hacerlo- y veinte minutos más tarde de la hora D llegábamos al ayuntamiento de Papúa. La gente estaba fuera, toda emperifollada. Todos preparados para una boda glaciar... sudando con los abrigos bajo el brazo.

- Ya se han casado.

- ¿Ya se han casado?

- Sí, ¿de dónde venís?

- ... dáme un puñao de arroz, coño.

Luego vinieron el cordero y la tarta, Rebilated hizo uso de sus dos tubos digestivos, los novios, que estaban guapísimos y felices, bailaron un vals en plan moderno, los amigos cantaron ( y algunos graznaron) para la dicha de la pareja y colorín colorado, esta boda se ha acabado.

Y se fueron por Francia para ver cosas bonitas y ponerse hasta las trancas de comida y vinos ricos. ¡¡Cabrones...!!

Felicidades, jodíos.

Ah, casi se me olvida. En la discoteca, después de la boda... le toqué una teta a la novia. JA.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Quiero ser básica

No sé por qué hay veces que un gato va tranquilamente por la vida, y el carnicero le suelta una frase lapidaria, después escucha algo parecido por casualidad, en la radio o en boca de un compañero de trabajo, y al final termina tropezando con una baldosa despegada y dando de morros en un periódico tirado en el suelo cuyo contenido también tiene que ver con lo que le preocupa.

Es extraño, pero parece que a veces el mundo conspira para hacerte llegar un mensaje.

Alguien contaba hace poco al gato que, teniendo que tomar una decisión difícil que implicaba a otra persona, sentía preocupación por hacer el menor daño posible. Quería hacer lo correcto, pero el miedo a herir le mantenía paralizado... con lo que el daño, de hecho, ya se estaba produciendo.

Esta noche un gato ha salido a cenar con los compañeros de Gathotels. Ha sido muy divertido, como siempre, y cuando estaban tomándose la primera después de cenar alguien ha sacado el tema del sado... Aori me ha dicho "yo aún me acuerdo de tus esposas rosas" (en realidad no son mías, son de la Perli, y aparecieron en una maleta que vino una semana después que yo de París...y me la trajeron a la oficina). Tengo unas mías que nunca he estrenado, y entonces Aori me ha dicho:

- No me digas que no has encontrado quién te dé azotes, Gato...

- Pues... sí... pero no. Creo que el problema estaba en que no querían hacerme daño. - y claro, sin garra no tenía gracia...

Travi miraba al infinito y Aori, que es un puta, se ha dirigido a él:

- Es que la gente se corta mucho con ésto... a mí lo que me pasa es que todavía no tengo claro si soy dominador o dominado... Travi, ¿Tú qué piensas?

Travi nos ha dedicado una mirada serena de sonrisa interior y ha entreabierto los labios para decirnos:

- Pam.
Pam.
Pam.

- Jajajajaj, ¡¡tú estás con los azotes!! Gato, creo que Travi estaría encantado de ayudarte con el tema... Está claro que Travi es dómino...

- Pues yo tampoco sé qué soy... supongo que seré buena en uno de los dos papeles, pero jugar, me gustaría en los dos... ¿¿Jugando a ésto has engendrado tú las gemelitas que va a tener tu mujer??

Después he llevado a la puta rusa a su casa. Ha vuelto a vivir con sus padres; hace un mes que lo ha dejado con su novio. Bueno, no lo ha dejado... porque él se lo está pensando.

Aunque Ruski supone que no se lo está pensando realmente, pero mientras él no exponga claramente que ya no hay más... ella no puede cerrar el tema. Me contaba que le gustaría poder encerrarse en casa y llorar dos semanas sin parar, y después seguir... pero el muchacho en cuestión no quiere llamar a las cosas por su nombre. Y éso la mantiene cogida del pelo. Encima me ha pedido disculpas por soltar dos lagrimillas en Leoncio y contármelo...

Me pregunto cuántas veces decidimos algo pensando en los demás... cuantas veces interpretamos sus deseos, sus necesidades, sus limitaciones... y cuánto nos equivocamos. Y viene aquello de que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, y que a menudo intentando hacer el mayor bien posible... la metemos hasta la ingle. Efectos perversos.

Deberíamos poder arreglarlo de una manera simple: preguntando. Pero como estamos muy poco acostumbrados a hablarnos de ese modo, a preguntar y a guardar el silencio necesario para escuchar después, así como pocas veces sabemos contestar con honestidad qué es lo que deseamos... lo tenemos complicado.

A veces me gustaría ser hormiga. O girasol... ¡¡No, nononono!! ¡Ameba! Me pido ameba. Que estoy cansada de pensar.

jueves, 28 de agosto de 2008

Viaje al fondo de... aquello

La otra noche llamó Edo. Cuando un gato cogió el teléfono y escuchó: “¿Cómo estaaaás? Hacía mucho que no hablaba con mi gato...” lo tuvo claro. Pensó: éste se casa.

Y efectivamente, el muchacho se casa. En noviembre. En el Puerto de Santa María. Y un gato está invitado.

Lo que significa:

- Avión

- Hotel

- Traje, zapatos y bolso

- Regalo

- Pasta para la recolecta nupcial

Pese a que suelo vestirme bastante bien por muy poco dinero, ésta vez está difícil. Porque las andaluzas medio pijas se arreglan los sábados por la noche como si fueran a la ceremonia de los Oscars, así que yendo de boda ni te cuento. Melenas de peluquería, tules y brocados... entre los que colar a un gato y hacer que pase desapercibido. Complicao. Además a un gato no le gusta ni lavarse ni peinarse, y lo único que se le ocurre es sacar la cabeza por la ventanilla en el avión para que le quede un cardado muy chic. Y los ojos dados la vuelta, que serán la atracción de todas las miradas.

Pero hay otro asuntillo anecdótico en esta boda: su primer ex estará allí. Años después se lo encontrará con su novia actual (la que tiene desde entonces) y el gato estará, jijij, soltera y entera. Seguro que los años la han tratado mejor que a él... dónde va a parar.

Pero... ¿estará proyectando esa imagen patética de algo parecido a Bridyet Yons?

Así que el gato ha sufrido un leve ramalazo de miedo escénico, y ha pensado en su vida y su futuro y todas esas cosas profundas y ha decidido que ya no necesita un novio imaginario, que eso es una infantilidad. Un gato es un gato adulto, orientado a resultados y lo que necesita de verdad es… UN NOVIO DE PEGA.

Ohcielosohdiosmío ¿Alguien sabe dónde se alquilan hombres para acudir a eventos sociofamiliares? Claro que, con lo que tengo que gastar para la boda, como no lo pague en carne, me parece que lo tengo un poco mal...