Ingenio en el servicio
Cruzaba con mi portadocumentos el hall (ya sabemos que cuando una está en pijolandia entrada o recepción no tienen cabida en el vocabulario, que por cierto no sé por qué no es bocabulario ya que sale de la boca), paso presto hacia el bar, para colarme en la barra y entrar en lo que los trabajadores conocen como las tripas del hotel.
Pero a tres metros de la barra el barman me ha hecho vacilar el paso, con uno de los piropos más ocurrentes que nadie le ha dicho al gato:
- ¡Ole! ¡Si me traen la carta de despido, quiero que seas tú!
Ole, qué arte. Lástima que los presupuestos estén por encima de mí y no le pueda subir el sueldo... Que se lo merece... un gran profesional... dónde va a parar...
3 comentarios:
Pues sí, tiene ingenio este chico, y además elegancia. O igual es que le inspiras :)
Ya sabes, cada vez que tengas un día tonto, te das un garbeillo por el bar y seguro que entras a currar de mejor ánimo.
¡Un beso!
Juas, tengo que actualizar porque en mi empresa también hay piropos. Pero esto no es un hotel de cinco estrellas y son menos refinados.
pues a mi hoy me han gritado desde un coche "TE COMÍA TOL'CHOCHOOOO".
Y luego me pregunto porque no tengo novio, con tanta alma sensible pululando por ahi...
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