viernes, 10 de septiembre de 2010

Leonados (como los buitres): Escalatrix

Después de comprar chocolate en Astorga y comernos la tortilla guisada y las dos parrilladas de carne....

...pues decidimos que había que hacer algo para evitar el incidente coronario, y ni cortos ni perezosos fuimos a escalar. En realidad salía más barato hacer un paquete de escalada, rappel, comida en balneario, baño en balneario y paseo con tiro al arco. Así que nos hicimos un completo.

Ya hora una oración sencilla de presente de indicativo: LA MONTAÑA ACOJONA. Sujeto: la montaña; predicado: acojona. Es un verbo transitivo, porque necesita el complemento de a quién acojona, pero el caso es que el uso popular del lenguaje ha permitido que ese predicado termine tras el verbo. Ya veremos qué opina la RAE con el paso de los años. La montaña acojona -a los que vayan a subirla, en el caso que nos ocupa, nosotros- porque lo que está rodeado con un círculo es la parte superior de una figura humana, bueno, gatuna, lo que os da una idea de lo que tres pardillos inexpertos estaban a punto de hacer con unas cuerdas.

Esta es la primera pared, la subimos y luego la bajamos en rappel. Y subirla daba bastante canguelo, así que cuando el profe pidió al primer voluntario, Rebi, que es bastante suicida, dijo "¡yo!"

Y se quedó justo debajo del final de la vía. Se cansó mogollón escuchando las explicaciones del profe en postura garrapata y se fundió, así que tuvo que bajar cuando estaba a punto de llegar.

Después subió un gato. El profe nos dijo que las mujeres subimos mejor, que ahorramos energía. Es cierto, ahorramos en la montaña y en el súper, somos homo economicus nosotras...

Y un gato llegó arriba, llena de uñas y regocijo:

Y sí, adivino vuestra pregunta... ¿cómo cojones se llega arriba con un culo gordongo como ése? Pues con dificultad, seamos sinceros. Aunque el ahorro de energía es lo que tiene, que llegas. Y entonces llegó Cachman o Cachalote para sus amigos. Para mí es Cachman, me tiene manía:


Fue un duelo de titanes. Sé que mentalmente se decía: "la montaña o yo". Y como el tío entrena, se lió a calomonazos con las rodillas contra la montaña, y oyes. Que fue él, y no la montaña:


Y entonces dijo el Rebi... "deja que lo intente otra vez". Es que es muy sentío, que diga, perseverante. Más majo que es... y triunfó:

Y llegó la segunda pared. Una 6C (o éso nos dijo el profe; que habíamos subido una 5A. Y que hay hasta 9; los profesionales se mueven entre las 7 y 8, y sólo los cracks llegan a las 8B o C y las 9). Y nosotros en una 6C. Pabernos matao.


Entonces subió primero Cachalote. Ya le había cogido el tranquillo a la roca, así que la dió dos besos, le dijo dos tonterías, y celebró su triunfo:


Y entonces un gato empezó a subir como si fuera... un gato.


Y todo iba bien hasta que de repente le falló un apoyo, y mientras se sostenía en una postura jodida su gemelo cobró vida y empezó a temblar, boooing, boooing (ya sabéis, el ruido que hacen los gemelos de gordaca sedentaria cuando le pides que salte 100 metros a la pata coja), así que un gato dijo en un arranque de sinceridad, con la voz quebrada...

- ¡Aaaaaish, no puedo!!!

Y el profe le dijo que sí que podía y pudo y subió un poco más. Entonces un pié le falló, se cayó y se quedó colgando de la cuerda y empezó a llorar como una niña chica.

- ¡¡Pero si estás al lado!! ¡¡Has subido muy bien!!
- Bbbbbuubbbuu...! ¡Quiero bajar!

Y entonces cachalote me hizo una foto, como intentando intentarlo. Y bajé.


Luego hicimos rappel, y por habernos portado bien nos dieron de comer un arroz en el que se les había caido el bote de pimienta. Luego hicimos tiempo en el balneario, escuchando al río Luna...

Y el río nos dijo que los del balneario le robaban el agua y la usaban en una piscina llena de chorros y burbujas que era la delicia de los humanos, así que nos despedimos de el y nos pusimos el bañador y unos gorritos de baño con el que los tres estábamos muy favorecidas...

La piscina termal está muy bien planificada. Empieza con una cortina de agua para el cuello y los hombros, luego un chorrazo lateral para la espalda, luego unos chorros separados para el área superior de la espalda... y cuando los bañistas están despistados y relajados, se entra en las zonas jacuzzi hasta llegar a la esquina del volcán. En aquella esquina... los tres fuimos violentamente ultrajados por las burbujas. Pero como hacen los machos muy machos, y los gatos muy gatos, decidimos superarlo por nosotros mismos y guardarnos el secreto de nuestro aspecto mientras éramos violados con un gorrito blanco y azul. Qué grititos lanzábamos los tres, oh cielos.

Entonces volvimos a salir al campo, para pasear haciendo tiro al arco por los praus...

Arriba, la conocida pareja de Guillermotel y Robin Jod. Abajo, Juana la del Arco.


El profe nos iba contando cosas, de la vida de allí, de la naturaleza y los ritmos en las nieves y en las montañas... Dos chavales pasaron buscando una vaca perdida, con sus motos ruidosas. Y es que para ir a la montaña tienen que ir al menos dos, para evitar accidentes. Mientras nosotros vimos un acebo centenario:

Y resulta que los brezos sólo tienen las hojas con pinchos para defenderse de los herbívoros. Porque las hojas altas, a donde no llegan los animales, son lisas; pero como normalmente los acebos son matorrales y no crecen tanto, es raro verlo.

Y nos apartamos del camino para ir por una garganta casi intransitable, agarrándonos en la hierba para no caer por la pendiente y poder ver un salto de agua de veinticinco metros. Y
es bonito llegar a un lugar así, oler el aire y escuchar los rumores del agua y del viento en los árboles y las plantas...



Y después de todo aquél día de ejercicio, limpiando nuestros pulmones y reactivando nuestros sistemas linfáticos... le preguntamos al profe...

- ¿Donde podemos ir a cenar?

Y nos mandó a Geras del Gordón, a un sitio donde fabrican embutidos y le venden a la casa real. Yo me sentía orgullosa de mí misma, por haber escalado, haber hecho rappel, haber perdido flechas en el monte (es que mientras los otros hacían dos centros de cada tres tiros, un gato no daba ni en el corcho de la diana...), me sentía tan realizada que me dije: " y ahora, un cacho de cecina pal pecho por lo bien que lo hemos hecho".

Pedimos una tabla de embutidos para picar, y nada más meterme el primer cacho de salchichón en la boca supe el por qué de lo de la casa real. Porque estaba tan bueno que me sentía como una reina.

7 comentarios:

McKel dijo...

[modo repelente on]

Lo de las hojas no-lisas es un acebo, no un brezo

[modo repelente off]

Gato dijo...

Fuá, éso, acebo y no brezo. Tengo un problema de dislexia con eso, Rebi ya me lo ha corregido más de una vez.

También soy incapaz de decir predator. Siempre digo pedrator... ya sabes, bicho piedra.

Speedygirl dijo...

Violentamente ultrajados por las burbujas??????????? jajajaja

Piotor dijo...

Pedrator mola más

Gato dijo...

Speedy Girl: Balneario de Caldas de Luna. Te lo juro, sales violada.

Piotor, eso dicen estos, para poder seguir descojonándose de mí... :D y bienvenido.

Perlita de Huelga dijo...

Gato, sólo tú tienes los santos cojones de colgar una foto de tu culo visto desde abajo. Admiro tu valentía. Ahora, a mí nadie me saca una foto desde ahí. Por vergüenza y por el miedito de subirme, ains!

Gato dijo...

Perlita, cuando una presume de gordaca irredenta no vale hacerse luego la Barbie, la foto desde arriba sacando escote y escondiendo culo... aixó es lo que hi ha!!