Colecciono cosas pequeñas
Un gato no es nada intuitivo. A menudo se la dan con queso y bien dada, porque suele pensar como Papá de Chershire que todo el mundo es bueno.
Pero hay algo que con los años ha aprendido el gato, y cuando se encuentra medio consciente es capaz de hacer: mirar.
Y lo importante cuando miras a alguien no es la impresión que quiere darte. Lo más interesante es la impresión que no te quiere dar... y ésa la dibujan cosas pequeñas. Son tan minúsculas que no nos preocupamos de esconderlas, porque habitualmente pasan desapercibidas.
Son nieblas microscópicas en el fondo de la pupila, agujas invisibles que nos pinchan los labios, un par de pasos con un ruído diferente en los zapatos, levemente violados por la emoción, el modo de coger el tenedor, como nos traiciona la risa o nos resucita la voz...
Las pequeñas cosas que son tan pequeñas que no nos molestamos en controlar... son las que gritan nuestra verdad, nuestros miedos y debilidades, la pasta de que estamos hechos.
Es apasionante recolectar cosas pequeñas de gente. Son tan diminutas que las bebo como lágrima que llega al labio y quiere desaparecer sin dejar rastro.
Y después creo que las olvido. Pero no es éso... es que las cosas pequeñas son como la energía, que ni se crea ni se destruye: sólo se transforman. En opinión. Y aunque ya no te acuerdas por qué, hay cosas de los demás que sabes con certeza.
El gato a veces ha elegido creer cosas durante un tiempo... pero éso sólo es sostenible hasta que un chasquido de dedos descarga una cascada de recuerdos de cosas pequeñas sobre su cabeza, y el cráneo se abre como una flor y una verdad atómica cae sobre ella como una nube de polvo plateado y frío.
Y la verdad siempre es buena. Lo que pasa es que a veces duele.
5 comentarios:
tan listas para unas cosas y tan tontas para otras... por qué a veces vemos sólo lo que queremos ver?
jo, espero que estés bien. ánimo.
¿Estás bien pequeña? espero que esas pequeñas cosas no constituyen un gran mal, y todo quede en un...pequeño traspies?
animo!
Bueno, pese a todo, me alegra que hayas optado por no dejar de teclear.
Un beso y no estés tristona.
Tranquilas, no es nada.
Nada que no se cure con mala leche...
Y tiempo al tiempo.
Jo, niña, no lo habia leido... buen post, y animo.
Publicar un comentario