Mi medre y el sexo
Ayer hablaba con mi medre por teléfono, y me dijo que se me había olvidado el cumpleaños de mi pedre. Pedí perdón y le pregunté a mi medre cuántos había cumplido. Me dijo que 69.
- ¡¡¡Aahhhh, mamá, er número der sesso!!!
- ¿¿Qué?? ¿del sexo?
- Claro mamá, del sexo
- ¡¡Por éso se reían tus hermanos ayer!!
- Mamá, pero, ¿tú sabes lo que es el 69? Que es una guarrada
- Ay, yo no, hija
- ¿Te lo explico?
- A ver...
- Mamá, eso es cuando cada uno chupa lo del otro
- ¡¡Aayyy!! ¡¡Ufff!! ¡¡Oy qué asco, hija!!
- Claro, y hacen un seis y un nueve.
- Oyoyoyoy, ummpff, no lo quiero ni pensar…
- Sí mamá, a mí tampoco me gusta.
- Ahora se ríe tu hermana Hacha, que sabe de lo que estamos hablando.
- ¡¡Que se rían menos y te expliquen las cosas, hombre ya!!
10 comentarios:
Gato, hubiera sido mucho peor que tu madre te dijera: "Ah, eso; pero si lo hacemos mucho".
Como se preguntaba mi madre una vez en la farmacia:
¿y para que querran que tengan sabor los preservativos?
Ay, Zagloso,no me parecería nada mal.
Achab, fíjate tú las tonterías que hacen. Pa ná.
Hombre, ya debe ser jodido cumplir los 69 para que encima haya cachondeo.
Es que es por todo el mundo sabido que las mamás son vírgenes y no hacen cosas sucias.
Pues mi madre es más joven y un día me preguntó si yo le hacía sexo oral a mi novio... le dije que sí y me dijo que eso era una guarrada, que es de putas.
Toma ya.
Hay cosas de los padres que no hay que saber.
Martínez, para mi pedre fue bastante más jodido cumplir los 47 que ahora los 69...
Poo, en mi caso, mi medre es más casta que yo habiendo tenido diez hijos. Paradójico pero absolutamente real.
Querida, mi medre me dijo un día: "niña, éso sólo le gusta a las linfómanas". No pueden transmitirlo mejor... aunque para evitar roces lo suyo es omitir esas preguntas.
Tako, hace poco se fueron de viaje y le pregunté que si se había depilado... que en los viajes se alinean las estrellas y hay marcha. Ella ya sólo se ríe, pero yo estaría encantada de saber que se entienden, con una sexualidad propia de su edad. Ni hay que darle bombo y platillo, ni hay que ocultarlo.
Ufff, pedres y sexo... es incompatible. No quiero ni imaginarlo. Casi prefiero pensar que soy una niña probeta.
Ah, no, que soy demasiado mayor para eso...
Y como me decía mi abuela: no dejes que te manchen el camisón...
¡Ay qué pena de tu abueeelaaaaaa...!
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