martes, 11 de julio de 2006

Un gato y El Caos



Puede parecer que tengo una visión tremendista de mi vida, y de cuanto acontece a mi alrededor. Mi sensación es de desasosiego absoluto. Hay un gato que no da abasto.

Están haciendo obra en mi calle. Ya os conté que un día me dejaron sin agua. Hoy también, menos mal que nos habíamos duchado anoche. Pero la mierda procedente de la obra me acosa. Es imposible mantener la casa decente.

Hace una semana me pasó algo especialmente emocionante. Salía por la mañana de mi casa y me quedé clavada en el tranco de la puerta balanceando los brazos para recuperar el equilibrio tras el frenazo: me habían abierto una zanja de metro y medio en la puerta y mi casa estaba suspendida en el aire. Un obrero que me vió me preguntó si quería pasar. Pues más o menos, hombre...


Entonces vino con un tablón y lo colocó entre mi puerta y el extremo de la zanja. Iba muy justo, así que se quedó sujetando el tablón mientras mis zapatos pasaban por la madera. Menos mal que no llevaba falda, me hubiera visto las entrañas sin ningún tipo de esfuerzo. Luego rellenaron a medias la zanja, pero dejaron tablones en la entrada de las casas. Soy modelo de desfile en la Pasarela Churumbeles.

Mi casa, por otra parte, sufre desperfectos varios; se resquebraja y hay que pintar los arreglos de nuevo, la puerta de la lavadora está rota y abrimos con un destornillador, los gatitos me cagan en el jardín, me aplastan el cesped, me chafan las cintas -por eso la revista se llama "Casa y Jardín", y no "Casa, Jardín y Animales"- ; mi geranio ha sido atacado por taladro, la tomatera (lo siento Perlísima, no sé que hacer) se me está secando pese a que la riego, mi planta del dinero vive a media asta -aunque es normal, si refleja nuestra situación económica-, los cristales están tan sucios que la luz entra tamizada, la madera de puertas y ventanas necesita tratamiento, el moho prolifera en el baño, la comida se me pudre en la nevera, el jardín necesita una poda...





Me puse a podar algunas plantas porque el patio parecía una jungla el domingo casi a medio día, después de haber trabajado la noche anterior en un aniversario de bodas (en que cantaron
Los javaloyas , pero esto es otra historia) y si unimos mi torpeza y unas tijeras de podar... tenemos una herida escandalosa en el dedo con una herramienta oxidada. Suerte que ya tenía la vacuna y el recordatorio del tétanos puesta, de aquella vez en que me corté la yema del meñique y tuve que buscarlo entre el perejil que cortaba para no servirlo en una pizza. Entré, me lavé con agua oxigenada, me puse un trozo de esparadrapo y fuí al cuarto de estar, donde Jota veía la tele. Lloraba hipando como una niña estirando el dedo hacia Jota.

-¡¡¡¡Bira lo gue be he hechooooo!!!! ¡¡¡Bbbbbbbuuuuu!!!*

(* Cuando era chica, mi padre me llamaba Ñiñiña muñinganga muñinga, que era un nombre que fónicamente me parodiaba cuando le llegaba a contar algo, llorando: gangoseaba y no me entendía nada y se pillaba unos rebotes que te cagas)

Jota me miraba sin comprender, hasta que empezó a reírse y me besó "No llores, tonta".

- ¡¡BBBBBBBBBUUUUUAAAAAAAAHHHH!! ¡¡ESDOY HARDA!! ¡¡BOR ALGÚN SIDIO DENGO GUE REVENTAAAR!! ¡¡¡BOR ESO LLOOOOOROOOOO!!!- y seguía alargando mi dedo con esparadrapo tieso, para que lo viera.

- Venga, vamos a ducharnos y comemos- su tono cuando le doy pena es muy consolador

- Vale.



Ese mismo día estaba friendo unas alitas de pollo (mi jefe de cocina, el tío Emilio, me contó
el truco: para que queden crujientes, media hora antes hay que ponerles zumo de limón o vinagre, que se come el exceso de grasa de la piel y evita que el aceite se "caiga" mientras se fríen) y estaba sentada en la mesa de la cocina haciéndome un cigarrito. De repente

¡¡PAPAM!!

Me levanté, apagué el fuego y me alejé. Había dejado el cigarro como un churro, del susto. Pensaba que había explotado un hueso de pollo o algo así, y miraba la campana y la pared... Cuando de repente lo miré por segunda vez y me quedé de piedra.

¿Qué probabilidad existe de que estalle una vitrocerámica? Muy poca, ¿Verdad?

Esta mañana ha venido un tío de la casa de la encimera, pensábamos que a reponer el cristal y... no señor, venía a comprobar que había pasado, porque no se lo creían. Hay que joderse. Le he dicho amablemente que menos mal que la puta vitrocerámica no me agredió tipo metralla, porque entonces hubíeramos tenido un disgusto. Estaré una semana todavía cocinando con el horno nada más.

Mi trucu-trucu ha estado enfermo, ya lo sabeis, pero no ha sido tan malo como me vaticinaban. Sólo era el aceite del embrague, no todo el embrague.

Un jefe de cocina que fuí a recoger al aeropuerto (alfombra roja les falta a éstos) ha durado dos días en el hotel al que iba. Cuestiones personales. Anteayer, un jefe de cocina (dicen que visto el fogón, perdida la razón) se cabreó, se puso a gritar porque estaban haciendo la última ensalada 10 minutos antes de salir al buffet y se rompió un plato en la cabeza. "Et dic que se ha xecat un plat a es cap, te ho juro, es vero", le decía el subdirector al del touroperador italiano que nos lo impone. La plantilla dice que le ven medicarse y que tienen miedo. Aún no tengo sustituto para el lesionado de la rodilla.

El domingo estaba psicológicamente agotada. Fuimos a comer con la familia de Jota (como para reponer fuerzas, vamos) y por la tarde estuvimos en el Festival park.

Allí vi algo que me devolvió la esperanza, que me demostró que se puede seguir luchando, que no importa cuántos obstáculos nos encontremos en el camino siempre que vayamos bien calzados... Y saqué mi tarjeta.

7 comentarios:

Chirly dijo...

Menos mal que existen las zapaterías para sacarnos por unos minutos del caos cotidiano. Gato, creo que te urgen unas vacaciones.

Gato dijo...

¿Gurú? ¿sois vosotros?

Mary, estás en lo cierto.

NECESITO

UNAS

VACACIONES

Perlita de Huelga dijo...

Ostias, que zapatos más bonitos!!! Se parecen a los mios que me compré en aquel momento de desesperación que me dí cuenta que si no me compraba unos, tendría que ir en deportivas a una cena!!! PE-RE-CI-O-SOS!!! A ver cuando nos juntamos para tomar algo con nuestros mejores zapatos. A mí, ir en tacones, me aumenta la estatura y me sube la moral.

Gato dijo...

Perli, yo ayer me los puse porque quería pisar fuerte... funciona un poco...

El domingo en casa de Gurú nos los ponemos y hacemos de pijas horteras en la piscina comunitaria, ¿te hace?

Compro pamela de paja de segunda mano.

Perlita de Huelga dijo...

¿En serio? Jajajaja vmaos difrazadas de divinas de la muerte? Creo que no se llo he dicho a Terese, se me ha olvidado un poco... Es que no sé que me pasa, pero mi memoria es un queso gruyere...
Pues a ver de donde saco una pamela!
¿A que no hay cojones?

Be dijo...

Gato, mucho ánimo. Los zapatos son preciosos. Yo, en los días malos, me miro los pies y me siento muchiiiiisimo mejor.

Gato dijo...

Gracias Be. Acabo de descubrir otro documento importante que llevaba en la carpeta y tendré que reponer. Cuando todos hayan sido sustituidos, sólo entonces, aparecerá... ¡¡Mientras me sigo consolando mirando mis zapatos y una falda de pájaros que me acabo de comprar!!

Pero gracias y a Antoñita. Algo bueno me mandará, jejej.

Perli, si no fuera por la poca disponibilidad, buscábamos la pamela y el biquini de leopardo. Pero con pelo.