viernes, 25 de diciembre de 2009

Judean History X, partetré

Hosse camina por las calles de Belén, y entre posada y posada mira al cielo, suplicante. Una estrella inmensa está cruzando el firmamento.

- Joder, Tú, ya te vale. Mira que he aguantado lo de Mari, los rumores del pueblo entero, ¡hasta en el gremio de artesanos! Decido que va, que venga, que no pasa nada, que me hago cargo, que sigo los dictados y me la traigo a Belén. Que no es mala idea, ya que aquí no nos conocen y podemos empezar de nuevo, pero mira que la traigo a punto de parir y aquí me tienes, sin un denario para pagar un mal sitio en que pueda reposar sobre sábanas limpias. Tírate el pisto, hombre, ayúdanos...

Vuelve consternado, sin haber encontrado nada mejor que el propio pesebre para dormir. Pero no quiere que Mari siga sola en su estado, y regresa allí donde la dejó. Cuando se acerca, vé que Mari está sentada sobre en camastro, se ha hecho un relío de mantas y se mece muy despacito.

- Mari... cariño... lo siento mucho...

- Hosse, ven pacá, mira qué cosa más bonita.

- ¿Mari? Pero... ¿Ya?

- ¡Sí! -sonríe ampliamente- ni epidural ni leches, Hosse, cuando pares un mesías viene como ¡plop! y de la barriga a la teta sin enterarme, oye. Estupendamente, mira, ni una gota de sangre.

Hosse la mira maravillado, y se pone en cuclillas, rodeándola con los brazos suavemente.

- Jo, Mari, estaba ahí to chinao con Él, pensando en tu estado, en lo que te quedaba por pasar cuando dieras a luz y las condiciones en que estamos, y mira tú por donde... - acerca un dedo al bebé- ¡¡cuchi-cuchi, bonito!!

- Le tenemos que llamar Hessu, que me lo han dicho.

- ¿Que te lo han dicho? ¿Quién?

- Pues yo.

Hosse da un brinco y mira hacia el techo de la cueva. Ahí encuentra un hombre de pelo rubio y rizado. Está enganchado a las rugosidades de la piedra como un piojo, con las cuatro extremidades agarrotadas por el esfuerzo.

- ¿Y tú quién coño eres?

- ¿Yo? El angel del belén.

- ¿El angel del belén? Vaya, un primo del gay.

- ¡¡Hosse!!

- ¡Cariño, es que en cuanto me despisto viene uno de éstos y yo ya no sé qué pensar! Además, si es un ángel, ¿por qué no se sostiene ahí arriba como dios manda?

- Es que hoy hemos estado haciendo pruebas de maquillaje para la fiesta de fin de año, y estaban todos como locos con que nos pusiéramos cosas en las alas. Cuqui ha probado a ponerse nieve artificial, pero el efecto de blanco sobre blanco... bueno, nada reseñable, la verdad. Pipi se ha puesto un poco de purpurina azul y le ha quedado di-vino, osea, tan glamouroso...¡jujujuju! Entonces yo he cometido el error de ponerme en manos de Flufli, el mejor peluquero del edén. Sus trabajos nunca pasan desapercibidos en los saraos celestiales (y parte de los infernales, no vayas a creerte). Me ha dicho que me iba a rizar las plumas con rulos, me ha puesto un fijador, y luego unas fundas de papel de plata... Entonces me ha hecho cerrar los ojos para enseñarme el resultado. Antes de abrirlos, cuando he notado que tenía las alas libres he empezado a batirlas... y con el fijador tengo el vuelo descontrolado, así que me he dado un calamonazo con el expositor de depilación que ha sido bárbaro. Espantoso, ¡me ha chamuscado las plumas!

- ¡¡Pluma!! ¿Lo ves, Mari? ¿Te parece normal? ¡Gays perdidos!

- Hosse, hombre, déjalo ya, que bastante tiene el pobre con su estropicio en las alas.

- Y le he dicho: ¡Osea, Flufli, te lo juro, a ver como me presento yo ahora a comerme las uvas en ningún sitio estando así, hecho unos zorros! Una y no más, Santo Tomás.

- ¿Santoqué?

- Aish, nada, qué tonto estoy, que éso viene más tarde en el evangelio, ¡jujujuj!

- Dios mío qué tío más petardo.

- Hosse, déjalo estar, mira el niño.

Él se acerca a mirar al bebé y se le pone cara de gilipollas.

- Qué bonito es, Mari... mira qué manitas tan diminutas... Uish, ¡¡Me agarra el dedo!!

- Sí, mira qué fuerte es... y esos ojazos que tiene... y esos mofletes... -se vuelve hacia Hosse- yo creo que ha sacado tu barbilla.

- MARÍA. NO LA JODAMOS, ¿EH?

1 comentario:

mjjulieta dijo...

ay madre!! el temor me invade... que se acerca el momento,... que te leo hablándonos del caganet.
ta luego.