miércoles, 3 de mayo de 2006

El técnico gallego

- Hola, buenos días, ¿el señor Pepiño Galleguiño?
- Sí, soy yo.
- Hola, me llamo Gato, le llamo de la empresa Gato Hotels porque hemos recibido un currículum suyo para técnico de mantenimiento de hotel, y estábamos interesados en tener una entrevista con usted.
- Sí, bueno, ¿de qué es el trabajo?
- Eeeh, de técnico de mantenimiento de hotel.
- Sí, vale... ¿de dónde me llama?
- De Nanarana... nos ha enviado usted un currículum...
- Sí, claro... ¿Dónde estáis?
- La central está en Palma, pero los hoteles por costa de Mallorca y Menorca.
- Ah, sí, pero es que... yo vivo en la Coruña. Es que gracias a los adelantos en la tecnología he podido ver el anuncio en el periódico de allí y enviarle el currículum... Yo... Siii... Bueno, yo sé todo lo que hay que saber de técnico.
- Bien, estupendo, pero necesitaríamos tener una entrevista. ¿Tiene previsto hacer algún viaje a las islas?
- ¿No me pagáis el avión?
- Estooo... Me encantaría, Pepiño, pero no dispongo de esos recursos para hacer una selección, jajaja.
- Bueno, yo sé todo lo que hay que saber de técnico...
- Ya, lo que pasa es que yo no le puedo contratar sin haberle entrevistado... Bueno, dígame, veo en su currículum que estuvo trabajando en el hotel Nenerene, aquí en Calviá, la temporada pasada en el departamento de servicios técnicos. ¿Me puede contar cómo organizaba en la anterior compañía su trabajo? Es decir, qué rutinas de control y mantenimiento seguía, cómo recibía los partes de averías...
- Pues, yoo... sé todo lo que se necesita saber de técnico de mantenimiento...
- Eeeh... perommmm... Vale, ¿ha tenido que llevar un control y mantenimiento de los sistemas hídricos del hotel? Tema de registros de cloro y temperatura, la normativa de prevención de legionella...
- Pues, yooo... yo hago todo lo que tiene que hacer un técnico.
- Ehh, bueno, ¿sabe qué podemos hacer? Le voy a dar mi teléfono, y si en este mes va a venir a Mallorca porque tenga más entrevistas, concertamos una cita. ¿Le parece? Mi nombre es Gato y mi número de teléfono 555 555 555.
- Es quee, ¿no me pagan el avión? Es que vivo con mi madre y mi hermana aquí en la Coruña...
- Ya le digo, Pepiño, que no dispongo de esos recursos...
- Bueno, yooo, tengo cuarenta y cinco años pero, aparento... como diez menos... Figúrese... Mido un metro ochenta... Peso 72 kilos...
-(!)
- ...Y soy guapo... -silencio expectante-...muy guapo...
-Pepiño, verá, es que no podemos contratarle sin conocerle personalmente, así que será mejor que cuando venga, se ponga en contacto conmigo y tenemos una entrevista...
- Bueno...
- Muchas gracias, Pepiño, buenas tardes...
- Bueno... hasta luego.
- Adiosgraciasadios.

3 comentarios:

Chirly dijo...

Una oda al surrealismo gallego, maravillosa historia gatuna, my dear.

¿Qué tal tu preñadissima Akira? que se vigile los folatos¡¡

Besos desde el reino de la resaca post-cruces

Gato dijo...

Joé, ¿qué son los folatos?
J le ha comprado unas vitaminas en crema. No te lo pierdas, se la pone en la pata y como le molesta, se lo lame y se limpia.

Y con lo del surrealismo... La psicóloga que da clases de selección de personal me dijo: "Un día te llevo a la uni para que cuentes la práctica de los recursos humanos y lo que no se debe hacer aquí en la Mallorca de dios". Y me imaginé a mí misma como Faemino y Cansado, tapándome los ojos con dos dedos, y diciendo "Soy un ser ignominioso"

Perlita de Huelga dijo...

jajaja Gato, muy buena la historia. He tenido que acallar mis carcajadas en la oficina.