lunes, 19 de noviembre de 2007

La cosa de la Perli

La Perli tiene dos caras. Una es la normal, la de toda la vida, la Perli que conocemos que hace un dulce buenísimo con unas proporciones milimétricas en los ingredientes, mientras va tirándose encima toda la harina que no hará falta para la masa en elaboración diciendo "uij, fíjate que se me ha caído…"

La otra es la Perli social. Cuando la Perli tiene que enfrentarse a la sociedad puedes ver cómo la posee “la cosa”. Cuando la Perli se convierte en la cosa, abre los ojos y levanta las cejas, y su boca se transforma una sonrisa de dientesssdiiiieeeeennntes y no deja de emitir sonidos, pase lo que pase. Es una verborrea nerviosa que le permitiría trabajar en la televisión perfectamente, del mismo modo que le impediría trabajar en muchos otros sitios.

Si tú eres amigo de la Perli y la encuentras en su momento de Misstres Jaid, has de saber que estarás a merced del poder de la cosa. Dejarás de ser quien eres para ser lo que la Perli te asigne en ese momento. Son lo que llamamos las licencias literarias de la Perlita de Huelga.

El caso es que el otro día me estaba tomando una caña con ella en el Sojo y entonces tenía que ir a entrevistar a un cocinero muy molón con una estrella michelín. Y como íbamos un poco justas le dije: “te puedo llevar, y yo me paro mientras a comprar en el super por la zona”. Entonces me dijo, “por qué no entras conmigo, que igual no tardo nada y así nos vamos juntas al super después?”. Y yo dije, “pues vale”.


Así que entramos en aquel hotel superelegante, superexquisito y supertodo con la pseudo vergüenza que se siente un portador de H&M en un sitio tan ultrapijo, hasta la cocina del famoso restaurante. Allí la Perli se anunció al Maitre ( tan pijo que por poco no golpea el suelo con un bastón pronunciando su nombre) y entonces salió el cocinero.

Justo en aquel instante la poseyó la cosa. Su voz sonó cual golfa de radio y dijo al joven cocinero mientras se aproximaba:

- ¿Rafael? Hola, yo soy Perlita, ¿Qué tal?

Rafael se acerca, yo agacho la cabeza como elemento absolutamente superfluo vestido de H&M en un centro de vacaciones para extraterrestres forrados de pasta… pero no me hago invisible. Que todavía no he aprendido. Se conoce que el pobre chico me miró y pensó ¿Y ésta qué? Así que la Perli lo arregló:

- Y ésta – y me señala con los brazos y las dos palmas de las manos hacia arriba- es mi ayudanta, jajaja. Que me ha traído en coche.

Y el gato sonríe.

- Jiji, sí, hola –y estrecha la mano del cocinero.

Y como era su ayudanta, cuando pregunté si necesitaba algo y dónde me ponía para no molestar… Me mandó que sostuviese los abrigos.

Y yo pensando en la selección en la que estoy para ser la directora de recursos humanos de otro hotel de la misma compañía. Que si me llega a encontrar uno de mis entrevistadores en la cocina de uno de sus hoteles haciendo de perchero, no sé cómo se lo hubiera explicado…

7 comentarios:

querida_enemiga dijo...

Jijiji... Me encanta. Todos tenemos esa doble facción... es normal. Es un placer conocer la de la Perli, ahora sólo falta que ella te devuelva la pelota. Aunque claro, el hecho de que tu hayas empezado el asunto tiene sentido: hacerte aguantar los abrigos... vaya vaya!! Eso no se hace, ¡¡caca!!

Gato dijo...

Querida, mi cara A es un gato burra. Mi cara B es un gato más burra. Cualitativamente no hay salto...

querida_enemiga dijo...

Pues yo soy una pánfila friki a partes iguales. Qué mierda.

Gato dijo...

La programación neurolingüística dice que no nos tenemos que insultar. Pero es que es de divertido...

Perlita de Huelga dijo...

Esto... Yo no tengo cosa ni nada de eso.

Es trabajo. No sé, tengo que parecer segura y yo que sé, tengo la voz que tengo. Pero todo el mundo que me conoce sabe que soy cobardica, llorona e hipersensible, aunque luego asusto porque soy muy grande y pongo voz grave para acojonar. Un poco burra, es cierto. Zagloso lo flipa mucho y a mí a veces inclusxo me sorprende.

querida, yo sigo pensando que Gato es de una ONG que va por los hogares enmendando los desastres.

Gato dijo...

¡¡¡Perlita!!! ¿¿¿Que ya estamos de bajón??? Joé con el ataque de Ubi sunt!

Eva Luna dijo...

Doble personalidad? yo no creo en esas cosas.. cuando entre semana soy ejecutiva de cuentas soy igualita que el fin de semana de gogo...
No os lo creeis? Vale, pues asumo que soy igual de dual, creo.