martes, 21 de mayo de 2013

El año de la rata

Sí, ya lo sé, que ha terminado el del dragón y ahora estamos en el de la serpiente. Pero todo tiene su por qué...

Resulta que este año he pagado facturas de gas que ha sido un tormento. Lo peor era el drama cuando lo contaba, que era como hablar de cerdocabrón: pero que cómo puede ser que gastes éso, que yo no pago tanto y tengo la calefacción todo el día puesta, que a ver si es la caldera, que a ver si el termostato, que a ver si te están robando el gas los vecinos...

Total, que he hecho revisar la caldera. Tres veces. Todo correcto, y la única pista me la dio el último fontanero...

- Tienes un contador de cuando Franco era corneta, bonita. Seguramente te irá mal. Además tiene los tubos de plomo, que éso no es reglamentario, y te lo tenían que haber cambiado, y bla bla bla...

Así que llamé a la compañía del gas de nuevo para que me mirasen el contador. Después de distintas inspecciones que cobran religiosamente, los muy cabrones ven un contador que no cumple normativa y que es su responsabilidad cambiar... pero de éso no dicen ni pío.

Y mientras me llamaban para venir me asaltaron las dudas: si el contador va mal, ¿a santo de qué me lo van a decir ellos? ¿Con todo lo que me han cobrado?

Así que me enteré de que Industria tiene subcontratado un laboratorio para calibrar (por supuesto, previo pago del usuario) los contadores de gas, y allí que fui a solicitar que mirasen el de casa, soñando con una reclamación de facturas a Hipertrola (soñar con reclamar facturas es como lo de la bonoloto, pero en pequeñico. Me estoy volviendo pobre hasta para soñar...)

Pues hoy han venido y me han dicho que mi contador... de puta madre. Y yo he dicho que muy bien todo, y que a tomar por culo, que me mudo.

Así que me voy a buscar una casa pequeña en el centro (sobrevivireeeeeeeé, buscaré un hogaaaaaaar, entre los escooombrooooooos, de mi soledaaaaaat!!), para que todos los cabrones de mis amigos no me digan que vivo muy lejos, para no necesitar compañeros de piso y para poder volver a gatas cuando me emborrache los fines de semana. Que están los taxis muy caros.

Para un gato este es el año de la rata. Porque entre la fianza, la comisión, la mudanza y el coño de la Bernarda no va a tener ni un euro que gastar... así que va a pasar el resto de 2013 siendo una rata. Y celebrando que se muda por decimoctava vez. Sin hipérbole.


Que después del doce faltan seis y ya llegáis...

En fin... renunciaré a los arbolitos y al entorno bucólico... pero una cocina de cuatro fuegos es condición sine qua non. A ver si os creéis que este culo se mantiene del aire...

2 comentarios:

Asynjur dijo...

Las empresas de este estilo me dan dentera. Todavía vivo con mi madre pero el año que viene me independizo y miedo me estan dando.
Preferira tratar con Satas o un cartel mexicano que con ellos.

Biónica dijo...

Y seguro que es una obviedad, pero FACUA? A ver si te devuelven lo robado los mangantes esos... Me ha encantado Hipertrola xD