Divergencias culinarias

MEDRE: ¿Qué estás, escribiendo, hija?

GATO: Sí medre.

MEDRE: Pues ahora bajas, que te necesito.

GATO: Vale.

[...]

Un gato baja y se ata un delantal.

GATO: ¿Qué te hago?

MEDRE: Las pechugas. ¿cómo las rellenamos?

GATO: Con dificultad.

MEDRE: Mira que eres tonta... ¿decías con carne picada?

GATO: Bueno, si son popietas las he visto con frutas pasas, carne picada aliñada, verduras... pero podemos hacerlas con el jamón aquel de ayer, especias, ajo y perejil...

MEDRE: Vale, hazlas como quieras

[Ja! ¡Como quiera! ]

MEDRE: Hija, ¿Qué estas haciendo?

GATO: Picar el ajo y el perejil, y le voy a echar nueces y piñones y pasas y el jamón...

MEDRE: ¡¿Nueces?!

GATO: Sí medre, nueces. Pero si no quieres, no se las echo.

MEDRE: Nooo, noo, hazlas como quieras. Hija, ¿Tú cómo haces el arroz?

GATO: Pues empiezo por el sofrito.

MEDRE: ¿Qué le echas?

GATO: Sofrito, medre, ajo, cebolla y tomate.

MEDRE: ¿Le echas tomate?

GATO: Medre, el sofrito lleva tomate!

MEDRE: ¡¡Bueeno bueeeno!! ¿ Y la carne?

GATO: Cuando esté sofrito el tomate. ¿Tienes paellero?

MEDRE: Sí, deja, que ya lo hago yo, tú las pechugas.

GATO: Vaaale, vale, yo a las pechugas.

MEDRE: ¿Cómo las vas a hacer?

GATO: Pues... las relleno y se pueden envolver en film y cocerlas; y quedan perfectas.

MEDRE: No, yo las ato.

GATO: ¿Atadas?

MEDRE: Sí, y lo hago en la olla como la carne mechada.

GATO: Bueno, pues atadas.

MEDRE: ¡¡¡¿Pero qué haces?!!!

GATO: ¡¡Joder mamá, pues las ato!!

MEDRE: ¡Sí, pero es la pechuga entera!

GATO: ¡¡Pueees!! ¡La pechuga entera!

MEDRE: ¡NO! ¡ÉSTO es media pechuga!

GATO: Joder con los tecnicismos, medre, ¿un pollo tiene una o dos pechugas?

MEDRE: UNA.

GATO: ¿Y quieres que haga el rollo con las dos mitades?

MEDRE: Claro. Así te queda muy feo.

GATO: Bueno medre, pues hazlas tú, yo no sé cómo quieres que las ate.

MEDRE: ¡¡No, las haces tú y así aprendes!!

GATO: ¡¡¡Pero si no me dices cómo!!! ¡¡Y además éso no es "como yo quiera", es como quieres tú!!

MEDRE: ¡Jajaja!

GATO: ¡Y encima te ríes.!

MEDRE: ¿Le echo el revuelto ahora?

GATO: Sí. Pero... pero, ¡ si has echado ya el arroz!

MEDRE: Es que no me he dado cuenta, hija.

GATO: Mamá, pero... jajajjaj, pa qué me preguntas si no me haces caso.

MEDRE: Jijijij.

GATO: ¿Así?

MEDRE: Muy bien, así.

GATO: Pueees... quedan exactamente igual de mal que con media pechuga, solo que más grandes. Es un huevo deforme y lleno de bollos.

MEDRE: No, en grande está mejor.

GATO: ¡...!

MEDRE: ¿Ahora, le echo el paellero?

GATO: ¡¡Pero si ya le has añadido el agua!! ¡El paellero iba antes, al final de sofreirlo todo! ¡¡Jajajaj! ¿Tú pa qué me preguntas, pa que te refuerce? ¡Si lo vas a hacer como te salga del níspero!

MEDRE: Jijijij.

GATO: Te estás volviendo una cascarrabias como tu marido, juas juas.

MEDRE: Es que to lo malo se pega.

GATO: Pues manda huevos.

Por la calle de la amargura que me trae. El caso es que yo aprendí a cocinar de ella. Y no sé en qué punto del camino nuestros senderos se separaron y ahora me manda en la cocina... y no la entiendo.