lunes, 10 de noviembre de 2008

El calor de mi hogar (la culpa es de delongui)

Estaba el gato en su casa nueva con dolor de garganta, mientras la lluvia inundaba la terraza y humedecía el techo y las paredes y pensó: "va a ser que tengo que calentar la casa con algo".

Así que se puso a buscar opciones: estufa de leña... mmm, demasiado pesada para subirla al quinto, y no creo que exista "teleleña" de reparto a domicilio... calefactor de aire... mmm, para el baño puede, pero el resto del piso... radiador de aceite... mmm, podría ser, es un clásico... convectores de energía azul... mmmm ¡¡guala cómo mola!!

Entonces fue a buscar a Çinto, su asesor en electrodomésticos, que le explicó que por trescientos setenta y tantos euros podía adquirir un radiador convector ultramodenno de energía azul que gasta menos electricidad. Y que por cien euros conseguía un radiador delongui dragón, un radiador como modernillo con una especie de ventilador (Guala, un macho mitológico en casa por cien euros para una mujer sola... es una gran adquisición).

Y el momento de la verdad...

¿Cuánto ahorra en electricidad el bicharraco de trescientos setenta y tantos con su energía azul? A groso modo, doscientos setenta y tantos euros de diferencia en el precio a amortizar en el consumo eléctrico de un radiador de 10 elementos en los tres meses escasos de invierno en Mallorca... debe ser cosa de años...

Y teniendo en cuenta el nivel de cambio en la vida de un gato... ¿merece la pena pensar a tan largo plazo?

Además... ¿un gato tiene trescientos setenta y tantos euros?

La respuesta a las dos últimas preguntas era claramente NO.

Y hasta aquí la primera lección del curso práctico de "Toma de decisiones en la pequeña y mediana empresa".

Como podéis imaginar un gato se compró un ser mitológico para llevárselo a casa. Volvió a usar el método de carga galo (método de carga de las Galias, no he tartamudeado para decir "cárgalo") y lo subió a casa cual Obelix los menhires.

Qué flamante, qué bonito. Lo llaman dragon porque echa el aire caliente por arriba con un modennísimo sistema de convección blablablibla.


Sí, ya lo véis, con su rueda de potencias, su termostato, su enchufe, sus ruedas... completísimo.

Entonces un gato procedió a sacarlo de su caja. FFFSSSShhhhhh, otttia que se engancha, pera que sujeto la caja con los pies y ahora tiro más... POR FIN, FUERA!! A ver... lo pongo en el suelo con cuidado ¿toca suelo? Mmmmsíí... apoyado. Jo, qué bonito, voy a mirar los mandos de la naveperooOOO QUEEÉ???

¡¡¡FLACAPUMBOSTIO!!!

¡¡JJODERRRR!! ¡¡¡LOS VECINOS!!! ¡¡¡¿¿¿PERO POR QUÉ SE HA CAÍDO???!!!

Las ruedas.

Las ruedas... son plegables.

Y venían plegadas en la caja.

Así que un gato había apoyado el radiador sobre una especie de muñones... Y claro, se pegó el castañazo. Desplegó las ruedas maldiciendo a la marca y levantó el radiador cogiéndolo de la parte superior. Entonces...

¡¡¡FLACARRATRACA!!!

¡¡¡ME CAGO EN LA PUTAAAA!!! ¡¡¡LOS VECINOS ME VAN A ODIAR!!! ¡¡¡¿¿¿PERO QUÉ COJONES...???!!!

Receta de invierno: Deconstrucción de radiador

Ingredientes:

100 euros de radiador.

4 ruedas plegables.

Interés en calentarse el cuerpo.

Dificultad: Alta

Tiempo de preparación: unos minutos.

Sacar de su embalaje original sin observar detalles anómalos.

Apoyar sobre sus ruedas plegadas sin advertirlo por el falso equilibrio y dejarlo suelto para que caiga creando un horrible estruendo.

Maldecir. Temer por los vecinos.

Desplegar las ruedas del radiador para levantarlo tras la primera hostia.

Asirlo de la parte A, y haciendo tope con los pies en la zona inferior, levantarlo hasta formar un ángulo con el suelo de 45º. Esto conseguirá el punto de ebullición de mala suerte.

Con una altura de 45º la pieza A, desencajada por el primer golpe, se desprenderá de las piezas B y el cuerpo del radiador, quedándose en la mano del cocinero, quién observará lo siguiente con cara de bobo estupefacto.

Los laterales B se abrirán cual amapola y el radiador entero volverá a ahostiarse estruendosamente en el suelo (y el techo de los vecinos)

La deconstrucción de radiador está lista para servir.

Después -y sólo después- de sacar el radiador de su embalaje, descrubres que en el interior del mismo un libro de instrucciones. Cuando encuentras el apartado en español, encuentras las siguientes recomendaciones: "depositar suavemente sobre una alfombra en posición horizontal. Desplegar las ruedas. Colocar en posición vertical."

El hecho de que no se pueda optar a leer el libro de instrucciones antes de ahostiar el radiador que uno acaba de comprarse por el módico precio de 100€ no le importa, ¿verdad, Sr. Delongui?

Es usted un maníaco de comportamientos psicóticos y altamente dañinos.

Lo reconstruí. Pero ahora, cuando salta el termostato en mitad de la noche, suena ¡¡CLA CLA CLA CLACLACLA!! Y sueño con cangrejos gigantes.


6 comentarios:

Mary Lovecraft dijo...

joer ¡qué putada!

a mí también me jode muy mucho eso de que los putos libritos de instrucciones estén SIEMPRE al fondo de la caja y debajo del susodicho armatoste que acabas de comprar...

un canto en los dientes por lo menos por haber tenido la fortuna de haberlo podido re-construir.

mandawebos la cosa

saludote!

E. Martin dijo...

Jo... der...

Es que el desembalaje e instalación de electrodomésticos hay que tomárselo como una mezcla de neurocirugía y desactivación de explosivos.

(un par de amuletos budistas también ayudan, dicen)

Eva Luna dijo...

Yo es que todo todo lo apoyo primero en la cama, lo miro por sus diversos angulos y ya decido si me fio de el como para creer que no me va a romper la tarima, o no me fio y llamo a algun experto en la materia jeje

Y da calorcito, pues??

Chirly dijo...

Si las instrucciones están en un idioma que puedes identificar como el tuyo, ya puedes darte con un canto en los dientes¡¡¡¡

Gato dijo...

Bueno, Marilov, nunca me había dado tan mal resultado... pero sí, menos mal que pude encajar las piezas de nuevo...

E.Martín, a la próxima me pongo las bragas de la suerte...

Calorcito y palmas por bulerías, Eva. Una cosa loca.

Chirly, pues sí, mejor darme con un canto en los dientes que con un radiador. Que estoy de un torpe...

Anónimo dijo...

Nena, te recomiendo el método 'low cost' estufa de aire caliente: solo hay que enchufarla, tiene un mango para cogerle y aguanta las ostias de manos de mantequilla como la que suscribe al módicoprecio de...30 euros (ya van dos años y sobrevive)

Miss Chain