Pandoro y la fiesta de navidad
En Alienigen Hotels, si algo tenemos, además de muchas reuniones, son fiestas. No he visto una empresa con más fiestas que esta: fiestas en todas las estaciones del año, fiestas de cumpleaños, fiestas para niños...Ésto, que a primera vista puede parecer muy molón, deja de serlo cuando cada fiesta va precedida de un discurso sectario de más de dos horas.
A veces me parece estar dentro de la novela de 1984 ¿acabaré amando al Gran Hermano?
Bien, a tipos como Pandoro, Gran Pozo de Sabiduría o Bilba, les encantan las fiestas. A Bilba, porque, aunque esa misma mañana te haya dicho que es una maltratada de la vida, que sufre mobbing, cuando llega a una fiesta empieza a pegar saltos como una loca...con gente así nunca sabes a qué atenerte...te giras para coger un canapé y ya ha cambiado de humor. Gran Pozo de Sabiduría es un bailarín excepcional, y está deseando que le den al play de la música para deleitarnos con sus dotes, que ni Travolta en sus mejores tiempos. O al menos eso es lo que él cree...las cosas desde fuera se ven muy diferentes. Y Pandoro, nuestro querido Pandoro, cuenta los días que restan en el calendario para algún evento que le permita ponerse traje; porque él ante la más mínima ocasión, se pone traje, y chaqué si se tercia.
Fijada la fecha del próximo evento, pusimos carteles avisando de que podían recoger las invitaciones en recursos humanos, dónde si no. A veces pienso como carajo acabé en esta profesión, cuando yo, realmente, soy una peluquera frustrada.
Pandoro vino el primero a recoger su invitación...
Toc, toc
Pandoro: Muy buenos días, chicas, ¿qué tal estáis?
Gato: Hombre, Pandoro...(lo saluda mientras echa una mirada furtiva al paquete de galletas que tenemos encima de la mesa...lo ve peligrar. Yo, de mientras, me hago la ocupadísima...)
P: Venía a por las entradas de la fiesta
G: Ah, muy bien -contesta gato mientras busca rápidamente la invitación-
P: Una cosa...¿cómo vais a ir vestidas?
S: Ni idea -contesto mientras empiezo a preocuparme, y pienso, no me jodas que voy a tener que ir a comprarme algo...-
G: Cualquier cosa, no hay que guardar etiqueta
P: Ya, pero es que yo quiero ponerme el traje
G: Pues póntelo
P: Es que siempre me pongo traje en esas ocasiones
G: Ponte lo que quieras...
P: Anda galletas! puedo coger una?
(Me da la risa, así que me levanto y salgo del despacho, voy a buscar un té. Cuando regreso veo que gato está cerrando lo poco que queda del paquete de galletas...Pandoro sigue en el despacho...)
P: Que sí, que cada año vienen a la fiesta
G: Pero si no son personal de la empresa...
P: Y qué, pero cada año se les invita
G: Debo consultarlo...
P: ¿No te fías de mi palabra?
Total, que Gato cansada le da las entradas, para no escucharlo más. Al cabo de un par de días, caemos en la cuenta, realizamos la consulta, y descubrimos que ésas personas nunca han ido a la fiesta...Pandoro nos la ha metido doblada y nos ha chorizado las pocas entradas que teníamos.
Gato saca las uñas, las afila, coge el teléfono (ya que Pandoro está de vacaciones) y pone al estafador firme. No sé muy bien como queda el tema, pero llega el gran día de la fiesta....
Y ahí aparece Pandoro, peinado a lo Beckam y con cuatro litros encima de Jean Paul Gaultier. Se acerca y me da dos besos todo emocionado en tal evento...ve a Gato, hace un gesto de mujer despechada, y espeta un seco hola mientras sale de la escena.
Gato es una mujer de armas tomar, y Pandoro las prefiere rubias y con bolso de Tous. Chica, como te descuides te hace vudú.
7 comentarios:
¡Pandoro Foreverrrrrr!
Claro, Sberrow, tú te ries con tu temblor de rizos mientras yo hago de poli malo... y luego los besos te los dan a tí...!
Que grimilla me da Pandoro. Y encima huele a botafumeiro
Pobres Gato y Sberrow...
Kisses, kisses
Hacedle una foto por favorrrrrr!!! os la haceis con el en la fiesta y os poneis un tomate en la cara ;)
nenas, la solución está clara ¡Alcohol en las lentillas! o matarratas (también vale cianuro o un chorrito de laxanre extra fuerte, lo que tengais a mano) en la caja de galletas... ¿cómo lo aguantais?
Miss Chain
cada uno tiene su forma de hacer las cosas: hay quienes esconden las galletas bajo el chaleco y otros van al despacho ajeno para comérselas... ¿es esto la crisis?
feliz año del pollo a esa empresa. espero que no nos manden a todos donde picó.
las galletas son sagradas...
yo me le hubiera comido a él.
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