Leonados (como los buitres): Escalatrix
Después de comprar chocolate en Astorga y comernos la tortilla guisada y las dos parrilladas de carne....
Ya hora una oración sencilla de presente de indicativo: LA MONTAÑA ACOJONA. Sujeto: la montaña; predicado: acojona. Es un verbo transitivo, porque necesita el complemento de a quién acojona, pero el caso es que el uso popular del lenguaje ha permitido que ese predicado termine tras el verbo. Ya veremos qué opina la RAE con el paso de los años. La montaña acojona -a los que vayan a subirla, en el caso que nos ocupa, nosotros- porque lo que está rodeado con un círculo es la parte superior de una figura humana, bueno, gatuna, lo que os da una idea de lo que tres pardillos inexpertos estaban a punto de hacer con unas cuerdas.
Esta es la primera pared, la subimos y luego la bajamos en rappel. Y subirla daba bastante canguelo, así que cuando el profe pidió al primer voluntario, Rebi, que es bastante suicida, dijo "¡yo!"
Y se quedó justo debajo del final de la vía. Se cansó mogollón escuchando las explicaciones del profe en postura garrapata y se fundió, así que tuvo que bajar cuando estaba a punto de llegar.
Después subió un gato. El profe nos dijo que las mujeres subimos mejor, que ahorramos energía. Es cierto, ahorramos en la montaña y en el súper, somos homo economicus nosotras...
Y un gato llegó arriba, llena de uñas y regocijo:
Y sí, adivino vuestra pregunta... ¿cómo cojones se llega arriba con un culo gordongo como ése? Pues con dificultad, seamos sinceros. Aunque el ahorro de energía es lo que tiene, que llegas. Y entonces llegó Cachman o Cachalote para sus amigos. Para mí es Cachman, me tiene manía:
Y llegó la segunda pared. Una 6C (o éso nos dijo el profe; que habíamos subido una 5A. Y que hay hasta 9; los profesionales se mueven entre las 7 y 8, y sólo los cracks llegan a las 8B o C y las 9). Y nosotros en una 6C. Pabernos matao.
Entonces subió primero Cachalote. Ya le había cogido el tranquillo a la roca, así que la dió dos besos, le dijo dos tonterías, y celebró su triunfo:
Y entonces un gato empezó a subir como si fuera... un gato.
Y todo iba bien hasta que de repente le falló un apoyo, y mientras se sostenía en una postura jodida su gemelo cobró vida y empezó a temblar, boooing, boooing (ya sabéis, el ruido que hacen los gemelos de gordaca sedentaria cuando le pides que salte 100 metros a la pata coja), así que un gato dijo en un arranque de sinceridad, con la voz quebrada...
- ¡Aaaaaish, no puedo!!!
Luego hicimos rappel, y por habernos portado bien nos dieron de comer un arroz en el que se les había caido el bote de pimienta. Luego hicimos tiempo en el balneario, escuchando al río Luna...
Y el río nos dijo que los del balneario le robaban el agua y la usaban en una piscina llena de chorros y burbujas que era la delicia de los humanos, así que nos despedimos de el y nos pusimos el bañador y unos gorritos de baño con el que los tres estábamos muy favorecidas...
Arriba, la conocida pareja de Guillermotel y Robin Jod. Abajo, Juana la del Arco.
El profe nos iba contando cosas, de la vida de allí, de la naturaleza y los ritmos en las nieves y en las montañas... Dos chavales pasaron buscando una vaca perdida, con sus motos ruidosas. Y es que para ir a la montaña tienen que ir al menos dos, para evitar accidentes. Mientras nosotros vimos un acebo centenario:
Y resulta que los brezos sólo tienen las hojas con pinchos para defenderse de los herbívoros. Porque las hojas altas, a donde no llegan los animales, son lisas; pero como normalmente los acebos son matorrales y no crecen tanto, es raro verlo.
Y nos apartamos del camino para ir por una garganta casi intransitable, agarrándonos en la hierba para no caer por la pendiente y poder ver un salto de agua de veinticinco metros. Y
Y después de todo aquél día de ejercicio, limpiando nuestros pulmones y reactivando nuestros sistemas linfáticos... le preguntamos al profe...
- ¿Donde podemos ir a cenar?
Y nos mandó a Geras del Gordón, a un sitio donde fabrican embutidos y le venden a la casa real. Yo me sentía orgullosa de mí misma, por haber escalado, haber hecho rappel, haber perdido flechas en el monte (es que mientras los otros hacían dos centros de cada tres tiros, un gato no daba ni en el corcho de la diana...), me sentía tan realizada que me dije: " y ahora, un cacho de cecina pal pecho por lo bien que lo hemos hecho".
Pedimos una tabla de embutidos para picar, y nada más meterme el primer cacho de salchichón en la boca supe el por qué de lo de la casa real. Porque estaba tan bueno que me sentía como una reina.
7 comentarios:
[modo repelente on]
Lo de las hojas no-lisas es un acebo, no un brezo
[modo repelente off]
Fuá, éso, acebo y no brezo. Tengo un problema de dislexia con eso, Rebi ya me lo ha corregido más de una vez.
También soy incapaz de decir predator. Siempre digo pedrator... ya sabes, bicho piedra.
Violentamente ultrajados por las burbujas??????????? jajajaja
Pedrator mola más
Speedy Girl: Balneario de Caldas de Luna. Te lo juro, sales violada.
Piotor, eso dicen estos, para poder seguir descojonándose de mí... :D y bienvenido.
Gato, sólo tú tienes los santos cojones de colgar una foto de tu culo visto desde abajo. Admiro tu valentía. Ahora, a mí nadie me saca una foto desde ahí. Por vergüenza y por el miedito de subirme, ains!
Perlita, cuando una presume de gordaca irredenta no vale hacerse luego la Barbie, la foto desde arriba sacando escote y escondiendo culo... aixó es lo que hi ha!!
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