Alguien en mi despacho
Un campo de glof tiene grines, banderitas, bancales, calles, lagos, pelotas y palos. Pero un campo de glof no deja de ser campo a secas. Y también tiene sus flores, sus árboles, sus pájaros, sus patos... y sus ratones.
Aunque que no había muchas probabilidades de que Sberrow y el gato tuvieran un tercer compañero de celda laboral, por la nueva ley de protección de datos y todo ese rollo, Alguien se ha saltado todas las solicitudes pertinentes y se nos ha instalado. Alguien es pequeño, no llega a siete centímetros, es de color gris azulado y tiene pinta de suave (pero el gato no se ha atrevido a echarle la zarpa). Y lo mismo se esconde detrás de los archivadores, que entre los marcos que tenemos apoyados en el suelo, que en la caja de documentación de prevención de riesgos...
Jutta nos ha dado la solución:
- Que venga Tofol y ponga un cepo.
- ¡¡Ay, pobre!! Un cepo no, yo no quiero que le pongan una trampa. Es muy mono, tan chiquitín...
- Pues veneno.
- ¿¿¿Veneno??? ¡¡Ni hablar!! Ya averiguaremos cómo lo echamos, pero no quiero que se muera.
El gato ha probado taconeando y pateando el archivador de metal. Cero resultados. Moviendo los cuadros, Alguien pasaba de uno a otro. Cuando salía corriendo el gato se sorprendía. Pegando grititos y subida de rodillas en la mesa daba una imagen de gato cazador deplorable. Cuando Alguien se acercaba a la puerta y parecía que estaba a punto de salir, repentinamente se daba media vuelta en el umbral y volvía a esconderse tras el mueble.
Jutta se ha mosqueado porque el jefe financiero venía a reunirse con el director, mientras el gato urgaba con una rama de olivo tras el archivador, y se le escapaban los grititos aspirados cuando Alguien se movía. Sbeerrow la apoyaba moralmente desde fuera del despacho, agarrada a la puerta de enfrente, y gritando cada vez que el gato gritaba. Como maniobra intimidatoria nos ha quedado genial, y hemos pensado en usarla contra los miembros del comité.
Finalmente han decidido que ya hacía suficiente calor como para seguir haciendo aeróbic en el despacho y han usado sus débiles cerebros. Han colocado un rastro de queso hacia la puerta a lo Hansel y Gretel y han vuelto a sus tareas con los pies en alto.
Que una cosa es que no quieran matarlo y otra que pretendan dejar a Alguien cagarse en sus zapatos...
7 comentarios:
Mi blog se ha vuelto loco!! Cada vez que commento copia un comment de mjjulieta!!
Jejejeje, bueno, una mascotilla para el despacho nunca viene mal.
Pues parece que ahora, al menos en mi ordenador de casa tu blog muestra bien los comments.
P.D.: cuando he escrito este comment solo habia uno tuyo que decia Mi blog se ha vuelto loco!! Cada vez que commento copia un comment de mjjulieta!!
¿Podré commentar bien desde el curro?
En mi extrabajo creíamos que había un visitante. Nos encontrábamos cagarrutas por las mesas y cacahuetes esparcidos de una bolsa roída. Le pusimos nombre. Luego resultó que eran cientos y pusieron veneno. Se engancharon a la nueva droga y cagaban azul. No sé qué habrá sido de ellos con el tiempo...
Yo no veo a ninguna julieta, pero al caso...
o lo cogeis o empezará a comerse esos papelitos tan monos de encima de las mesas y a subirse por las piernas, que cuando cogen confi jejej.
Hay unas jaulas trampa que cuando comen el queso se cierran solas, pero si no quereis criarlo lo veo un gasto absurdo :P
Rebilated, si te pasas el tiempo de curro enganchado a blogger... tu venganza está en marcha :)
Hacha, cuánta poesía, mierda azul, símbolo de supervivencia y adaptación al medio...
Evaluna, era del post anterior...
Tienes razón, después de ser pequeños y monos crecen y ya no tienen tanta gracia.
De todos modos, Alguien se metió en una caja verde y Jutta lo sacó del despacho en mi ausencia. Me ha dado pena no despedirme de él...
Bueno, esa no iba a ser una gran venganza, pero tengo uno o dos planes más :D
Nah, no me paso todo el tiempo enganchao a blogger, pero si me meto de vez en cuando para salir de la rutina y leeros a algunos/as.
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