lunes, 13 de noviembre de 2006

Bichos


- Padre, ¿cuándo me vas a llevar a ver tus bichos?

- Pues cuando quieras, yo voy todos los dias a darles de comer.

- Pues llámame mañana por la mañana.

Me despertó para ir al campo y yo tenía una estupenda resaca. Me puse la ropa, y fuí a la cocina para tomar el café.

- ¿No te peinas, hija?

- Jo, papá, ¿para que me vean los venados?

- Hay que ver.

- ¿Hará frío?

- Suficiente.

Le robé el abrigo a una hermana y me monté en el coche con él. Primero fuimos a por la fruta. En los almacenes le regalan las cajas que tienen la fruta fea, y ese dia tocaron peras. Las cargaron con un potrillo en el remolque y me llevó por cerros hasta la finca. Cuando llegábamos, mi padre empezó a tocar el pito y los animales venían detrás. Ya saben que les trae comida.

Son animales graciosos, elegantes y asustadizos. Producen ternura. Si les pones una pera, se acercan a comer, pero al más mínimo golpe de viento en el abrigo, reculan espantados.

Mi padre me hace fotos y me acuerdo de aquella montería a la que me llevó, y nos salió el becerro bravo y mi padre me subió a un chaparro mientras él se quedaba apuntando al becerro por si le daba por atacarnos, perseguido por los perros.

El ambiente está límpido, el aire fresco me enfría la cabeza, los sonidos del campo me hacen sentir en otro planeta, lejos de todo, feliz como una perdiz.

Mañana le voy a pedir que me lleve de nuevo, que he pensado muchas veces desde la navidad pasada. Ya llevan un año y medio bién alimentados, y tienen mejor pelaje y mejores cuernas. A pasar un ratico en la gloria. Al final voy a resultar gato montés.

6 comentarios:

Zagloso dijo...

Yo de cuando en cuando veo ciervos que bajan de la montaña, pero llevan una temporada remolones. Hace unos meses iba con la bici por la carretera y de repente me salió una jabalí con tres jabatos. Me miró raro y siguió su camino. Estoy rupestre rupestre.

neblina dijo...

A ver como le iba a mirar, un monotrema en bici...

Gato, que fotos más bonitas! La última es preciosa.

Gato dijo...

Zagloso, mi falta de criterio en la elección de lecturas me llevó a leer una vez una novelilla que un escrita en primera persona del singular por un jabalí. Calidad, no sé, pero a mí me hizo gracia. La conducta de aquel con el que te encontraste no fue rara.

Neblina, el artífice de la última fue Gatopá. Siempre ha tenido mucho arte... y los bichos tienen esa gracia posando. Habría que tomarles el IMC, de todas maneras.

Anónimo dijo...

El Gato palmesano en realidad es un Gato Montés!

neblina dijo...

GATOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

Gato dijo...

Neblina, cariñazo... estoy buscando mi buen humor, que de penosos está el mundo lleno...

Volveré en cuanto pueda. Palabrita del niño jesú