miércoles, 3 de febrero de 2010

Celo

¡Snif! ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Parece que fue ayer cuando fuimos a recogerla a Azuqueca de Henares y mírala!! ¡Ya es mujer! Que digo gata...

Miaaau miaaau requetemiiiiiiii...

La oímos el lunes pasado, con una pena y un sentimiento... Y Rebi:

- ¿A ésta qué le pasa?

- Pues me temo que tiene el celo.

Y efectivamente, es jovencita pero precoz, tiene ganas de marcha y mucha melancolía. Yo la cepillé un rato, y mientras tanto se callaba, pero después seguía. Yo creo que se dio cuenta de que lo que le hace falta no es que la cepille... sino que alguno se la cepille.

Miiiiiiii... miiiiiii...

Y aprovechando la ocasión, después de tanta dejadez, la llevamos al veterinario. El veterinario nos dijo que estaba bien, le puso una vacuna y un antiparásitos de gotitas en la espalda y la pesó y le dio una cartilla de la comunidad de Madrid y nos dio mil opciones para intentar explicar por qué le ha dado por cagarse en la ducha.

- ¿Hace así con las patitas cuando sale de la arena?

- No, ¿por qué?

- Porque éso es que no les gusta el tipo de arena... ¿Os habéis fijado si cuando lo ha hecho, tenía la puerta donde está su arena cerrada?

- Sí. Y no, siempre lo tiene abierto.

- Ah. ¿Tiene algún aparato que hace ruido donde está su arenero? Algo que la sobresalte o sea desagradable...

- No.

- Mmmhhh. Podríais probar a ponerle un cacharro de arena en el baño... para ofrecerle alternativas...

- Bueno, es que nuestro baño es pequeñito, por éso tiene ducha, y es bastante complicado...

El caso es que anoche, miaaaurequetemiaaau, decidimos confinar a Moirita a la zona más alejada de los vecinos (y más próxima a nuestro dormitorio), así que cogimos su arena y la pusimos en el baño, en el único sitio que hay: delante de la ducha, entre el váter y el bidet. Que no hay más.

Pasado un rato de miiiii, miiiii, un gato huele el inconfundible aroma de los churros de Moira. Va corriendo al baño y se encuentra que practicamente saltando el arenero, Moira ha vuelto a hacerse sus cosas en la ducha...

- ¡¡¡LA MADRE QUE LA PARIÓ!!!!


Y vuelta a fregar con lejía. Lo más gracioso es, que después de seis meses en esta casa, este fin de semana venían nuestros primeros invitados para dormir, y yo pensando en los miaus y en las cacas en la ducha... estaba en un sinvivir.

Tuvimos suerte: el celo se le pasó para el fin de semana y no se hizo nada mientras estuvieron aquí Gurú y Guruchorvo. Pero pasado mañana Moira tiene una cita con el veterinario. Y tengo reservado en la biblioteca un libro de Trastornos del comportamiento en perros y gatos. Y veremos a ver quién gana esta guerra...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Di que sí, gato contra gata! jajajaja!
Besitos pa los dos!
Unos creppes con nocilla light???

Alcarreña dijo...

¿Y no habeis pensado que al ser de Azuqueca de Henares iba a salir así?
Los de la provincia nos pasa algo, que nos volvemos algo oligofrenicos...
A mi gato alcarreño de pura cepa, le daba por hacer pis en el lavabo del baño, así ve pensando que es algo del aire.
Enhorabuena por el blog.

Perlita de Huelga dijo...

Gato, a Carmelasoprano le encanta sobar encima de la colada limpia. Así que tengo que dejarla tendida hasta que tengo timepo de doblarla, que suele ser el fin de semana.

Pero eso no quita que parezcamos croquetas de pelo de gato, por dios...

Gato dijo...

Croquetas de pelo, cómo te comprendo, Perli...

Alcarreña, la gatina de Misia no es de Azuqueca y está más o menos igual de loca... creo que son los lunares de la barriga.

Pam, venga esos crepes. Al mal tiempo, buena comida, :D

Anónimo dijo...

Ay, hija mía, que a los gatos el olor a lejía les vuelve tarumbas. Si friegas la ducha con lejía es como decirle a Moira que ese es su sitio...

Prueba a echar un chorrito de limón o deja unas rodajas o ambas cosas. Verás como no vuelve a hacerlo.

Y, de paso, puedes limpiar la caja de arena con lejía, le gustará más.


Espero que todo haya ido bien con la castración.

Gato dijo...

Anónimo, ya lo había oído y por éso también friego su caja con lejía, pero lo del limón me lo apunto... ¡¡Muchas gracias!!

Ah, y que todo ha ido bien.

Fisuelina dijo...

Oye, no sabía yo eso de la lejía, últimamente a mi gata le ha dado por hacer pis en el armario donde guardo las toallas, y lo limpio con lejía, lo mismo la estoy incitando sin saberlo!!

Croqueta de pelo, ay, cómo me suena... Vivan los cepillos quitapelos de los chinos!!