martes, 20 de abril de 2010

Memoria de gato

Los elefantes lo recuerdan todo. Los peces no recuerdan un cagao. Y los gatos... los gatos a veces se acuerdan de las cosas, y a veces no.

Este fin de semana Perli y Zagloso nos ha acogido en su casa. Bueno, Zagloso menos, que no estaba hasta el lunes por la mañana, pero a cambio me prestó sus zapatillas de andar por casa sin querer y se quedó sin ellas cuando llegó después de casi 24 horas a lo Ulises... Pero esta es una historia que tiene que contar otro (a ver si se tira el moco y postea).

El caso es que cuando llegamos el sábado, Akira salió de debajo de la cama cuando un gato llegó a la Gata Perlada. La Perli dijo que no suele salir con nadie, pero que un gato la hace salir.

Pero hace ya tiempo que un gato se fue de la isla, y bastante más desde que un gato dejó la Gata Perlada, así que Akira sale al ver a un gato, pero no recuerda muy bien por qué...

El lunes por la mañana, Zagloso se ha ido a trabajar, con una ducha -y un rato de andar por casa sin zapatillas de andar por casa-, por todo descanso. Perli se ha ido a una rueda de prensa que se suspende por culpa de la nube del mosqueodegaia que hace que los motores de los aviones queden corruptos al sobrevolarla. Un gato se queda haciendo el desayuno para Rebi -para variar, siempre me lo hace él- y Akira le acompaña, sentada de espaldas.

Entonces un gato la mira, mientras unta la tostada, y le dice:

- Misha...

Akira gira su cabeza de diosa egipcia, mirando fíjamente a un gato, y maúlla, maúlla más y corre a restregarse en sus piernas. A la mierda las tostadas, ven aquí, gatina mía. Akira fue Miiiisha o Mishita o Mishiiina cuando estaba en los brazos de un gato, cuando le acariciaba las almoadillas de las zarpas, cuando estaba enferma de la tripa, cuando tenía sus gatines mamando, cuando le masajeaba con hielo su mama obstruída para aliviar la mastitis... Y su nombre de mimos le despertó el recuerdo y me dejó acariciarla como entonces.

Así de especial es la memoria de los gatos...

Aprovecho para agradecer su pelaje a sus padres adoptivos (yo siempre seré la medre biológica que venga a dar por culo de cuando en cuando...)

13 comentarios:

Cattz dijo...

Es precioso.

mjjulieta dijo...

ooooohhh!
has dado la vuelta a la tortilla: las madres biológicas siempre han sido las malas de la película.
los actos de amor los recuerdan hasta los cocodrilos.

si no, por qué crees que lloran?? bueno vale, porque no tienen a nadie que le quite la espinita de la garganta jajajajaa

pero seguro q reconoces esto: es el primo de akira, pues se dice que Dios creó al gato para poder acariciar al león:
http://informativomatutino.blogspot.com/2009/04/en-colombia-un-leon-y-animales.html

un besi, gatito

Anónimo dijo...

Jo, qué bonito, me he emocionado y todo...

Perlita de Huelga dijo...

Eh, eh, un momento. Dejaos de llorar por ese mensaje sentimental que está escrito con la insana intención de haceros llorar.

A ver si dejamos la cosas claras.

a) yo soy la madre adoptiva
b) ella vino a mí. de hecho, ¡yo no la quería!
c) Gato, esto empieza a parecerse un teleflín de Antena 3 con peleas de madres adoptivas y biológicas.
d) ¡hace tres años que vive conmigo!
y e) ¡yo le limpio la arena!

Perlita de Huelga dijo...

A todo esto, actualicé sin leerte. Parece que volvemos a leernos el pensamiento...

Anónimo dijo...

Vaya, vaya, a alguien le están aumentando los instintos maternales ... ¡ que jodías las hormonas ( y los instintos)!
. . .

zagloso dijo...

Sin negar el amor que Akira te profesa sin duda alguna. Estabas en la cocina, ¿no? Era por la mañana ¿no? Es la hora en la que Akira pide comida desesperada aunque tenga, se restriega pesadísima y respondería al nombre de Hermenegilda seguro.

Dicho esto sin ánimo de hundir tu entusiasmo.

Gato dijo...

Zagloso, Akira tenía su cuenco lleno, de hecho lo miraba a dos metros sin interés (estaba de espaldas a mí, y yo diría que bien alimentada). ¡¡¡Y el colador era míííío!!!

Pero nunca podría haber encontrado mejores padres adoptivos, lo sé, :D.

Anónimo... no hables de instintos maternales que el Rebi sale corriendo a to meter... juas!

Perli, yo era una madre biológica de esas chungas, de vida inestable, mudanzas y ajetreos varios. Akira tendría más oportunidades de progresar con una nueva familia...


Rune, Cattz, haced caso de la Perli que es una mujer sabia y tiñosa, :P

Mjjulieta, joder, como Akira engorde tanto va a embestir como los toros!!

Biónica dijo...

Me ha encantado... echo de menos un animalito... pero qué mala suerte que elijo mal a mis anim... digo, compañeros, eso... ejhem...

Pues eso, que no quieren animalitos en casa. Ainch... :)

Gata dijo...

Como comprenderas...tenía que hacer esta visita sin remedio, en cuanto tuviera un poquito de tiempo...
Me gusta tu blog, ...encima, asi que ¿me prestarás tu sofa de vez en cuando, para leer un rato?
gracias
Saludos

Antígona dijo...

Cuando mi ex y yo nos separamos tuve que dejar a "mi" gato en su casa. Eran dos, se habían criado juntos como hermanitos y no era cuestión de separarlos. Y digo mi gato porque cuando lo adoptamos -era el segundo, el primero ya lo tenía él de antes- me tomó a mí como su dueña y dormía conmigo en la cama.

Cada vez que he vuelto a su casa no ha dejado de reconocerme y de pedirme caricias como si acabara de volver de hacer la compra. Ay, a mí se me caía el alma a los pies sólo de verlo.

Para que luego digan que si los gatos son poco cariñosos y además desmemoriados.

Un beso!

Anónimo dijo...

Gato ! , Desperézate y háblanos.
¡Te echamos de menos !
. . .

Gato dijo...

Biónica, dile que si no te deja tener animales en casa ¡¡va a tener que marcharse él!!

Gata, me gusta tu foto de perfil... ¡eres la Audrey Hepburn de los gatos!

Antígona, como me dijo una viejecita discutiendo conmigo el tipo de arena en la caja del Alcampo: "mira que se les quiere..."

Anónimo, perdón... ¡¡si es que voy como geisha por arrozal!! Vaya mierda de parada estoy hecha...