La novia y el muerto
Hoy he ido a comer con la secretaria de Superjefe, Nayuana -ella sí me deja tocarle la teta, Perli, y tiene más que tú. Cualquier día desisto en mi oferta contigo, te lo advierto porque estás a tiempo de recapacitar...-
Hemos estado chafardeando de todo un poco, como siempre; yo le contaba mis dramas y ella hacía ese gesto supremo de "te comprendo porque me ha pasado lo mismo" y no hacía falta que lo verbalizara. Y ella me contaba sus historias también; girando en torno al egoísmo, al ombliguismo, a la tiranía de los "débiles"; así que girando en torno al chantaje emocional hemos dado un repaso a medio mundo... que vaya par de arpías.
El caso es que me describía el modo de ser de alguien muy cercano a ella, y es un tipo de persona tan común y al tiempo con unos rasgos tan marcados, que todo el mundo tiene que haberse topado con alguien así en algún momento de su vida.
Es ese tipo de persona a la que constantemente le suceden desgracias con el único hilo conector de su negatividad. Cuando les conoces, piensas: "Pobre chica, qué mala suerte ha tenido". Luego descubres que alguno de sus problemas tiene una solución muy fácil, y le comentas "¿Te has planteado alguna vez hacer tal? Así, no te sentirás tan mal"
ERROR.
Esa persona no quiere que le digas que su problema tiene solución. Sólo quiere tu compasión. Y además creen a pies juntillas que son muy desgraciados, y tener la desgracia record es lo mejor que les puede pasar. Y, efectivamente, su actitud ante la vida les condena. Son carne de cañón. Pero con gusto. Y como dice mi madre, que es una mujer muy sabia -sí, tengo un ataque de mamitis tremenda, por primera vez y con 29 años. Es lo que hay-, sarna con gusto no pica.
Ejemplo 1: Mujer con tendencia a la depresión -puntualizo sobre su patología: depresión retransmitida en público, con excursiones y salidas en las que cuenta a todas horas lo deprimida que está- y múltiples males físicos, tipo tendencias a anemia, a dolores de espalda, mala circulación y bajones de azúcar. Su marido enferma de cáncer en el paladar. Ella decide no perdonarle que su cáncer protagonice la ternura de sus familiares, y amenaza con divorciarse porque los psicólogos le dicen que la culpa de todo lo que le pasa la tiene su marido. Se va de excursión al campo y luego se va a bailar. Al mismo tiempo sostiene que no puede invitar a comer el domingo a su padre, que está mayor, porque no puede cocinar, que está muy mala. También llora porque dice que está a cargo de dos personas con alzheimer. De ellas, una es su tía, que a veces le hace la compra a ella, y la otra es su padre, que vive en una residencia y al que no visita. Pero ella cree a pies juntillas que tiene la responsabilidad de cargar con ambos y que además la ejerce.
Ejemplo 2: Mujer soltera que comparte piso con dos compañeros. Es tremendamente individualista pero sostiene que le gusta compartir piso, mesa y amistad: roja y verde por fuera y nazi por dentro. Sucede que uno de los compañeros de piso descubre que tiene una enfermedad jodida. Decide afrontarla con un par de cojones. Pero la mujer se enfada tremendamente, y le dice que su actitud ante la enfermedad no es la correcta. Que es un inconsciente. Que todos los que traten de afrontarla positivamente están siendo inconscientes de la realidad. Un día se derrumba ante un tercero, llorando como una magdalena, diciendo que quiere mucho al afectado y su situación la supera. Al mismo tiempo, compra nuevos enseres de higiene personal: esponja, cepillo de dientes, bote de gel... sospecha que el amigo con el problema está contaminado, y entra y sale del cuarto de baño con una caja de cartón en la que tiene confinados sus útiles, para no mezclarlos con los otros. La enfermedad en cuestión es imposible de contagiar por ninguna de esas vías. Pero la más, más, más afectada es ELLA.
Y así, este tipo de personas van tiranizando a quién se pone a tiro con ellas. Si tratas de comprenderlas y arroparlas, hazte a la idea: jamás tendrás un encuentro en que te digan "estoy estupendamente". Porque si no están mal, no tienen de qué hablar, y si no les pasa nada malo, habrán de inventarlo y/o provocarlo y conseguir una situación en la que sean dignas de compasión.
Yúa me ha dado la descripción perfecta: son la novia y el muerto. Si hay una boda, ellos son la novia. Si hay un entierro, son el muerto.
9 comentarios:
Ay gato....
no me hagas hablar.... que se me sube la mala sangre a la cabeza y luego ya no hay quien me pare...
yo digo: el niño en el bautizo y el muerto en el entierro, de todas formas, también los hay positivos pero con el mismo protagonistismo patológico...
Sí Neblina... Uno trata de entenderlo, que tienen un puntillo en que no están bien de la olla, que hay que hacer un poco la vista gorda... pero son personas que consiguen enervarte.
Y los positivos, sí, precísamente el otro día hablábamos la Perli y yo de un conocido común y dijimos: "mentiroso compulsivo". Se cuenta unas historias tan cool que es imposible que sean verdad todas. Alguna puede, pero... ¿todas?
Su lema es "PUES YO, MÁS".
Odio a esa gente a la que le cuentas algo y ellos han pasado ya por eso y con creces. Los del "y yo más"; nunca puedes explicarles nada.
Y los imanes de desgracias... bueno, mi mejor amigo lo es, y parece que se busque todo lo malo que le pase. Da miedo que te contagie el gafe y todo... Me siento mal por decir esto, pero a veces me da mal rollo quedar con él por miedos y supersticiones raras que me vienen al coco.
Mecachis, Gato.
Ya me estás diciendo quienes son que no quiero que usurpen mi lugar ni el día de mi boda ni el de mi entierro.
yo me sé de uuna que mientras dabamos la clase de riesgos laborales tenía TODAS y cada una de las dolencias de trabajar en la oficina. Y tiene 22 años.
Pues que cambie de trabajo. Digo yo!
Yo a una de esas personas una vez, harto ya de sus lamentos, le dije, con rostro serio: "no,si lo que me sorprende es que todavía no te hayas suicidado". Mano de santo.
¡Buenísimo! Tomo nota de lo del suicidio.
Jajajajaja pero que animalada!!!
Pero creo que es una buena terapia esa del fomento del hundimiento y la depresión. Me la pido!!!!
Zagloso, con toda la razón, pero... qué expeditivo. Sus púas me dan miedín.
Perlita, tranquila que ya están fuera de nuestra esfera de influencia.
Hombre, yo lo más duro que he dicho ha sido: ¿Piensas que vas a hacer algo al respecto? Y si no, ¿por qué no asumes que sufres porque te da la gana?"
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