martes, 4 de septiembre de 2007

Meme

Antígona me pasa un meme que tiene el mérito de llevarte al pasado. En mi caso no tan lejano (¿qué son cinco años?) y sin embargo parece que fue en el pleistoceno. El meme es, señores, "En qué puñetas se te fue tu primer sueldo". Bueno, antes de llegar a este blog el meme era algo más fino, pero ésto es lo que hi ha.

Mi primer curro con alta en la seguridad social – cuidar niños no cuenta: no cotizaba y en ocasiones me cuidaban ellos a mí- fue TACHAAANNNN! de fregaplatos. Sí señor: acabé la carrera y sacaron las actas un 15 de julio, el día 20 estaba en Canyamel, y el día 28 había aparecido, por primera vez en la vida para el estado español, Gato de Chershire como individua en la población activa. Y tan activa: como que me quitaron el acarajamiento en una semana.

El gato llegó tranquilo de su tierra y se encontró en medio de un grupo de arpías que se mordían las yugulares las unas a las otras. Ya había dos bandos bien diferenciados en cocina y comedor del hotel, y ambos hicieron las maniobras habituales de adiestramiento del pardillo nuevo para incorporarlo a filas. Pero como ni uno, ni otro grupo de hidras terminaron de convencer al gato, éste se limitó a llegar y hacer su trabajo. CRASO ERROR. Si no te unes a nadie, entonces estás contra todas, y quién coño te habrás creído que eres tú… Aquello significó mi muerte social, y puedo decir que lo más grato era trabajar y ganar por primera vez el sueldo que pagaría mi casa y mi comida.

También era grato estar a solas con los platos y el tren de lavado. El ruido era infernal, la máquina ardía (ahora sé por qué: a 70º es la muerte instantánea de todo microorganismo y el fin de la máquina no es solo lavar, sino también desinfectar), y la humedad podía hacer que te derritieras. Pero cuando pasan dos semanas tu cuerpo se acostumbra a la fatiga, los brazos aguantan pilas de platos mucho más altas, y los dedos dejan de quemarse con los platos recién salidos. Solía cantar a media voz en el fragor de la vajilla, y la otra fregaplatos, Olga, se mosqueaba porque decía que sólo cantaba en inglés.



Supongo que le molestaba no entender, y además a ella le gustaba cantar “Sarandonga nos vamos a comer, sarandonga un arroz con bacalao”. Y claro, es que no era lo mismo, no nos podíamos poner a dúo.

Pero una vez que cantas y te acostumbras al ruido, es sistemático: pones la batea de platos y los grandes van en fila de dos, los de postre, de tres en tres, los de la taza de café, en hileras de cinco. Las soperas eran un coñazo, eso sí. Y coñazo era esperar a que la máquina se llenase de nuevo, a última hora de la noche, para fregar las copas con agua limpia. Y el pantalón de cuadros y la gorra de visera y el pico de cocinero en el cuello. Y robar trufas del congelador, decidiendo si morir de hiperglucemia, de hipotermia o de las dos cosas a la vez. Por algún lado había que compensar la pérdida de energía…

Y en qué me gasté mi primer sueldo, que era el Meme, pues la verdad es que no hay mucho que contar. Como acababa de empezar mi vida independiente estaba preocupada por no gastar demasiado, nada más que en comer y pagar el alquiler al principio. Eso sí, recuerdo ir un día a Manacor y al pasar delante de una tienda de discos descubrí que Björk tenía disco nuevo, el Vespertine. Y verlo y no comprármelo, eso no. Y me lo regalé.

Y regalo este Meme a Martínez con acento, por meterse conmigo y pa que ejercite la memoria, que me da que es más viejo, a mi queridídima Perlísima que seguro que nos regala una adquisición estelar con su primer sueldo y a nuestra lost Mary Chirla, que nos tiene sordos y como sin sombra...

7 comentarios:

querida_enemiga dijo...

¿Y les cantabas la Bjork? ¿Y no te metieron a tí en remojo a 70º?

Anónimo dijo...

a)Yo no me meto contigo (por cierto sólo hay un párrafo en el post que explique el meme, el resto autobombo y agresión a los que te quieren con el traspaso dichoso).
b) ¿Más viejo que quién?
c) No lo recuerdo, sólo sé que rompí la tarjeta del cortinglés que estaba a la cuenta de mi padre y me hice una propia.

Y por último, decirte que es el único cosa de estos que respondo y que con blog cerrado y todo, lo hago porque eres el único gato que se lo merece.
Por gracioso.
Un abrazo.

Gato dijo...

¡¡¡¡Querida, eres crueeeelllll!!!

Martínez, ¿Pero qué tienes tú con los blogs, hombre de dios? ¿Significa éso que ya no te vamos a leer más? Si ya decía yo que este hombre estaba mayor...

El post de autobombo, es que no tenía más remedio. Imagínate el post con el único párrafo que responde al meme... Y yo me caracterizo por agotar a la gente y que me tengan que leer en diagonal... tío...

Y gracias por el meme póstumo corazón. Lo de domiciliar las cosas a una cuenta propia, qué gran paso en la vida de un hombre...

No sé, cuéntate algo de cuando en cuando. Te invito a un post si quieres...

Antígona dijo...

Ay, Gato, bonita entrada en el mundo laboral, como la de casi todos los que hemos hecho en él nuestros pinitos antes de tener un trabajo decente.

¿70 grados? Dios, eso sí es crueldad pero para con los microorganismos, joder, pobrecitos.

Me encanta el "estado" en que ha quedado el meme tras pasar por tus manos ;)

¡Un beso!

Gato dijo...

Antígona, no debemos tener piedad con los coliformes. Nada.

Bueno, tengo ciertos superpoderes corruptores; tenéis que tener cuidado porque yo transmitiendo cosas, como el juego del teléfono estropeado, no soy de fiar...

Otro beso pa tí.

poo dijo...

Mi primer trabajo , entiéndase cotizando, también fue de limpiaplatos en el Ilustrísimo Parador de Pontepeich. Creo que aún tengo mis deditos quemados.

Gato dijo...

Poo, sólo quienes hemos estado en la máquina lo sabemos bien, ¿eh?

El calor, y el nivel de decibelios del chasquido de platos de loza, que no es moco de pavo.