lunes, 16 de julio de 2012

Hold on...


Al despertar, duelen los ojos. Un poco secos. De la sal.

La botella de vino con Adalias dio para reír y para llorar. La sabiduría de su abuela nos consuela a las dos. La mayoría de la gente viene a este mundo para crecer, reproducirse, y llevar la vida que esperan. Otras personas vienen para vivir otras cosas.

Ahora toca caer. Ya sabes cómo funciona. Después de la subida, venía ésto; no me digas que no lo sabías. Volverás a subir, pero ahora, toca bajar. Coge aire y así gritas a placer.


Me acogió en su casa y dormimos juntas en la misma cama. No flipes muchacho, si pasas por aquí: no nos tocamos libidinosamente. Pero mola volver a escuchar la respiración de otro al dormir, aunque tengamos cada una nuestro sueño revuelto.

Nos levantamos, me invita a un zumo, rechazo el desayuno porque tengo que ir a casa; que tengo invitada a comer y a la piscina. El pensamiento que lleva instalado tres días en mi cabeza se mantiene constante, debajo del zumo, tras la conversación sobre los sueños, mientras camino por la calle y aunque trato de silenciar mi murmullo interior subiendo el volumen de mi MP3 y me acompañan dEUS, the Strokes, Patrick Wolf, The Kinks, Them, Pixies, Muse, The Doors, Massive Atack, Bowie. Cantadme fuerte, por favor. Y ellos me cantan, pero no acallan el rumor interno que pugna por mantenerse firme, como la verdad que lo provoca.
Encuentro una tienda de rebajas. Son trapejos, pero me hace ilusión. Busco colores y me los pruebo. Le gustaba que me vistiese de colores. Este vestido anaranjado me sienta bien. Un poco más corto de la cuenta… Lástima que no me lo vaya a ver.

Salmorejo, entrecot, baño en la piscina, charla, risas, un poco de trabajo. Shhh, espera, todavía no. No tienes que hacerlo. Más tarde, si éso, pero ahora, aguanta un poco más. Mi compañía se marcha, no sin ofrecerme más su tiempo y su oreja, por si necesito algo. No, estoy bien. Ahora haré ejercicio.

El MP3 se encarga del silencio. Yo de darle a las piernas. Corro sobre la  elíptica sin que la serotonina llegue a contrarrestar la amargura. Nada grave, es como beber agua después de  comer melón. Un par de explosiones de llanto mientras corro y decido parar después de ochenta minutos. Mañana voy a estar baldada. No, un mensaje no es buena idea. Llamar tampoco. Todavía no, ahora debo tintarme el pelo; Gato, deberías prepararte física y mentalmente para esa entrevista del miércoles. Quién sabe, debes estar bien. Cambia el foco de atención, no pienses en ésto… ahora no, mejor tíntate el pelo.

Y con el tinte en la cabeza me hago la cena. Son las doce menos diez. Perfecto. No es hora de llamar ni mandar ningún mensaje a la gente de bien. Ahora a enjuagar ese tinte,  ducharse y dormir como una  bendita. O casi. También para dormir, bendito sleep timer en el MP3 y el “( )” de Sigur Ros.

Mañana será otro día. Hoy ya está.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Leer esto me remueve, me suena y me retumba...
Todo pasa, eso ya lo sabes, toca aguantar la respiración y pasarlo. Ya sabes que puedes :D

Griselda dijo...

Es duro por momentos, pero lo estas llevando como una campeona. Sabes que la gente que te quiere va a estar ahí cogiéndote de la mano y no te va a dejar caer. Ánimo y mucha fuerza!

Adalias dijo...

Si en estos momentos de caída hay espacio, aunque sea por microsegundos, para la risa....estonces va bien. Porque un día, tus ojos brillarán y no será por las lágrimas.

Lo dice mi yaya:)

PP. Cuando quieras repetimos noche, eso sí, de copasssss!!!!!!!1;)

Yamane dijo...

Aguanta. Es duro, pero verás como viene otra subida. Y sí, habrá más bajadas, pero cada vez serán más pequeñas.

Besos, y ya sabes, terracitas (sin viento infernal, por favor; pero con vino :P) para animarse!! :D

Gato dijo...

Gracias majas... Como dice mi medre... no hay mal que cien años dure... ni cuerpo que lo resista.

CIRUGIA DE NARIZ dijo...

No podias haber encontrado una fato mejor para ilustrar el sentimiento!!
simplemente genial!!