viernes, 13 de mayo de 2011

Soy un desastre con patas

Tengo un don innato, y digo innato porque lo vengo observando desde que tengo uso de razón: Pongo un pié en la calle y me empiezan a pasar cosas surrealistas. Hace unos años, conocí a Gato, y poco a poco descubrí que tenía el mismo estigma. Nuestra presencia conjunta, como la denominaría posteriormente ella, se convirtió en El Quinto Elemento Chungo.

Algunas de las cosas que me suceden, las callo, porque si no me ganaría el mote de Antoñita la Fantástica, y sinceramente, Sberrow mola más. Sin embargo, muchas otras, para desgracia de mis amistades, cuentan con testigos de primera mano, por lo que se está empezando a gestar la leyenda de que cuando nací unos extraterrestres me abdujeron y me insertaron un imán de super-potencia-atracción-surrealística.

La cosa no pasaba de ser meramente anecdótica, hasta que me separé. Tras la separación, mi imán ultrasónico se ha reiniciado y ha instalado las actualizaciones, descargándose una versión más completa, cuyo resultado me otorga el poder de atraer a los tíos más tarados y chungos a varios km a la redonda.
No, nenas, no sintáis envidia, pues como he dicho: sólo funciona con frikizumbados.
(Nota aclaratoria: Gato, por suerte, no ha sufrido dichas alteraciones del software, y el suyo ha derivado en liarla parda en cada trabajo en el que aterriza).

Pronto se cumplirá un año desde que estoy felizmente soltera, y durante este tiempo, podría llenar el blog de desastres amorosos a los que vengo condenada. Ahí van un par de ejemplos, a modo ilustrativo:

- 6 am, fiestas autonómicas, Sberrow hace acto de presencia en una estación de tren, a la espera de volver a casa tras una divertida noche. Toma asiento. Unos quillos, de cachondeo puramente, empiezan a hacer tonterías diciéndose entre ellos, que esa chica ha llegado sola. Aparece un tipo de las sombras, con claros signos de que durante su vida ha abusado de las películas de Meg Ryan, y ello le pasa factura. "Estoy aquí si me necesitas". Sberrow alza la mirada pensando que de qué va todo eso, está demasiado cansada. En ese preciso instante llega el tren, el sujeto sin mediar palabra la coge del brazo, la arrastra hasta unos asientos del tren enfrente de una pareja mayor y le dice con voz estudiada de galán de sobremesa "aquí estaremos bien, pequeña". Ella, perpleja y buscando la cámara oculta, ha sido incapaz de reaccionar. Debo haber bebido demasiado, piensa. La línea de tren sufre un percance debido a unas obras, y tarda más de una hora en llegar al destino. Una hora en la que la pobre sberrow, inusualmente callada y pensando que le han metido setas alucinógenas en la bebida, tiene que soportar un monólogo con frases del tipo: Te he visto bajar las escaleras y he pensado que eras una mujer segura de ti misma. ¿Tienes estudios universitarios? sí, debes tenerlos, la forma en que te expresas lo denota (sí, mis monosílabos deben ser muy cultos). Me encanta tu perfil, la forma en que no me dices nada, tus silencios...Te he visto y he sentido que serías la madre de mis hijos. Llegados a este punto, Sberrow piensa porqué cojones nunca se ha comprado un spray de pimienta.

- 4 pm, en plena Plaza España, Sberrow va acompañada de una amiga, y ambas han decidido tomarse un café para descansar del día de compras. Un sujeto atraviesa toda la plaza de forma decidida, con la mirada directamente fija hacia ellas, mientras se acerca. La amiga piensa que conocerá a Sberrow y va a saludarla, Sberrow piensa lo mismo. Ambas han llegado a una conclusión errónea. Llega a la altura de Sberrow, la mira, ésta se agarra el bolso. "¿Te puedo coger de la mano?"

- La ponen en contacto con un master de la isla, al que no conoce personalmente, no importa, la intención es que la acepten en una partida de rol en mesa. Sberrow, que de vez en cuando es hasta sensata, le solicita que antes de entrar en la partida preferiría conocerlo personalmente y poder hablar del sistema utilizado, los pj's, y los detalles. Quedan en una cafetería céntrica, un día cualquiera, después de una dura jornada laboral. Tal vez la indumentaria no sea la más adecuada, piensa, debería haberme traído unas zapatillas para cambiarme y una camiseta. En fin. Entra en la cafetería, el master se pone de pie, la repasa con la mirada "no me puedo creer que juegues a rol!", Sberrow duda entre salir corriendo o llamar al camarero para que pase el mocho. Suspira, pensando que ha sido una mala entrada pero la cosa mejorará cuando entren en materia, y toma asiento. Acoso y derrivo en toda regla. Y un monólogo sobre disciplinas y batallitas mientras intenta acortar distancias. Sberrow se larga sutilmente y pone una excusa para el siguiente fin de semana, fecha prevista para el inicio de la trama. Unos días más tarde, su e-mail está colapsado por mensajes del tipo (que pasa al top five de tíos más raros que haya conocido jamás).

- 3 am, un viernes noche cualquiera. Sberrow se encuentra acompañada de tres amigas, a la salida de un local decidiendo sobre donde continuar la noche. Se acerca un chaval de unos veintipocos. "¿Buscas compañía masculina?" "No, gracias" "para ti son sólo 30€"
¿¿¿¿¿¿Acaso tengo pinta de tener que pagar para echar un polvo??????
Sberrow se larga a casa, los años le pesan ya demasiado. En cuanto llegue a casa, buscará en las páginas amarillas un cybercirujano que sea capaz de extraerle el injerto alienígena.

5 comentarios:

Gato dijo...

Jo, nena, no había visto tu post!!

Lo tuyo es demasiado; mis locos se reducen al trabajo, y todos los de Madrid no me los puedo adjudicar. Pero la isla tiene mucha tela y tu imán de surrealismo es muy fuerte.

Flu flu de pimienta en tu bolso YA.

Arikel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sberrow dijo...

Ays, que soy un desastre...
Decía, que mejor me paso a una táser directamente.
Que con la parsimonia que llevo siempre encima, entre que encuentro el spray en el bolso, le quito el tapón y averiguo hacia qué lado sale la pimienta...me quedo ciega fijo.

Un besito

Gato dijo...

O éso, o te me compras unos luchacos ya. Claro que igual son peor los luchacos para la autolesión que el spray... no he dicho na.

mjjulieta dijo...

sberrow, puedes decir q tu vida es una birria.
perdona la comparación, es q últimemente sucumbo al pesimismo.
besitos birriosos.

hola gato, insigne post el de Margaret, te he dejado coment.
un beso, (a mí tamb me gusta comer en el parque) pero para verte tengo q pillar el bus y obviar q estás unas cuantas provincias más allá.
hasta luego a las dos!!!