Mis locos y yo
El otro día hablaba con Sberrow, quién me preguntaba qué tal mi búsqueda de trabajo. Yo le dije que muy bien, la búsqueda cada vez mejor. Creo que soy una buscadora de trabajo experta, qué coño. No conozco a nadie con más experiencia que yo.
He buscado trabajo cuando estaba en el paro, y he buscado trabajo hasta cuando trabajaba. Claro, que entonces buscaba porque trabajaba con gente chunga. Quizá mis principios no eran tan chungos, o quizá los recuerdo con añoranza pasado el tiempo y ésa los hace menos amargos.
Pero sí, en GatoHotels, la mujer del dueño, la que mandaba desde casa, estaba loca. Y su hija, directora de uno de los hoteles, también. Me regaló momentos de surrealismo impagables y alguno llegó a este nuestro blog. Y tuve que buscar trabajo.
Entonces cambié de curro a Alienigen Hotels. La buena noticia es que cobraba más. La mala, que estaban más locos y eran más cabrones. Malos que te cagas, que hasta Sberrow lo dijo. Y me vine a Madrid y tuve que buscar trabajo.
Hice dos másteres, un programa de RRHH, trabajé como autónoma y un año y medio más tarde encontré trabajo. Con los mercenarios, que al principio pensé que eran sólo unos piratas, pero al final también eran unos pirados. Mientras tanto, Sberrow seguía aguantando en Alienigen Hotels.
Tuve suerte, porque me despidieron los mercenarios casi a la vez que me contrataron en una super empresa. La Directora de RRHH quería alguien muy potente, tardó mucho en encontrarme, y al final me contrató. Luego se dio cuenta de que era demasiado lista para estar debajo de ella, así que me echó a los nueve meses. Ni la lactancia me dio.
Y entonces volví a trabajar como autónoma, y a estar en el paro. Y busco trabajo. Y en ésto llegó la conversación del otro día con Sbeerrow. Entonces caí en la cuenta: me estoy esmerando por entrar en empresas normales, y... ¡¡¡lo mío son los locos!!! ¡¡¡Por éso no estaba encontrando curro!!!
Pero hoy puedo haber cambiado las cosas. Ayer contacté a un tío por LinkedIn y hoy me ha entrevistado. El suelo de la oficina estaba sucio y el aire olía a tabaco. Las chicas de la entrada mantenían una discusión con el manos libres, muy alto y con poca educación. No, no han considerado prudente coger el auricular para que no lo escuchase todo. El jefe ha llegado tarde y la entrevista ha empezado por un "Qué, qué me cuentas?" no exento de vacile. Es una empresa familiar. Su padre y él se llevan mal. Se dedican a la venta a puerta fría de productos de otra empresa, han crecido desde cinco empleados a ciento y pico en tres años. Sin preguntar, me ha dicho que los jefes regionales no tienen estudios. A mis preguntas sobre la gestión de la empresa y la estrategia me ha respondido como un ñapas de primera división. Nos ha interrumpido el Neng vestido con una camisa guay y una corbata más guay, acompañado de vaqueros fardahuevos. Le ha hablado en voz baja al jefe, timorato. Era el regional de Madrid haciéndole una pregunta estúpida que dejaba claro que el jefe es un micromanager.
Sí, PUEDE QUE HAYA CONOCIDO A MI NUEVO LOCO. Ahora estoy más cerca de volver a tener trabajo... todo encaja!! ¡Deseadme suerte, que ya queda poco!
And eeeveeerything is aaaaalriight!