Medio día

No me refiero al momento en el que el sol está en el punto más alto. Me refiero doce horas. Las que llevaba hoy en el cuerpo cuando salía del trabajo con mi portátil a cuestas.

Un cliente entusiasta me ha cortado el paso con una voz.

- ¡¡¡Éste Xim!!! ¡Ahora se ducha! Ten amigos para ésto. Ahora le tengo que esperar.

- Bueno, arriba en la cafetería puede tomar algo mientras.

- No, que llevo dos gin tonics ya... ¿Tú trabajas aquí? No te había visto nunca.

- Sí, lo que pasa es que llevo poco tiempo y voy de aquí para allá...

- Ah. ¿Cómo te llamas?

- Gato.

- ¿Juegas al glof?

- No.

-Pues tienes que jugar.

- Nnnnsiií, un día de éstos.

- Es un deporte muy ingrato al principio. Los primeros... ocho... nueve meses... no lo entiendes y te cuesta. Mucha gente lo abandona. Pero después... te da una satisfacción... Tienes que jugar.

- Bbbubueno, lo intentaré.

- Sí, tienes que intentarlo. Yo he viajado por todo el mundo con amigos para jugar al glof, y te puedo decir que es... una filosofía... te estoy metiendo un rollo.

- Noo... bueno, todos los deportes tienen una filosofía, creo yo... aunque la del glof debe ser bastante particular...

- Mira, yo salía siempre de copas por las noches, y cuando al día siguiente tenía que jugar al glof...

[Inciso. Este portátil cuelga, dentro de su maletín, de mis dedos curvados; la tensión se va al antebrazo y de este a mi hombro y de mi hombro a mi cuello. Tropiezo conmigo misma en la misión de mantenerme en pie tratando de sonreir, agotada, a un señor cuya camisa debe costar como diez de las mías y cuyo aliento delata el bombay confesado]

... cuando tenía que jugar al glof al día siguiente era fatal. Así que el glof me ha ahorrado muchos gin tonics...

- ... que nunca está de más...

- Que nunca está de más... jajaj. Bueno gato, encantado, nos veremos por aquí.

- Sí, seguro. Encantada.

- XIIIIIMMMM!!!!

Moraleja: He de aprender a jugar al glof para saber colocar los gin tonics detrás y no delante del juego.

Ahora lo comprendo todo. Paso de la operación de miopía. Y de la depilación láser. Y de comprarme trajes de Puri Garci. Ahora voy a ahorrar para comprarme mi primer driver. A ver si le saco un ojo a alguien con una pelotita blanca que es algo con lo siempre había soñado... Y seré toda una kill bill sobre cesped...