sábado, 18 de abril de 2009

Levando anclas

Alerta: este es un post triste. Y el que advierte no es traidor.

Hace siete años y medio me planté en esta isla con carácter temporal para buscar trabajo y probar suerte. Pero el carácter lo tenía esta isla, que me recibió (10 días después de venir para quedarme) con su temporal.

Así ha sido la historia de un gato en una isla: revuelta como la metereología.

Un gato no lo dice con pesar... si acaso lo dice agotada. Han pasado muchas cosas, muchas muchas. Buenas, regulares y malas. Xau suele decirme que yo vivo en un año lo que la mayoría de la gente vive en diez. A lo mejor es por éso que me siento tan cansada.

El caso es que un gato ha frenado en seco, se ha caido de morros (no de pie como hacen los gatos...) y ha decidido quedarse así en lugar de levantarse a toda leche; apoyar la barbilla en las manos, los codos en la tierra, y mirar desde el suelo. De momento tiene un mes para probar la nueva perspectiva. Para holgazanear... o cambiar de postura, para arrancarse las costras de las rodillas y un montón de cosas divertidas para las que nunca tenía tiempo.

Pero no puede demorarse mucho, que se acerca una mudanza transmediterránea. Hay que decir que esta vez no salta sin red, que tiene más de un par de brazos tendidos con las palmas hacia arriba a dónde va, y éso es mucho.

Así que de momento está soltando lastre. Ayer un gato seleccionó esas cosas que hace más de un año que no se pone, cogió su guitarra silenciosa y se fue a un centro benéfico.

- ¿La guitarra sirve?

- La guitarra está estupenda. Es buena y bonita, pero yo no la toco. Estará mejor entre otros dedos.

Me dolió en el alma, a pesar de que había decidido deshacerme de ella y no mudarla más a otra casa en la que tampoco la iba a tocar. ¡No es justo conservar una guitarra a la que no se le arranca ninguna canción! Y venderla hubiera sido vil...

De las cosas malas y de las regulares no pienso hablar. Pa qué. Ni de las cosas buenas, que es un rollo lo de hacer balanza y todo éso. Qué coño, lo único que quiero decir es que lo mejor de esta isla son los amigos que me he encontrado, personas excepcionales y generosas (a alguna de las cuales le debo 200 euros), gente de corazón de kilo y medio y de oro puro.

Y ya sabemos éso de que vendremos de visita, que ellos pueden venir a vernos también, que hay cosas que no se estropean... pero un gato no puede quitarse de la cabeza que ha empezado una cuenta atrás y tiene la caja torácica llena de trozos de cartón en remolino. Pedazos secos y ásperos se mueven con torpeza y entrechocan entre sí, y un gato tiene la sensación de que no hay vuelta atrás.

Como con la guitarra, pero a lo bestia.

9 comentarios:

Corresponsal en Palma dijo...

no me esperaba leer esto... no sé ni que decir, me he quedado tan chafada q solo me sale un 'jo, no vale que t marches'.

Perlita de Huelga dijo...

Estos peninsulares, siempre pensando en irse de la Isla...No me extraña que los mallorquines opten por no ajuntarse con los forasteros: les coges cariño y se marchan.

Anónimo dijo...

Buaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!No te vayas , seremos buens, te invitaremos a churros y te subiremos la compra por las escaleras del infierno. Mira que siempre me han dicho que no me encariñe con los gatos, que son muy independientes y el mundo salvaje les llama. Sólo espero que encuentres lo que buscas. Aquí estaremos paracelebrar,reir,llorar,desproticar y vengarte. Mucha suerte. Ah! y no te dejamos irte sin hacer una despedida por todo lo alto. Tas avisada.

Miss Chain

Antígona dijo...

Los momentos de transición son momentos extraños. Uno se siente como suspendido en el vacío. Ni está donde estaba antes, aunque todavía no haya movido un pie del lugar en el que estaba, ni está todavía allí donde, sin embargo, su cabeza no para de llevarle. Es raro sentir a un tiempo nostalgia anticipada e ilusión.

Pero porque son extraños son también especiales. Así que trata de sacar a este momento todo su jugo.

Un beso

Jelen dijo...

Gato, lo bueno de este post es que imagino has encontrado trabajo, vas a estar con tu amorsito más tiempo, que siempre tendrás parte de tu vida en la isla y por supuesto tus buenos amigos que te acompañaran en tu corazón para siempre... jo, eres un gato con muy buena suerte. Disfrútalo ciudadana del mundo!

Hacha dijo...

Pequeña!!la isla refugia a quien huye de algo, cuando en lugar de huir quieres acercarte a algo...tendras que moverte!!!!Más vale arrepentirse de lo que se hace que de lo que no se hace.Yo te ragalo una guitarra de cartón, la colgamos de la pared y así no la echas de menos.Muac muy grande

Rebilated dijo...

Bueno, no solo con las palmas hacia arriba, también con puertas abiertas y trasteros para dejar cosas ;)

Sberrow dijo...

Tengo mucha pena encima...

Gato dijo...

Jo. Requetejó. Como dice Antígona, tengo nostalgia anticipada... Pero no puedo hacer mucho al respecto.

Jo Sberrow...