Visto el fogón, perdía la razón
Superjefe júnior me dijo: "Gato, tienes que escribir una carta al turoperador tal, porque al italiano de Palmanova lo echamos. Explica que el clima laboral no es bueno con él."
Ok. Lo voy a decir bonito. "Me dirijo a usted para informarle que hemos sufrido numerosas dificultades para establecer una relación laboral fluida con el Sr. Locci de Rematti. El clima laboral fomentado por él, tanto para con sus superiores como con sus subordinados, no es el adecuado para obtener unos resultados positivos en el trabajo y comprendemos que existe una dificultad de adaptación por su parte. Pese a reiterados intentos de mejorar la situación, no se ha obtenido una respuesta suficientemente satisfactoria, así con el objeto de aligerar el malestar en el centro de trabajo, nos vemos impelidos a prescindir de los servicios del Sr. Rematti."
Traduzco. La gente de la cocina está asustada. Cuando se cabrea grita y se rompe cosas en la cabeza (ya conté en un gato y el caos que se estrelló un plato) y ésta última semana, además, le ha dado por comer plástico. Os lo juro, es verídico, se come las bolsas de las judías congeladas. Sigo buscando jefes de cocina, cargo publicado otra vez, ya en el tercer trimestre, en el catálogo de ocupaciones de dificil cobertura del INEM. Y no hay manera.
Y el capullo de Zapatero con 15 cocineros sólo para sus vacaciones (información cortesía del Capitán Achab).
Hay que joderse.
Hay que joderse.
6 comentarios:
Soy un poco monotemático, lo sé, pero:
¿qué cocinero ni cocinera? (que diría el Luisma) ¡¡Tú saca el jamón!!
Que gran hombre, el Luisma.
Gato, se dice que TODOS los cocineros están locos. Por eso dejé mi carrera gastronómica... Joer, mira que comerse el continente en lugar del contenido...
Yo de pequeña me comía la pared, los lápices y los bolis bic y unas plantas que crecían en el patio del cole y que las iniciadas en su consumo llamábamos "panecillos". Eso sí, nunca me he roto un plato en la cabeza, bastante me autolesiono fortuitamente como para encima jugar a los fakires
Ostras, yo tamibén me comía de pequeña los lápices... Y no veas como me atragantaba, pero me daba lo mismo, eh?
Hombre, nenas, lo de las ceras plastidecor quién no lo ha probado... Pero lo de este tío de verdad que era patológico. Piensa que esta gente tiene un montón de armas a mano.
Anómalo, eso vamos a hacer, usar maniobras para despistar a los clientes...
Tu cocinero italiano puede irse a los programas esos de Galavisión para comerse cuchillas, cristales y demás cosas extrañas ante la mirada alucinada del público.
Publicar un comentario