viernes, 16 de febrero de 2007

Celebración

Sé que últimamente no me he estirado mucho escribiendo. Grandes motivos tenía para ello. Estaba ocupadísima, haciendo el gilipollas.


Pero no me malentendáis, cuando hablo de hacer el gilipollas, no me refiero a hacer el tonto, ni a perder el tiempo. Hablo de hacer el gilipollas con todo el peso de la palabra y con toda la gravedad de sus consecuencias: meter la pata hasta el fondo, o cagarla de putísima madre.

Sé que a algunos el concepto les puede resultar ajeno, y por eso, y como la Perli me dice que soy muy abstracta y que a veces la gente no me entiende, he buscado algunas ilustraciones acerca del asunto.

Un profesor bastante chungo que yo tenía, solía decir en tono de burla "Yo creeeiiiía... yo pensaaaaba...." ridiculizando la caraja imponente con la que uno trataba de disculparse por no entregar los deberes en plazo...
Ése es el motor básico de mis cagadas. Porque no es que vaya buscando la ocasión de cagarla porque sí... El caso es que sostengo por verdades inapelables algunas cosas que en ocasiones son...GRANDES TONTERÍAS. Sí, eran tonterías, pero yo creía que... yo pensaba que... suponía que...

Obviamente, después, y sólo después de que la haya cagado, la gran verdad, la verdad verdadera, EMERGE como absolutamente lógica. Pero siempre tarde. Entonces vivo unos momentos en los que me siento así...



Aunque... ésto es un poco light. Quizá se acerca más a ésto:



O un poco más. La situación emocional es parecida a estar así:



El sentimiento de ridículo es bastante importante. Entonces, con la cagada consumada y el espectáculo brindado al mundo, mi superyo -o el yo chungo que se juzga o cómo queráis llamarlo-, comienza el proceso de jarakiri emocional y de autolesión: "Pero CÓMO SE PUEDE SER TAN IMBÉCIL. YO CREÍA, YO PENSABA... Pero qué chula y qué lista eres. Ahora elige, guapa: o te liofilizas, o te desintegras, o te insultas conmigo o lloras."

Y llegan momentos como éstos:






Se puede ser más gilipollas. Pero no es fácil, lo advierto.

Ésta misma semana había una fiesta de signo contrario que otros pudieron celebrar, y me puse tiñosa. Yo quiero una fiesta. Y aprovechando que hoy es viernes y puedo emborracharme, pues instituyo la celebración de la siguiente fiesta internacional:




Se admiten donativos para la cerveza. Es absolutamente imprescindible que nos emborrachemos y le contemos al pringado del camarero, que no puede huir de su barra, en qué ha consistido esa última acción que nos ha cubierto de gloria.

8 comentarios:

Tako dijo...

Con su permiso

Me adhiero

Besos

Pd.- En caso de no obtener su permiso borraré el post.

Anónimo dijo...

Mujer, la plantilla te ha quedado fatal, pero no es para tanto.
En serio, si te sirve de algo: no lleves los problemas de trabajo fuera de él. Se aprende, nada más.Y ya sé que es muy fácil hablar desde el tendío, pero es así. Eso también se aprende.

Anónimo dijo...

Gato, que no te habré dicho yo ya que te vaya a decir ahora...
¿Sabes el placer que produce cantar 'yatelodijeyatelodijeyatelodije!!!!!' por el pasillo de casa?
Porque yo no lo sé, me gustaría, poero no puedo porque es de malos, de desleales, de desahogaos...

Me sumo a la ignominia porque alguna de esas he hecho yo también.
Recuerda: 'contrastar! contrastar!'

Gato dijo...

Tako, por favor, todo ignominioso tiene la puerta abierta. Hermandad.

Mca, no me he cubierto de gloria en el trabajo, que también puedo, pero no. El consejo de no mezclar, de todos modos, es muy válido. ¿¿Y a mi plantilla qué le pasa??

Perli... perra.

Gato dijo...

Mca, nos ha encantado tu post de San Ballantines day...

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias. La plantilla(lágrimas)es, digamos, bizarra; no sé, rarita, tenebrosa si te gusta el término. Pero, ojo, a las cosas se les termina tomando cariño. Menos mal que la barra lateral casi no se vé. Bueno, pero a mí me gusta ¿eh?

Zagloso dijo...

Quien no haya tenido un día así merece disfrutar de los días de gloria. Sin ignominia no hay gloria, o sí, pero tú ánimo.

Gato dijo...

Mca, eres un asqueroso. Con cariño que te lo digo. Aunque es verdad que es un poco densa, ya se me ocurrirá algo.

Zagloso, exacto, lo malo es lo que da sentido a lo bueno. Aunque la verdad que estoy hasta las narices de usar la filosofía como consuelo...