viernes, 13 de marzo de 2009

Podría haber sido peor

Un gato y un cerdifante mancillado se fueron a la polisía. Y al llegar se dieron cuenta de que quizá no era tan fácil como confesar toda la verdad… había un dispensador de turnos y cogieron el suyo: el 7.

En la pantalla rezaba 99.

“Bueno…! No será mucho!”

Alrededor había una rumana maltratada (no es que la chica fuera contándolo, es que luego salió un poli (pa darle con la LOPD y el tomo nº 1 de una enciclopedia de psicología en los morros) gritando:

- ¡¡POR FAVOR, LA CHICA MALTRATADA!! ¡¡LA RUMANA!! –mirándome- ¿Es usted?

La chica fumaba fuera.

Mientras tanto una pareja de señores mayores preguntaban sus números a todo el mundo, una dos amigas con el nº 99 hacían gestos de aspaviento porque hacía media hora que les tocaba, la niña de la rumana jugaba con un paisaje-pompa de purpurina, un argentino me miraba de soslayo las piernas y un cordobés de Cabra contaba que era la segunda vez que venía, pero que si no fuera por que le habían robado el pasaporte y tenía miedo de que le cambiaran la foto, pasaría de denunciar. Tras la mampara un policía explicaba a una chica que si había un segundo matrimonio en República Dominicana podía ser, pero que en España era ilegal casarse dos veces, que en España él no podía tener dos esposas.

- Yo tengo el siete… Esto lo hacen para que baje el índice de delincuencia.

- Huy! ¿Tú de dónde eres?

- De Graná.

- Por el acento!

- Bueno, en realidad apátrida.

- Yo soy de Villena!

- ¡Otro de Córdoba!

- Llevo ya cuarenta años aquí.

- Entonces eres mallorquín ya, hombre...

- Pero el acento no lo he perdío…

Y llegó el 00.

Dos horas y media más tarde, un gato y un cerdifante pasaron a una mesa con un agente. El agente escribiendo de lado y el gato dándole consignas de prevención de riesgos.

- La pantalla está muy baja y tienes que torcer el cuello para mirarla, y tienes el teclado a un lado. FATAL.

- No, si ya la tenemos aquí puestas… -y me levantaba las cejas con gesto de “me vas a tocar las narices cuando yo te diga”.

Le narré toda la historieta, mi cerdo, el jamón y los pendientes estaban, no me lo creía, llamé al casero, Rebi me dijo que pusiera un calcetín.

No consintió en ver la prueba del delito, mi pobre cerdifante, porque lo tenían que ver los del CSI. Imprimió la denuncia para hacérmela comprobar:

“ que tras lo ocurrido, el casero de la dicente le dijo que pusiera un calcetín tras la puerta de entrada al inmueble cada vez que abandonase el mismo y si lo encontraba fuera de su lugar, se podía cerciorar si alguien había entrado en el mismo”.

- ¡¡No fue mi casero, ése fue mi novio!!

- Pues no le vamos a quitar el mérito a su novio. Ahora lo cambio y lo imprimo de nuevo.

Y corrigió: “que tras lo ocurrido, la pareja sentimental de la dicente le dijo que pusiera un calcetín tras la puerta de entrada al…”

Al día siguiente vino el CSI a casa. Llegaron al quinto jadeando.

- ¿Ven? Por eso digo yo que tiene que ser alguien de aquí, que un ladrón se cansa antes de llegar…

- ¿Cuándo cambió la cerradura?

- Hará unas tres semanas.

- ¿Ha entrado más gente aquí desde entonces?

- Pues mi novio… y hace poco hicimos una despedida de soltera… vinieron muchas amigas… eso lo dificulta bastante ¿verdad?

- Pues… no merece la pena que tomemos huellas.

- ¿Y mi cerdo? ¡¡Tienen que haberlo manoseado mucho!! –y les mostré el único billete de 5 que habían dejado, estropeado por el cuchillo.

- Es que… aunque esté pintado… es una superficie rugosa.

Me encogí de hombros.

Y así se acaba la historia.

Me refugio en la justicia poética, y en que un día será al contrario y me vendrán regalos… y en que lo de la rumana siempre será peor. Tener que fumar en la calle para poder entrar luego y contarle a un señor con la inteligencia emocional de un zapato algo muy complejo y desagradable en una lengua que no es la tuya. Cerdifante está de acuerdo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ángel C.

IN-creible...

Jezabel dijo...

Es que no hay profesionalidad. Grissom le hubiera tomado las huellas al Cerdifante, hubiera adivinado el origen del barro y quién lo fabricó y además te hubiera dado una relación de ácaros que habitan tu calcetín.

Anónimo dijo...

La próxima vez que se me ocurra decirle a alguien que denuncie, me pondré un calcetín en la boca. Usado.
Vaya...de policia!

Nahi dijo...

Es lo que tiene ver CSI, que crees que todas esas pruebas las puede hacer la policía española... No creo que las hagan ni en Las Vegas!

Achab dijo...

El cerdifante se lo gastó en guarras -nunca mejor dicho- y luego preparó un escenario que le sirviera de coartada. Es evidente.

Jo, lo siento, de verdad.

Gato dijo...

Anónimo... ¿Ángel C?

Jezabel... me hubieran dicho que había una cantidad anómala de pelo sintético negro, de cuando clonamos a la Perli...

Anónimo, si eran profesionales... pero Cerdifante fue declarado no apto como prueba del delito...

Nahi... no por el robo del contenido de un cerdo. Éso ha quedado claro.

Achab, ¡¡cerditas porkis!! ¿Por qué no lo imaginé?? Lo que yo te diga, con la crisis ha llegado la era de las traiciones y es un no parar...